A.G. de Ierushalaim cuenta lo siguiente:
"Como todos, yo también estoy ocupado los días previos al Jag con la limpieza de la casa, las compras, y todo eso. Una de las etapas finales de la renovación de la casa, después de que todo está más o menos listo para el Jag, incluyendo la cocina, es cambiar las macetas del living y del balcón en honor al Yom Teb. Dicen que si Pesaj empezaría una semana más tarde, igual habría algo que queda por hacer a último momento.
Fuimos a una florería donde compramos de vez en cuando, cerca de Ierushalaim. El dueño del negocio nos saludó amablemente, como siempre, y mientras su empleada estaba ocupaba combinando coloridas flores de distintos tipos en macetas y ramos, iniciamos una amistosa conversación.
Aquí precisamos hacer una introducción: hace unos días, escuché una historia contada por el Gran Rabino y Sheliaj de Rusia, Rab Berel Lazar:
"Una vez, vino un Yehudi al Rebe antes de Yud Alef Nison (el 11 de Nisan) y le dijo al Rebe que quería darle un cheque abierto por el monto que el Rebe determine, como regalo para el cumpleaños del Rebe. El Rebe le dijo que si quería hacerle un regalo, que done ese dinero para la distribución de Matzá Shmurá. El judío quedó asombrado y le explicó al Rebe que quería hacer algo grande! El Rebe le respondió: "¡Estoy hablando de algo muy grande! Que todo judío reciba una Matzá Shmurá."
'No', insistió el judío, 'estoy hablando de algo grande, un gran edificio, una gran institución, construir algo enorme, como regalo de cumpleaños'. El Rebe respondió: "Grandes edificios - hay en Williamsburg, el regalo que me puedes dar es hacerle llegar a otro judío una Matzá Shmurá."
Entre todos los preparativos para Pesaj, la historia me "atrapó". ¿Qué hace feliz al Rebe, qué es una "gran cosa"? No hay necesidad de dar vuelta el mundo, ¡solo entregar una Matzá Shmurá (Avodat Yad)! Sin edificios y sin demasiado esfuerzo. Sólo que llegue la Matzá a otro judío... eso es todo. Una revolución conceptual, si lo piensas un poco.
Es cierto, hay muchos Shlujim para quienes repartir Matzá es una parte integral de su agenda antes de Pesaj, pero para mí, que vivo en un barrio observante de Ierushalaim, no me encuentro todos los días con alguien que necesite una Matzá para la noche del Seder.
Pensé para mis adentros: "¿Tal vez debería ofrecerle al vendedor de flores Matzot?" Pero luego, pensándolo bien, me dije a mi mismo: “No puede ser que en una zona con una población observante tan grande nadie le haya ofrecido… ¿Quizás ya lo 'cargaron' de Matzot? Después de todo, la mayoría de sus clientes son judíos religiosos, así que quedaría en ridículo... Sin embargo, me volví hacia él y le pregunté: "¿Tiene Matzá Shmura para la noche del Seder?"
Al escuchar mi ofrecimiento, se mostró muy entusiasmado. "¿Hablas en serio? No tengo en realidad y me gustaría francamente tener alguna Matzá Shmurá para la noche del Seder", respondió emocionado.
Como esto no estaba en mis planes, como fuera mencionado, le prometí que mañana vendría especialmente y le traería tres Matzot Shmurot Mehudarot.
A la mañana siguiente, empaqué 3 Matzot en una bolsa pequeña y me dirigí al local. Aunque se lo había prometido el día anterior, se veía completamente sorprendido. Quizás hoy no todas las promesas dicen mucho... Le di un fuerte abrazo y le entregué las Matzot.
No dijo nada, sólo me miró a los ojos. Lágrimas corrían por los suyos. Luego de unos instantes corrió emocionado con el paquete de Matzot para mostrárselo a todos en el negocio. "¡Tenemos Matzá Shmurá...!"
"El regalo que me pueden dar es hacerle llegar a otro judío una Matzá Shmurá."
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