AdSense

miércoles, 14 de febrero de 2024

Las monedas que brillaban - La Historia de "Reb Gabriel el Simpático"

Poco después de que Rabi Shneur Zalman de Liadi se convirtiera en Rebe, vivía en Vitebsk un jasid llamado Gabriel, que era hostigado por sus familiares por haberse unido a "la Secta." Intentaban incluso arruinar su fuente de ingresos, más él ignoró estos desafíos y continuó visitando periódicamente Liozna, donde vivía el Rebe en ese momento.

Ni una sola vez se quejó ante el Rebe por el deterioro de la situación financiera de su negocio; por el contrario, siempre contribuyó generosamente a todas las causas por las que el Rebe recurrió a sus jasidim, como ser el apoyo a los eruditos necesitados en Eretz Israel y el rescate de prisioneros. Tampoco se quejó nunca ante el Rebe sobre otro motivo de dolor: veinticinco años después de su matrimonio, él y su esposa aún no habían sido bendecidos con un hijo. Pero Aquel que diseña todas las circunstancias provocó una circunstancia mediante la cual a Reb Gabriel se le concedería una triple bendición: hijos, larga vida y amplio sustento. Y así fue que sucedió.

Una vez se necesitó una gran suma para Pidion Shvuim, el rescate de prisioneros, y Rab Shneur Zalman, como era su costumbre, mencionó una suma que se esperaba que contribuyera Gabriel. Cuando le contó esto a su esposa, ella observó que no estaba feliz, como siempre lo estaba en tales circunstancias. En respuesta a su pregunta, él le contó el secreto de que, como resultado de las acciones de su familia, estaban siendo sumidos en la pobreza y él simplemente no tenía la suma que el Rebe había mencionado.

"¿No me has dicho muchas veces", dijo su esposa, "que nuestro Rebe dice que uno siempre debe confiar en Di-s y estar constantemente con alegría? Entonces, ¿por qué amargarse? El Todopoderoso seguramente nos ayudará y nos permitirá contribuir con el monto que el Rebe espera de nosotros!"

Luego ella se dirigió y vendió sigilosamente todas las joyas y gemas que tenía, y más tarde le llevó el dinero a su marido, diciéndole: "Mira, aquí ya tenemos todo el dinero."

Ella le sugirió que partiera de inmediato y llevara su pequeño bulto directamente al Rebe. Reb Gabriel le recordó que el Rebe generalmente enviaba un emisario para recolectar el dinero, y que sería preferible esperar también esta vez. Pero como al poco tiempo sus hermanos le causaron otra gran pérdida, temió que, si necesitaba el dinero, pudiera verse tentado a utilizarlo para otro fin, y decidió, finalmente, partir con el bolsito hacia Liozna.

Al llegar allí, colocó la bolsa con el dinero sobre la mesa del Rebe y le explicó que como su situación financiera no era tan cómoda como antes, prefirió no esperar hasta que alguna emergencia le hiciera desviar este dinero a otro fin; por lo tanto había venido ahora él mismo. Entonces el Rebe le dijo que abriera el paquete y contara el dinero. Así lo hizo y se sorprendió al ver que las monedas brillaban de tal manera, como si hubiesen salido directamente de la casa de la moneda.

El Rebe apoyó su cabeza sobre sus manos, como lo hacía a menudo cuando entraba en un estado de Dveikut, luego levantó su cabeza y dijo: "La contribución al Mishkan en el desierto incluyó oro, plata y cobre, pero el único metal que brillaba eran los espejos de las mujeres, de cuyo cobre estaban hechos el Kior y su base, que, por cierto, fueron los últimos objetos en fabricarse, pero los primeros en usarse en el servicio del Santuario. Dime, ¿de dónde salió este dinero?”

Gabriel le contó al Rebe que había sufrido tribulaciones por parte de su familia durante diez años y continuó contándole cómo su esposa había conseguido el dinero.

Una vez más, en estado de Dveikut, el Rebe apoyó la cabeza sobre las manos por unos instantes y luego dijo: "בת דינא - בטל דינא [expresión talmúdica que podría interpretarse literalmente "la hija de la ley,  anuló la acusación"] -- "Tus duras pruebas han terminado. Que Hashem te conceda a ti y a tu esposa hijos e hijas, y larga vida para ver descendencia de tu descendencia; que Hashem te conceda una y otra vez prosperidad dondequiera que vayas, y favor y gracia ("חן") a los ojos de todos. Vende tu negocio y comienza a comerciar diamantes."

Con el corazón rebozando de felicidad, Gabriel se apresuró a regresar a casa para llevarle la buena noticia a su esposa y le preguntó por qué brillaban así las monedas.

"Las froté y pulí durante mucho tiempo con arena", dijo, "hasta que brillaron y brillaron como las estrellas."

Gabriel cerró su tienda y empezó a comerciar con gemas. Dios hizo prosperar su camino, de modo que encontró favor y gracia ante los ojos de sus nobles y escuderos locales, quienes pronto se convirtieron en sus clientes habituales. Su clientela se fue ampliando día a día. Además, al cabo de un año su esposa dio a luz a un hijo.

En tres años se hizo muy rico, prosperando en todo lo que se dedicaba y encontrando gracia ante quienes se encuentren con él, al punto tal que lo apodaron "Gabriel el Simpático" [גבריאל נושא חן]. Después de cuarenta años, delegó su negocio a sus hijos y pasó su retiro estudiando Torá, Tefilá y realizando actos de caridad. De hecho, en su filantropía la creciente comunidad de jasidim de Vitebsk encontró una fuente de constante bendición.


Fuente: "A Treasury of Chassidic Tales" (Artscroll), Uri Kaploun.
Traducido por ©JasidiNews 
__________________


📣Para sumarse al grupo de *Jasidishe Maises*: 

https://chat.whatsapp.com/Gwm3R4tolqRLKB4HtPwigH

No hay comentarios:

Publicar un comentario