jueves, 2 de mayo de 2024

La asombrosa Brajá que recibió (al meterse) en la fila equivocada - 28 DE NISAN

28 de Nisan 


La noche del 28 de Nisan de 5751 (1991), el Rebe de Lubavitch emitió un [conmovedor] llamado a sus jasidim, y a toda la comunidad judía del mundo, a incrementar sus esfuerzos para traer al Mashiaj y la definitiva Gueulá. En términos inusualmente personales, el Rebe expresó profundamente su dolor ante la situación: "¿Cómo es que la redención no se ha alcanzado?" exclamó el Rebe." ¿Cómo puede ser, que a pesar de todo lo que ha ocurrido y todo lo que se ha hecho, Mashiaj aún no haya llegado? ¿Qué más puedo hacer? He hecho todo lo que pude... Lo único que me queda por hacer es encargarles a ustedes el asunto. Hagan todo lo que puedan para lograrlo. Hagan todo lo que puedan para traer a Mashiaj Tzidkeinu de inmediato, yo he hecho mi parte. A partir de ahora, todo está en sus manos... "

Un Maise del Rebe y un mensaje


Hace varios años, miles de Yehudim se amontonaban en el gran Shul en 770 Eastern Parkway, el Shul central de Jasidut Jabad en Brooklyn, Nueva York, para escuchar al Lubavitcher Rebe. Allí no sólo había jasidim, sino también todo tipo de judíos. Incluso aquellos que no entendían una palabra de idish quedaban hipnotizados ante la genialidad de semejante personalidad.

El Sr. David Asulin vino a verlo por sí mismo y, aunque no creía exactamente todas las historias, se alegró de haber ido. Había nacido en Marruecos. Allí todos se criaron con la Emuná en los Tzadikim. Todo esto no era algo nuevo para él; pero desde que se mudó a Francia hace veinte años y se había establecido cómodamente allí, casi se había olvidado del concepto de los Tzadikim. Esta era su primera visita a Estados Unidos, donde viajaba por negocios. Sus amigos le habían dicho que si quería una experiencia inolvidable debía ir a ver al Lubavitcher Rebe. Lo hizo, y fue tal como se lo dijeron.

Después de aproximadamente dos horas escuchando con pausas de unos diez minutos entre las charlas, muchas personas se levantaron y formaron filas hacia el Rebe, que eventualmente se convirtieron en una sola fila. Cuando llegaban hasta él, le entregó a cada uno una botella de vodka.

El señor Asulin no entendía que (esta distribución y) las botellas eran sólo para aquellas personas que estaban realizando celebraciones (como ser bodas o Bar Mitzva's) en todo el mundo; pensaba que todo el mundo tenía derecho a una botella. ¡Así que él también se puso en la cola!

Cuando llegó su turno y estuvo cara a cara con el Rebe, el Rebe sonrió, le dio una botella grande y le dijo en francés: "C'est pour le mariage" - Esto es para la boda".

Él estaba asombrado; ¡Cómo supo el Rebe que habla francés! Eso fue asombroso, verifica todas las otras historias que había escuchado. ¡El Rebe ciertamente tiene poderes de percepción! Pero, por otro lado, llegó a otra conclusión también, lo que el Rebe le dijo en francés demuestra por otro lado que no es infalible. David estaba felizmente casado ya hace varios años. ¡Lo que dijo sobre una boda era claramente erróneo!

Una semana después regresó a Francia. Cuando le mostró la botella a su esposa, se rieron mucho de lo que dijo el Rebe. Pero cuando visitó su Beit Jabad local en Cartel, el rabino Jaim Malul no estaba de acuerdo con la conclusión de David. En cambio, le dijo que seguramente con el tiempo se daría cuenta de que no había sido un error.

David se rió para sí mismo. "El Rebe es un hombre tan agradable y muy dedicado. ¿Y qué si cometió un pequeño error?" David rápidamente olvidó todo el incidente.

