lunes, 19 de agosto de 2024

"Que venga el Mashiaj y se lleve a los Cosacos a Ierushalaim..."

En el pasado, la mayoría de la gente tenía un gran desconocimiento sobre el significado del Galut y la magnitud del bienestar que habrá en los días de la Gueulá. Esta falta de comprensión (e ignorancia) se ilustra en la siguiente historia.

Rabi Najum de Chernobyl solía viajar frecuentemente entre ciudades para Tzorjei Mitzvá (con motivos nobles y necesidades comunitarias). En uno de sus viajes, se hospedó en una posada de una familia judía rural y muy sencilla, ubicada en un pueblo aislado y lejos de las grandes ciudades donde vivían la mayoría de los judíos.

Como era su costumbre, el Tzadik se despertó a medianoche para realizar el Tikún Jatzot en su habitación, derramando su corazón en súplicas y lágrimas por los sufrimientos del Galut y la opresión.
 
Los sollozos del Rebe despertaron al posadero, quien, en su inocencia y sencillez, pensó que algo terrible le había sucedido y corrió a la habitación del Rebe.

El Tzadik Rabí Najum sabía que el posadero tenía una mentalidad muy simple, por lo que trató de explicarle en palabras sencillas que estaba llorando y lamentándose por la destrucción del Beit Hamikdash y por los padecimientos que acosan al pueblo de Israel desde entonces. También le explicó que al mismo tiempo pedía y rezaba para que llegara pronto la Gueulá y que entonces todo iría bien para todo Am Israel.

Sin embargo, las explicaciones no parecieron tener efecto en el aldeano, quien seguía mirando asombrado a Rab Najum sentado en el suelo, con una vela a sus pies, un saco de arpillera sobre su cuerpo y un montón de tierra sobre su cabeza, con lágrimas brotando de sus mejillas.

"'¿Y acaso no deseas que Mashiaj aparezca y se revele, y que todos juntos vayamos con él a Ierushalaim, Ir Hakodesh?!" Intentó explicárselo Rabi Najum con una pregunta.

“No lo sé", respondió inocentemente el aldeano, "Debería consultarlo con mi esposa…”

Al poco tiempo regresó y dijo:

"No, mi esposa no está de acuerdo. Pregunta cómo podemos mudarnos a Ierushalaim y dejar atrás todas las gallinas y los patos que criamos y con los que nos ganamos la vida."

Rabí Najum volvió a preguntarle:
"¿Y qué harás si vienen los cosacos a tu finca y te roban tus bienes, y que incluso pueden amenazar con tu vida?!"

El aldeano, avergonzado, regresó nuevamente a consultarlo con su esposa y le pidió que reconsiderara la sugerencia. 

Su respuesta no se hizo esperar:

"Bueno, entonces dile al Rebe que rece para que venga el Mashiaj, y se lleve a los cosacos con él a Ierushalaim..."



Fuente: "Lejak Tob"

[El mensaje que transmite esta historia se puede hacer todo un Farbrenguen...]

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