En el año 1968, antes de Pesaj, el Rebe pronunció una Sijá muy aguda contra los organizadores (principalmente Reb Meir Kahana הי"ד) de una manifestación masiva (supuestamente) a favor de los judíos que se encontraban en Rusia en la Estatua de la Libertad. El Rebe dejó en claro que la mayoría de los participantes tenían buenas intenciones y debían ser elogiados por sus intenciones, pero que los principales organizadores habían sido advertidos de los desastrosos resultados que se producirían debido al momento oportuno en el que se encontraban, pero debido a su propio orgullo se negaron a reprogramarlo.
A lo largo de los años, el Rebe trabajó diligente y diplomáticamente en secreto y "detrás de escena" y logró sacar a muchas familias judías de la ex Unión Soviética. El Rebe había sido informado que había 150 familias que acababan de obtener visas y permiso para salir de Rusia durante el próximo Jol Hamoed Pesaj. Sin embargo, dado que la manifestación prevista tendría lugar el domingo antes de Pesaj, el gobierno ruso advirtió que si la manifestación se llevaría a cabo, cancelarán las visas de estas 150 familias. Esto no significaba menos que una amenaza de muerte para aquellas familias. (Cuando un ruso solicitaba y se le concedía una visa para salir del país, perdía inmediatamente su empleo y el derecho a trabajar. Eran considerados traidores a la nación y, por lo tanto, se les negaba el derecho a trabajar). El Rebe le dijo al rabino Kahana que él sabe que no lo escuchará si le pide que cancele la manifestación, por lo que solicita que simplemente posponga la marcha hasta después de Pesaj para que estas 150 familias puedan salir. El rabino Kahana realmente lo disgustó al Rebe cuando respondió que era mejor que estas familias perdieran sus visas a fin de que eventualmente “todos los judíos” puedan salir. El Rebe le preguntó: ¿quién te dio el derecho de causarle semejante calamidad a estas 150 familias? Si estuviera en Rusia y decidiera romper su propia visa a fin de formular una declaración, por más tonto que sea, al menos muestra un ideal. Pero para él estando en un país libre, sin ninguna amenaza para su propia vida, poner en riesgo la vida de 150 familias era puramente criminal.
Lamentablemente, el rabino Kahana no lo escuchó. Aquí podemos ver y apreciar cómo actúa un verdadero líder judío. No le importa si alguien más recibirá crédito no ganado, o si la población en general tendrá una creencia equivocada sobre lo que realmente sucedió, el principal interés del Rebe era el control de daños.
¿Cómo sé esto? Porque yo era uno de los tres bojrim que tuvo el zejut de hacerse cargo del 'control de daños.' El domingo por la mañana, el día de la manifestación, Reb Dovid Raskin ע"ה (entonces director de la Organización Juvenil Lubavitch) nos llamó a tres de nosotros a un lado. Mendel Lipsker (ahora Sheliaj de Jabad en Sudáfrica), yo y un tercer bojer. Nos dijo que el Rebe quiere que vayamos a la marcha en la Estatua de la Libertad, “no como representantes oficiales de Lubavitch”, sino que simplemente coloquemos Tefilín a tantas personas como sea posible, a fin de convertir esta desastrosa manifestación en algo positivo. Como el Rebe había declarado en la Sijá mencionada anteriormente, la mayoría de los asistentes eran jóvenes participantes idealistas que lo hacían de manera totalmente altruista, y la participación fue masiva. Tres ferries repletos llevaron a todos a la isla Ellis. Los tres logramos subir al primer ferry. En ese primer ferry estaba el orador principal y el atractivo principal de la marcha, el famoso actor, cantante y activista Theodore Bikel ע"ה. Estaba rodeado de todo tipo de jóvenes universitarios. Me volví hacia mis dos colegas y les dije que si conseguíamos que Theodore Bikel se pusiera los Tefilín, nuestro trabajo con todos los demás sería mucho más fácil.
