El Rab Harashí de Israel R' Herzog hizo una gira por Europa durante varios meses y pasó de convento en convento, rescatando a los tiernos huérfanos y estableciendo un orfanato judío para que sea criados como Yehudim. Un día, Rab Herzog llegó a un orfanato muy grade y conocido en Europa y se dirigió a la monja directora, dándole las gracias por salvar a los huérfanos judíos y le pidió recibirlos y tomarlos para que crezcan como judíos; la monja aceptó, pero hizo la pregunta obvia: ¿cómo sabrás quién, de los cientos de niños en este convento, es Judio/a? Ya han pasado varios meses desde que vieron a sus padres siendo llevados a las cámaras de gas.
El Rab Herzog le dijo, voy a saberlo, y pidió convocar a todos los niños al salón principal, subió al escenario y gritó con emoción, "Shema Israel, Ado-nai Elo-heinu Ado-nai Ejad!" Enseguida, decenas de niños pequeñitos corrieron a su dirección llorando amargamente y exclamando "Tate!", "Mame!" ... Se acordaron del Shemá Israel que sus padres decían con ellos antes de irse a dormir, todos esos niños se unieron al rabino y llegaron a Eretz Israel.
La Tefilá más famosa de entre todas las plegarias judías es el "Shemá". Su primer párrafo aparece en la Parashá de esta semana Vaetjanan; se nos ordena recitar el Shemá dos veces al día: por la mañana y por la noche. Además, esta Tefilá aparece varias veces en el Sidur. Por lo tanto, aparte del recitado del Shemá en Arvit, leemos el Shemá antes de irnos a dormir por la noche. Este es uno de los primeros textos judíos que se le enseñan a un niño pequeño, y es también la Tefilá que se dice cuando una persona deja este mundo, al final de su camino.
La declaración clave del Shemá es "Di-s es Uno". Los Jajamim dicen: "Todo el que se extiende en "Ejad", se le extienden sus días de vida."
En Jasidut se explica que en esto implican los Jajamim a pensar en la idea de "Hashem Ejad, Di-s es Uno", que significa no solamente que hay un solo Di-s, sino que toda la creación es uno con Dios. No hay nada fuera de Di-s.
Con este concepto en nuestra mente es que recitamos el Shemá Israel con todas nuestras fuerzas, pero más importante aún es que logramos internalizar que somos parte de Dios y darnos cuenta del tremendo mérito y responsabilidad de cada uno de nosotros en el plan divino y el significado interno de cada una de nuestras acciones.
Yehí Ratzón que tengamos el mérito de comprender que somos parte de algo tan grande y podamos cumplir con nuestra parte en la preparación para la Gueulá completa, que vendrá muy pronto.
Shabat Shalom
R' Nejemia Wilhelm
Beit Jabad Bangkok, Tailandia
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