Si bien hay algunos días designados por los jsidim como tiempos propicios para hacer farbrenguen, en verdad, cada día es un buen día para farbrenguear. A veces, hay disponible un lugar amplio y cómodo, pero otras veces, haces con lo que haya disponible. Una vez, algunos jsidim se reunieron para hacer farbrenguen en una bodega, ya que era el único lugar disponible.
Lógicamente, la luz era muy tenue. Cuando, en medio del farbrenguen, uno de los jasidim entró, comentó sobre la poca luz y lo oscuro que estaba y que apenas podía ver quién estaba a su lado. Uno de los participantes le respondió: "No te preocupes. Cuando uno está aquí por un tiempo, se acostumbra; y es capaz de adaptarse a la oscuridad y ver a su alrededor".
Al oír esto, Reb Hilel respondió: "Ese es el problema: acostumbrarse a la oscuridad y pensar que es luz. Recordá siempre que estás en la oscuridad y esforzate por elevarte por encima de ella ".
Mashpiim preguntaban: "De cierta manera, acaso no somos aquella persona a la que Reb Hilel le respondió?" Y contaban el siguiente moshol para explicar este punto.
Había una persona que alquilaba una posada del Poritz local (feudal). Los negocios le iban bastante bien, por lo que sus hijos casados se quedaron allí, tomando diversas responsabilidades del manejo de la posada y expandiéndola.
Sin embargo, la rueda de la fortuna comenzó a girar y la posada ya no generaba suficiente dinero para mantener a todos sus hijos, pero el dueño siempre optimista esperaba que esto es sólo una baja temporaria. Así que al final del año, cuando tenía que pagar el alquiler y renovar su contrato de arrendamiento, le pidió al Poritz que le permita utilizar el dinero del alquiler para actualizar la posada y al año siguiente, le pagará los dos años de alquiler.
Siendo que siempre pagaba a tiempo, el Poritz no se dio cuenta de que el dueño no tenía todo el dinero, por lo que pensó que estaba recibiendo una doble ventaja, una posada mejorada más el monto completo, y estuvo de acuerdo.
El dueño, de hecho hizo algunas mejoras estéticas, esperando atraer a nuevos clientes. Él pintó el exterior, acondicionó con tonos agradables las ventanas, etc., sin embargo, sus esfuerzos simbólicos no tuvieron éxito, y cuando el próximo año llegó a su fin, ahora tenía que pagar el alquiler de dos años, pero él no tenía. Cuando le contó al Poritz que ni siquiera podía pagar el alquiler de un año, el Poritz estaba fuera de sí, y como solía ocurrir en tales circunstancias, ordenó que el dueño y toda su familia que vivían allí sean arrojados a un profundo pozo /cueva.
Su mayordomo no perdió tiempo y antes de que nadie pudiera escaparse, fueron detenidos y puestos en ese pozo hasta que alguien, un familiar o un amigo, los rescate y pague el alquiler que le deben.
Sin embargo, el Poritz no era una mala persona, instruyó a sus criados que provean diariamente a los presos comida y bebida. Explicó, están allí sólamenta para que yo reciba la deuda que deben, sin embargo, no es una pena de muerte. Así que cada día un sirviente tomaba una gran canasta de diversos alimentos y bebidas de la cocina del palacio y lo bajaba por el agujero.
Pasó el tiempo y un día el sirviente escucha el llanto de un bebé recién nacido. Al darse cuenta que alguien dio a luz, se aseguró de tener en cuenta que tiene que empezar a traer más comida, y así continuó. Lamentablemente nadie vino a rescatar a la familia y pasaron allí muchos años. Sin embargo, como se ha señalado no estaba tan mal, ya que cada vez que otro niño nacía milagrosamente se proporcionaba alimento adicional.
Mientras tanto, la familia en este pozo subterráneo se dio cuenta de que están ahí para un largo plazo y comenzaron a excavar y explorar, y se dieron cuenta que este pozo se abre a una cueva extremadamente grande , donde hay amplio espacio para que cada familia se acomode y se ocupe de sus necesidades personales.
A medida que pasaron los años el posadero de edad avanzada y su esposa fallecieron y fueron enterrados con el debido respeto y la vida en la caverna continuó. Algunos de los nietos o bisnietos se las ingeniaron y todos estaban cómodos. Cuando los hijos y nietos mayores del posadero comenzaron a fallecer, sus descendientes comenzaron a tener la siguiente discusión.
Nacimos aquí, aquí nacieron nuestros padres y también nuestros abuelos. Esto debe ser toda la civilización. Y por lo tanto el destino está en nuestras manos. Vamos a explorar los confines de esta cueva sin fin y ver si podemos encontrar y descubrir nuevos horizontes, después de todo, tenemos que planear para el futuro.
Mientras que otros respondieron y dijeron: Recuerdo haber escuchdo de mis abuelos, que dijeron que cuando eran jóvenes solían vivir en un mundo grande, sin embargo, la familia no pudo pagar el alquiler por lo que los pusieron en esta cueva, o pozo. Pero yo les digo que hay un mundo más grande fuera de este lugar, y la prueba de esto es; cada mañana cuando nos despertamos, nos encontramos con numerosas y grandes canastas de alimentos. ¿No se dan cuenta que debe haber alguna otra persona viviendo ahí afuera que nos provee con todas nuestras necesidades!
Vamos, hablás en serio?, respondieron. ¿No sabes que esto ha sucedido por los últimos cien años, y eso es lo que se llama naturaleza, así es como funciona el mundo, este es el único lugar en el que las personas viven y nosotromos nos ocupamos de nosotros mismos y nadie más!
Los otros contrdijeron: simplemente porque no oyeron de sus bisabuelos este punto que dijimos en nombre de nuestros abuelos, no quiere decir que lo que hemos dicho no es cierto. El hecho es que hay una fuerza más grande que nosotros; sí, es un poder que aparentemente no es visible, pero cualquier persona con visión verdadera se dará cuenta que lo que dijimos en el nombre de nuestros antepasados es la verdad!!
Y esto, amigos mios, es la discusión entre Reb Hilel y la persona que dijo que te acostumbrarás a ella y no va a estar más oscuro.
Estamos viviendo en una situación en la que para algunos la mano de Hashem no es evidente, pero otros nos recuerdan que a pesar de que pueda no ser evidente para nosotros, no quita el hecho que Él re-crea constantemente el mundo y nos provee de todas nuestras necesidades.
Y como el Rebe solía decir, "De la forma como nos paramos en Shabat Bereshit, así irá todo el año." Démonos cuenta que hay luz y oscuridad, y la luz es luz y oscuridad es oscuridad.
(Nota del autor:) Por lo general no menciono la lección que se aprende de una historia o dicho, pero ya que el Rebe enseñó la lección que se aprende de esta historia de Reb Hilel, sería negligente si yo no lo menciono.
Estamos en golus - pero después de estar en el exilio durante tantos años, uno puede, Di-s no lo permita, acostumbrarse, y de hecho estar feliz, en esa situación. Debemos recordar siempre que estamos en golus - y no importa lo bueno que sea a nivel materialista, golus es oscuridad. Sólo cuando seremos redimidos con la llegada del Moshiaj Tzidkeinu va a ser brillante y luz. Debemos esforzarnos todos los días para lograr esto.
(R Sholom D. Avtzon)
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