Ahora, tienen que entender que estamos en el año 1968, la Campaña de Tefilín acababa de comenzar menos de un año antes (Lag BaOmer 1967) y todavía suponía un desafío enorme acercarse a extraños y pedirles que se pusieran Tefilín. Los otros dos pensaron que estaba loco. ¿Realmente pensas que una persona tan importante como Theodore Bikel se pondría Tefilín, especialmente en semejante exhibición pública? (A decir verdad, realmente no sabía “lo importante y famoso que era Theodore Bikel”, solo sabía que era un actor). Así que decidí hacerlo yo mismo. Mientras avanzaba para llegar hasta él, Mendel Lipsker decidió seguirme para ver qué pasaba. (Estaba en una posición tal que, si algo salía mal, no quedaría avergonzado). El tercer bojer ni siquiera apareció. Mientras caminaba hacia Bikel, le dije: "Vos sos Theodore Bikel." Él me responde: (viendo también a Mendel Lipsker) “Y ustedes son Lubavitcher Jasidim.” Me sentí devastado, se suponía que no debíamos estar allí oficialmente como Lubavitcher Jasidim y aquí estábamos siendo expuestos, sentí que lo había arruinado. Le pregunté: "Que eres Theodore Bikel es obvio, pero ¿cómo sabes que somos Lubavitcher Jasidim?" A esto él respondió riendo: “que son jasidim es obvio por su vestimenta, que son Lubavitcher Jasidim es obvio por el hecho de que tendrías algo que ver, (cierta comunicación) con un goi como yo.”
Como ya había cierto diálogo entre nosotros, le pregunté si accedería a ponerse Tefilín. Su respuesta fue tan hermosa e interesante que la he usado muchas veces a lo largo de mis años al dedicarme a las campañas de Mitzvot. Él me dijo: "No me malinterpretes, no tengo nada en contra de hacer algo judío, y no hay duda de que los Tefilín son algo judío... pero ¿no sería hipócrita por mi parte. que no cuido el Shabat y no como Kasher, ponerse Tefilín? En este punto Mendel Lipsker da un paso adelante y explica que el Rebe ha propuesto la “teoría de la Mitzvá parcial”, que cada Mitzvá es indepediente y tiene su propio efecto. También mencioné que, además, existe una regla: Mitzvá Goreret Mitzvá, y cuando cumplía una Mitzvá, te lleva a cumplir otra. Aceptó ponerse Tefilín. Aunque lo ayudé a ponérselos, él hizo la brajá y dijo el Shemá por su cuenta. Estaba a punto de comenzar a quitarle los Tefilín pero él me detuvo y dijo: “ya que estamos y tengo los Tefilín puestos, déjame decir un Shmoine Esrei” y se giró hacia un lado y dijo la Amidá. Le sonreí y le dije: "Ves, ya está funcionando!"
La gente le tomó fotografías con los Tefilín puestos y él posaba felizmente para ellos. Cuando salimos de 770 aquella mañana para ir a esta marcha, bajábamos las escaleras hacia el subte. En ese mismo tiempo, un bojer subía las escaleras. Llevaba una caja de botones, (tipo 'pins'/chapitas) grandes que eran los primeros de su tipo, recién salidos de la imprenta. YO ME PUSE TEFILÍN HOY, ¿Y VOS? Sabiendo que justamente a eso íbamos, le pedí que me dé algunos de esos botones. Con mucho gusto me dio una docena. Mientras le quito los Tefilín a Theodore Bikel, saqué de mi bolsillo uno de los botones y se lo enganché en su saco. Le gustó e hizo algunas fotografías más con eso puesto. Yo esperaba que lo tenga puesto durante su discurso.
Cuando llegamos a Ellis Island, erigimos un puesto de Tefilín detrás de la multitud y comenzamos a colocárselos a los presentes. Cuando Theodoro Bikel empezó a hablar, me disculpé de mis colegas y les dije que quería ver si todavía llevaba el broche. Había tanta multitud que me llevó prácticamente todo su discurso acercarme lo suficiente para verlo. Llevaba con orgullo el pin. Pero cuando estaba terminando su discurso, literalmente me dejó atónito cuando dijo: "...Y ahora, si realmente quieren hacer un acto noble por la judería rusa, hay 2 lubavitcher jasidim en la parte de atrás (solo nos había visto a mí y a Lipsker). ¡¡¡Vayan y pónganse Tefilín con ellos!!!” Corrí de regreso a nuestro puesto de Tefilín y les conté lo sucedido y que se prepararan para una multitud. Efectivamente, no pudimos parar hasta la puesta del sol y le pusimos Tefilín a más de 1.000 personas. Qué excelente informe pudimos darle al Rebe cuando regresamos a 770.
Años más tarde se hizo evidente que Theodore Bikel era un gran admirador y simpatizante de Lubavitch y muchos Shlujim lo invitaron a hablar en varios eventos, pero no fue sino hasta fines de los años 70 que supe que fue esa reunión en el ferry fue lo que le hizo admirar a Lubavitch.
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