El Imrei Noam contó el siguiente Mashal:
Un león le dijo cierta vez a una oveja: "Huele mi aliento y dime cómo es." La oveja fue franca y le dijo la verdad: "Tu aliento huele horrible."
“¿Dónde está tu respeto por el rey de todos los animales?” El león rugió y se devoró a la oveja. Luego el león se dirigió al lobo: “¿A qué huele mi aliento?” El lobo vio lo que le pasó a la oveja y supo que no debía decir la verdad. Le dijo: “Su aliento huele delicioso, su majestad.”
"¡Me estás mintiendo!" Rugió el león, y se devoró al lobo.
El rey se acercó al zorro y le dijo: "Huele mi aliento y dime cómo está." El zorro se dio cuenta de que, ya sea que diga la verdad o mienta, su vida corría peligro. Entonces se señaló la nariz y le dijo: “Estoy resfriado y tengo la nariz tapada. No puedo oler nada.” De esta manera el zorro se salvó.
El Imrei Noam explicaba: Cuando uno está involucrado en un Majloket, no importa lo que diga, sin importar de qué lado esté, estará en problemas. El mejor consejo, por lo tanto, es evitar el majloket y mantenerse alejado.
Fuente: Reb Elimelej Biderman
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