Meses después abrió casualmente el armario donde había guardado la botella, lo que le recordó su experiencia en Brooklyn. "Sabes", le dijo a su esposa, "es una pena que esta botella del Tzadik quede sin usar. Hagamos algo, invitemos a toda nuestra familia, a algunos amigos, y la repartamos entre todos para brindar, darle a todos un Lejaim. Será interesante, un momento agradable y también una oportunidad para una bendición. Estoy seguro de que todos vendrán."

Comenzaron a hacer planes. Al principio pensaron en hacer el encuentro en su casa, pero a último momento decidieron que sería mejor trasladarlo al pequeño salón del Shul local en Rancee (cerca de París), que ya contaba con servicio de comidas kosher local que lo atendería.

Llegó el día del evento y los invitados empezaron a llegar de buen humor. Una pequeña banda tocaba una música animada de fondo y la gente intercambiaba saludos y apretones de manos. Pero cuando se estaban sentando para comenzar a comer, el rabino de la sinagoga entró en la sala, buscó a David con la mirada y cuando lo encontró lo llevó aparte y le susurró algo al oído.

David se volvió hacia la multitud y dijo: "El rabino necesita un Minian, que nueve hombres se unan para un rezo, unas bendiciones. Dice que sólo tomará unos minutos. ¿Quién quiere venir? Yo, por mi parte, voy."

En poco tiempo logró que el número requerido siguiera al rabino a la habitación contigua para lo que pensaban que sería una Tefilá, pero se llevaron una sorpresa.

En la sala estaban la novia, el novio y una jupá; ¡Era un casamiento! Pero, sorprendentemente, la pareja estaba sola. En menos de quince minutos terminó toda la ceremonia.

David y los otros hombres estrecharon la mano del novio, les desearon a los recién casados 'Mazal Tov' y con cautela preguntaron dónde sería la fiesta (también se preguntaban por qué no había invitados, pero les daba vergüenza preguntar).

Cuando el novio respondió que no se había organizado ninguna fiesta ni comida, David anunció: "¡Entonces están invitados a la nuestra!" Al instante la fiesta informal de David se convirtió en una auténtica fiesta de bodas. La banda tocó alegremente y los hombres comenzaron a bailar a un lado del salón con el novio, mientras las mujeres del otro bailaban con la novia.

Cuando terminó el baile se sentaron todos a comer. En medio de la comida, David se puso de pie, levantó la botella del Rebe, se aclaró la garganta pidiendo silencio y contó la historia del Rebe diciendo que era "Para la boda", y que finalmente entendió que el Rebe no se equivoca en absoluto.

"¡Qué!" -exclamó la novia. "¿Esa botella es del Rebe de Lubavitch para mi boda?" y estalló en lágrimas de pura alegría. Cuando se calmó, lo explicó.

Este era su segundo matrimonio. El primero terminó en un amargo divorcio que, sumado al hecho de que ella decidió volverse observante, resultó en una gran ruptura en su familia y ninguno de sus familiares se presentó. Nadie vino tampoco por parte de su marido, pero su razón era más sencilla. Era un converso al judaísmo y no tenía familia judía.

Se sentía tan sola e incómoda que unas semanas antes decidió actuar, siguiendo la sugerencia de un conocido  de escribirle al Lubavitcher Rebe, pidiéndole en la carta alguna señal de que el matrimonio tendría éxito.

"¡Y aquí estás ahora con la bendición explícita del Rebe!"

*

El mensaje, además de la fabulosa historia, es justamente trazar un paralelismo con las palabras que el Rebe declaró tantas veces: ¡Mashiaj está por llegar! Estamos atravesando la última etapa de la historia del pueblo judío en Galut. Aunque pueda parecer algo bastante lejano de "la realidad" y hasta pueda alguno concluir que era más bien un deseo o plegaria...o más bien una ilusión...lo cierto es que las palabras de nuestro Rebe se verán hechas realidad en su sentido más literal. Contra todo pronóstico. ¡Que sea realmente pronto!


©JasidiNews 
Fuente de la historia: Shabbosstories.com



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