Jasidi News: 5 de Av

זכרון לצדיקים

5 de Av - Yortzait del Arizal

El Ariza"l, de los más grandes Jajamim de la Kabala, de la cual Jasidut Jabad constituye una continuación directa de sus enseñanzas, al seguir su Shitá, y bajarla, adaptándola y haciéndola comprensible a todo Yehudi, con Torat haJasidut.

Un Maise del Arizal (extraído de "Sijat Hashabua")
Shlijut HaNeshamot

Rabi Jaim Ashkenazi, uno de los más grandes de su generación en Egipto y de los expulsados de España, se alegró mucho al recibir a su visita. "Bienvenido, Rab Yosef", lo llamó y lo sentó a su lado. "Sabelo que en un futuro irás a Israel, y allí tendrás un hijo. Llámalo por mí nombre, Jaim, y crecerá para ser un Talmid Jajam único en su generación."

Esta era la época del comienzo de los Mekubalim. Vivieron en aquel entonces ilustres Tzadikim, que se ocupaban en Torat HaSod, e incluso llegaron a tener Ruaj Hakodesh. Buscaron llevar a cabo su misión con la difusión de las enseñanzas de la Cábala, y del cielo los guiaron para encontrar las almas adecuadas para ser discípulos suyos.

Rab Yosef Vital fue expulsado de España, vivió en Egipto, se ganaba la vida como Sofer, y era conocido por su rectitud e Irat Shamaim. Al oír la Brajá de Rab Jaim Ashkenazi sin perder tiempo le avisó a su esposa. Ellos decidieron emigrar de inmediato a Israel.

Después de no mucho tiempo (en el 5303) les nació un hijo y lo llamaron Jaim. Desde su infancia ya era reconocida su grandeza en la Torá . Estudió con los grandes de la generación, el Alshij Hakadosh y Rab Moshe Cordovero (Ramak). Cuando creció, decidió ir a Damasco, Siria, para avanzar en una de las famosas Yeshivot.

En ese tiempo comenzó a brillar la luz de R' Itzjak Luria Ashkenazi, conocido como el Ari Hakadosh. Siendo todavía un Tzadik Nistar en Egipto se le apareció Eliahu Hanabi y le dijo:. "Sabe que se acerca la hora de que dejes este mundo, y tu propósito en el mundo se completará sólo cuando transmitas los secretos de tu estudio a R' Jaim Vital. Tienes que ir a Israel, donde te encontrarás con Rab Jaim en la ciudad de Tzfat, y él difundirá tu Shitá en el mundo".

Treinta y cinco años tenía entonces el Arizal. A pesar de que no quería revelarse (y que su fama salga al mundo), se vio obligado a salir de Egipto e ir a Israel Cuando llegó a Tzfat trató de ocultarse, y abrió un negocio para ganarse la vida. Pero cuando vino a estudiar y aprender de la boca de Rab Moshe Cordovero, el maestro de los Mekubalim, éste enseguida reconoció las fuerzas espirituales de su joven alumno y comenzó a prepararlo para que sea su sucesor.

Con el tiempo, muchas historias circulaban sobre el Ruaj Hakodesh que tenía el Ari, y los Jajamim de Tzfat sabían que entre ellos hay un hombre santo y Mekubal, que tiene poderes milagrosos.

Luego del Histalkut del Ramak sus alumnos recibieron al Ari como su maestro. El Arizal se sentó a la cabeza del grupo y enseñaba secretos ocultos, pero todo el tiempo estaba esperando cuando llegaría aquel alumno Rab Jaim.

El Ari sabía que Rab Jaim permanecía en Damasco, pero él no quería invitarlo. "Rab Jaim debe anhelar (el venir) por sí solo" se le dijo." Sólo de esa forma será meritorio y adecuado para estudiar Jojmat Haemet".

Junto con esto, el Ari intentó con su fuerza de Kedusha inspirar al alma de Rab Jaim de regresar a Israel y que sea su estudiante. Estaba acostumbrado el Arizal a realizar "Aliat Neshamot", donde viajaba por los mundos superiores. En una de esas Aliot llegó a la Neshamá de Rab Jaim y le dijo: ". Todo la causa de mi llegada al mundo no es sino para enseñarte secretos maravillosos desconocidos por todas las personas; te pido que te apures por venir a Eretz Israel a la ciudad de Tzfat."

Rab Jaim percibió las palabras del Arizal, pero no entendía la necesidad urgente de viajar a Tzfat. Por cuanto que no lo conocía al Arizal y no sabía hasta dónde llegaba su grandeza, continuó viviendo en Damasco otros seis meses.

Después de seis meses Rab Jaim decidió visitar Eretz Israel, para examinar si los rumores sobre la grandeza del Ari eran ciertos, y ver qué podía aprender de él.

Ese día era un día de alegría para el Arizal, que ya había preparado a su familia hacia la llegada y el encuentro con su invitado. También les dijo que el invitado se propone probar sus conocimientos en Torat Hanistar. Después de una cálida bienvenida por parte del Arizal, Rab Jaim le presentó un extracto de palabras del Zohar que requerían una explicación . Cuando comenzó a explicarlo el Ari, Rab Jaim se quedó atónito y sorprendido de la profundidad de las palabras fluyendo de la boca de R' Itzjak.

Él se dispuso a mostrarle un segundo párrafo, y no podía calmarse de los Jidushim (innovaciones) que eran descubiertas delante de él. Cuando le mostró un tercer párrafo el Ari le dijo que su alma todavía no es digna de más Guiluim (revelaciones). Rab Haim volvió a su posada con tristeza y desilusión.

En la posada donde se hospedaba Rab Jaim, la sorpresa e incertidumbre (de los de la casa) era grande. Toda esa noche, Rab Jaim se sentó en el suelo, y como alguien de duelo lloraba volcando lágrimas. Los miembros de la familia se preocuparon de que tal vez estaba llorando debido a algún decreto severo, pero Rab Jaim lloraba porque el Ariza"l no quiso seguir enseñándole.

Al día siguiente, se acercó Rab Jaim al Ari con súplicas y lágrimas. Sólo entonces le explicó el Ari con la cara radiante, que debido a su demora en Damasco esos seis meses ya no podría ser más su alumno, pero sus Tefilot y su ayuno durante esa noche ayudaron, y que de aquí en adelante no le impedirá (ni lo privará) de ninguna cosa.

Finalmente se habían encontrado maestro y alumno. Rabí Jaim Vital se apegó a su maestro, y terminó siendo su más grande discípulo y sucesor. Él más que nadie fue capaz de entender realmente las palabras de su maestro, y solamente a él se le permitió escribir su Shitá en un libro y enseñar su método ampliamente.

Sólo un año alcanzó Rab Jaim a estudiar con su maestro ya que el Arizal hizo Histalkut el 5 de Menajem Av 5332, teniendo sólo treinta y ocho años. Pero lo que aprendió en aquel año constituyó la fuente de varios tomos de Torat Hakabala, como lo escribió Rab Jaim.