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jueves, 21 de enero de 2021

¿Quienes son?

Rab Jaim Meir Bukiet fue un Gaon y un Josid, quien se desempeñó como Rosh Yeshivá de la Lubavitcher Yeshiva en Nueva York durante muchos años. Vivía con su familia en East Flatbush, donde también se desempeñaba como Rab de la sinagoga Oneg Shabbos. La siguiente historia fue compartida por su hijo, el rabino Levi Bukiet: Los Bukiet tenían un vecino, que había sido un heimishe jsidishe id en Europa, antes de la guerra. Aunque siempre cordial, nunca mostró interés alguno por Lubavitch. Por lo tanto, fue sorprendente cuando, antes del casamiento de su hijo mayor, le pidió al rabino Bukiet que le consiguiera una audiencia privada con el Rebe. El rabino Bukiet asumió que antes de tal ocasión, tal vez había decididio que valía la pena recurrir a una brajá del Rebe. Pero le resultó curioso que solo solicitara una audiencia para él, sin incluir a su esposa y a los novios, como era la costumbre. Sin embargo, el rabino Bukiet hizo lo que le pidió el hombre y solicitó un yejidus para el individuo, sin hacer preguntas. Al día siguiente del yejidus, el rabino Bukiet se alarmó cuando recibió una impactante llamada telefónica de la Secretaría del Rebe. ¡Le dijeron que el individuo para quien había concertado un yejidus había huido abruptamente de la oficina del Rebe en medio de la conversación! Se le informó además que el hombre había dejado algo, un sobre, cuando se fue, y le estaban pidiendo al rabino Bukiet que se lo entregara. Cuando el rabino Bukiet se acercó a su vecino con el sobre, este se sintió muy avergonzado y estalló en llanto. Explicó que el negocio le había ido muy mal últimamente y que estaba luchando para llegar a fin de mes. Ahora que se acercaba la boda, la carga y la lucha eran abrumadoras. En Europa sabía que en tales situaciones uno se acercaba a diversos Rebes y pediría de su ayuda, y él estaba haciendo lo mismo aquí. Preparó una carta, describiendo su difícil situación, la que presentó a los diversos Rebes que visitó en busca de ayuda. Este hombre tenía tres hijos en ese momento, pero, para hacer su caso más convincente y que suene más urgente, para así asegurar un cheque más grande, se presentaba y describía en su carta (solicitando de ayuda) como el padre de una familia de diez. niños, y en la lista de los nombres de los miembros de su familia, agregó siete nombres ficticios adicionales. Su táctica fue eficaz. Todos los Rebes que visitó expresaron su simpatía y le dieron una suma considerable. Fue por esta razón que había solicitado también un yejidus con el Rebe. Sin embargo, durante su yejidus con el Rebe, cuando entregó su carta, el Rebe la miró y, señalando los últimos siete nombres, preguntó: “¡¿Ver zennen di ale?!”, [“¿Y quiénes son todos estos?”]. Abrumadoramente avergonzado, simplemente no pudo continuar parado ahí frente al Rebe y salió corriendo rápidamente... El Rebe, sin embargo, le pidió al mazkirus que le enviara el sobre, con la donación que el Rebe había preparado para él, ¡que él había dejado allí! Cuando leí [NR: R' Sholom Avtzon] esa historia, me recordó algo que escuché hace algunos años del rabino Nissim Mangel, sheyichye en la parashá de hace unas semanas. Leemos en la Torá que Yaakov Avinu le preguntó a Yosef sobre sus hijos: "Mi Eleh". Todos los comentaristas preguntan: ¿no estuvo estudiando Yaakov con ellos durante los diecisiete años que estuvo en Mitzraim? Entonces, ¿por qué estaba haciendo esa pregunta ahora? Explicó (basado en un Maamar del Frierdiker Rebe), que ahora que Yaakov estaba planeando bendecirlos, se preguntaba: sé que crecieron en la cultura de Mitzraim, que la Torá describe como la peor en la tierra, ¿Acaso esa cultura habrá tenido un efecto negativo en ellos? Bnei Isroel dijeron Naase V’nishma (haremos y luego trataremos de entender). Sin embargo, ese es el poder y la conexión de la Neshamá con Hashem, de cumplir incluso si esté en contra de su entendimiento. Los seres humanos, por naturaleza, sienten que primero tienen que comprender el concepto y luego pueden acatarlo. Por lo tanto, Yaakov preguntó Mi Eile. En hebreo מי se escribe con las dos letras Mem y Yud, que tienen el valor numérico de (40 + 10) cincuenta. Cincuenta representa los 50 niveles de Biná (comprensión). Mientras que אלה - Ele se escribe con una alef, lamed y Hei, que tienen el valor numérico de treinta y seis, que representan los primeros seis Atributos (multiplicados por seis) que aluden a la acción.
Entonces la pregunta de Yaakov fue, ¿[Acaso, tal vez] su מי (intelecto y entendimiento) viene antes y precede a su אלה (acción) [y por lo tanto no merecen ser bendecidos]?
Yosef respondió: Estos son mis hijos que Elokim me dio aquí. א-להים Elokim tiene esas mismas cinco letras. Las primeras tres deletrean אלה -- Eleh y las dos últimas, (reordenando las letras) deletrean מי . Entonces su respuesta era: Sí, mis hijos se criaron aquí en Mitzraim. Sin embargo, los crié en un espíritu de Kabalat Ol, de obedecer a Hashem, incluso si tu intelecto y razón lo cuestione.
Al escuchar eso, Yaakov dijo: Siendo ese el caso, tráemelos para que pueda bendecirlos.

***

Entonces, como dijo el Frierdiker Rebe en una sijá de Purim 5704 (1944), la pregunta de "¿Quiénes somos?" no debe ser respondida simplemente Jasidim de Jabad. Como una continuación a tal afirmación, tenemos que preguntar y entender qué exigieron y esperaban los Rebeim de sus jasidim.
A pesar de que estamos viviendo en este período de oscuridad, nuestros hijos no fueron zoije de estar en un farbrenguen del Rebe, etc., pero sin embargo están conectados con él con un Hiskashrus profundo e interno; en ellos la conexión es quizás incluso más fuerte que la de nosotros, que fuimos zoije de estar en un farbrenguen. O en la terminología jasídica, nuestra conexión está basada en la relación que mantuvimos con el Rebe; esa es una definición de Or HaMemale. Mientras que la conexión de nuestros hijos no se basa en alguna interacción con el Rebe, sino más bien con su esencia, sus enseñanzas y eso es Or HaSoivev o quizás superior.

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