Fue un experto Baal Kore, y sumamente preciso en pronunciación (Dikduk). Tuvo el mérito de ser el Baal Kore (fijo) en el Minian del Rebe, durante los Shabatot y Yom Tob, durante casi 40 años.
Escribió una interesante biografía junto a una recopilación de anécdotas que escuchó durante su vida de todos los Rebeim y Jasidishe Maises en general, además de un Likut sobre la correcta pronunciación y lectura de la Torá, los Taamim y Nekudot: "Lemaan Yedu... Banim Yevaledu" (Para leer online este libro, disponible desde el sitio de la Biblioteca de 770, aquí)
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Behashgajá Pratit, en este mismo día recibí una interesante anécdota con su hijo, R' Guershon Shusterman: mientras ejercía como director del Beit Jabad en Long Beach, California en 1971, recibió una llamada en la oficina del Rabino Biniomin Klein, uno de los secretarios del Rebe.
El rabino Klein le dijo que lo estaba llamando con un mensaje del Rebe, que dijo que era en respuesta a una carta.
"No le pregunté nada al Rebe", respondió el rabino Shusterman con perplejidad. "¿Estás seguro de que es para mí?"
El rabino Klein le aseguró que así era y transmitió el mensaje del Rebe: "La idea de construir una Mikve en Long Beach es extremadamente importante, y para acelerar el proceso, enviaré un cheque por $ 1.000 por entrega especial (inmediata)".
El rabino Shusterman colgó e inmediatamente se contactó con los otros Shlujim de Jabad en el área, pero ninguno de ellos le había escrito al Rebe acerca de una Mikve.
Al día siguiente, el rabino Klein volvió a llamar a la oficina del Beit Jabad y explicó que el Rebe le había aconsejado que hablara con alguna de las rebbetzins sobre la construcción de la Mikve.
Rab Mendel Futerfas, un hombre de Mesirut Nefesh que pasó años en prisión por sus actividades a favor de la vida judía en la Unión Soviética, viajaba a Long Beach cada año para una reunión jasídica, donde daba consejos y aliento a la comunidad .
Al darse cuenta de que no había Mikve en Long Beach, Rab Futerfas había alentado a la multitud en la reunión aquel año para que construyan una.
Resultó que una de las mujeres presentes había escrito una carta a su madre describiendo aquella reunión. Su madre, Miriam Popack, miembro del comité ejecutivo de la Organización de Mujeres Lubavitch, presentó esta carta al Rebe. El Rebe inmediatamente le pidió a su ayudante que transmitiera su respuesta.
Este incidente inspiró a la comunidad a construir una hermosa Mikve.
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