Durante varios meses, la cuestión de conseguir una Visa cernía en el aire. ¿Podrán los padres del novio, viviendo en Eretz Israel, conseguir el permiso de las autoridades estadounidenses para viajar a la boda de su hijo que se suponía tendría lugar allí?
Esto sucedió cuando Rab Itzjak Twersky, el hijo del Rebe de Rajamastrivka, Rab Yojanan Tversky, se comprometió en enlace con la hija del Rebe de Skver, que vivía en Estados Unidos. El hecho que Rabí Yojanan sea ciudadano nacido en Rusia generó grandes dificultades para obtener la visa, debido a las frías relaciones entre los países en aquel entonces.
La espera por la visa retrasó la fijación de la fecha de la boda. Cuando pasaron varios meses, el padre de la novia decidió que era imposible demorar más y debía fijarse una fecha para la boda. Para alegría de todos, poco antes de la boda, los afortunados padres recibieron las tan esperadas visas y lograron llegar a Estados Unidos.
Antes de la boda, los padres fueron con el novio a visitar al Lubavitcher Rebe para recibir su bendición. Rab Yojanan tenía ya conocido tempranamente al Rebe. El abuelo del Rebe, Reb Meir-Shlomo Yanovsky, sirvió como Rabino en Nikolayev, la ciudad donde nació el Rebe. Durante la Primera Guerra Mundial, el Rebe de Rajmastrivka tuvo que huir de su pueblo hasta Nikolayev, el Rebe de vez en cuando había ido a visitar a su abuelo y así fue como se conocieron.
Los invitados fueron llevados a la oficina del Rebe y la conversación se desarrolló cordialmente. El Rebe bendijo a los padres y al novio. Durante la conversación, el Rebe le dijo al Rebe de Rajmastrivka: "Hay un judío aquí en Nueva York cuyo apellido es Landsman y es profesor en la universidad. En su pasado fue observante de la Torá y las Mitzvot, pero cuando llegó a los Estados Unidos abandonó el camino y los hábitos del judaísmo." El Rebe le reveló entonces a Rab Yojanan que había intentado hacer regresar a este judío a una vida de Torá y Mitzvot, sin éxito.
"¿Está usted dispuesto a actuar respecto a este asunto?" le preguntó el Rebe, a lo que Rab Yojanan respondió afirmativamente. El Rebe agarró el teléfono y marcó el número de la casa del profesor Landsman. "El Rab Twersky de Nikolayev está aquí y desea encontrarse contigo", le dijo el Rebe. "¿Cuándo te parece cómodo el encuentro?" El profesor respondió que el viernes pasado el mediodía sería un momento adecuado. El Rebe le dio la dirección de la casa (donde se hospedaba el Rebe de Rajmastrivka) y organizó el encuentro entre ellos.
Efectivamente, el viernes por la tarde, el profesor Landsman se presentó en la casa donde se hospedaba Rab Yojanan. Inmediatamente después del cálido re-encuentro, ambos comenzaron a hablar acerca de los acontecimientos de la guerra y cómo lograron escapar de ella, siendo ambos sobrevivientes que vivían en la misma ciudad.
"¿Qué te trajo a los Estados Unidos?", le preguntó Landsman. Rab Yojanan le habló acerca de la boda de su hijo que está por realizarse en Nueva York. El profesor sacó una chequera del bolsillo de su traje y emitió un cheque como regalo de bodas. "No aceptaré el cheque antes de que terminemos nuestra conversación", le dijo el Rebe al sorprendido profesor. "¿Qué sucede? ¿Hay algún problema?", se preguntó.
Rabí Yojanán no respondió y comenzó a hablar con el hombre sobre su estado y situación en el cumplimiento de la Torá y las Mitzvot. "¿Qué pasa con el cuidado del Shabat?" le preguntó el Rebe. "Esto es difícil para mí", se justificó el profesor. "En invierno, vuelvo tarde de la universidad, cuando el Shabat ya comenzó, y si no me presento a trabajar , mi sustento se verá afectado."
"¿Y qué pasa con el Kashrut?", siguió preguntando Rab Yojanán. Landsman respondió que si hubiera un almacén cerca de su casa que vendiera productos kosher, se le haría más fácil, pero para conseguir productos kosher tiene que ir muy lejos, y el esfuerzo le resulta difícil. Y así, en cada asunto judío que Rab Yojanan planteaba, el profesor tenía una excusa preparada de por qué no lo cumplía.
De repente, el Rebe estalló en llantos, lágrimas de emoción: "En Rusia dimos nuestras vidas por cuidar la Torá y las Mitzvot", exclamó todo sacudido. "¡Podrían habernos disparado! ¡Enviarnos a la helada Siberia por muchos años! Y, sin embargo, entregamos nuestras almas por preservar la Torá y las Mitzvot, a pesar de todas las dificultades."
"Y cuando finalmente llegamos a un país donde hay libertad de expresión y religión, y todos pueden cumplir Mitzvot sin dificultad, precisamente ahora buscan excusas por qué no cumplir las Mitzvot?!"
El profesor estaba muy conmocionado con estas palabras. Lágrimas comenzarono a brotar de sus ojos. "Rab,", sollozó, "le prometo que volveré a cumplir las Mitzvot."
En aquellos próximos minutos, el Rebe lo guió sobre cómo podría manejarse para observan las mitzvot en la práctica y le ofreció soluciones para enfrentar los desafíos que implicaba la observancia del Shabat y el Kosher.
Cuando terminaron la conversación, el Prof. Landsman sacó el cheque nuevamente y quiso entregárselo al Rebe: "Sólo cuando escuche del Lubavitcher Rebe que has vuelto a cumplir Torá y Mitzvot, aceptaré tu regalo." respondió el Rebe.
Tres semanas después, sonó el teléfono en el hogar donde se hospedaba Rab Yojanan, que todavía se encontraba en Estados Unidos. La voz del Rebe de Lubavitch se escuchaba del otro lado de la línea.
"Seguro piensa usted que ha venido a los Estados Unidos para casar a su hijo", le dijo el Rebe. "Debe saber que usted ha llegado hasta aquí para traer a este judío de regreso a sus fuentes y raíces. ¡Landsman ya cumple Torá y Mitzvot!"
Fuente: Sijat Hashabua #1916, Haazinu 5784 (Según la historia del rabino Najman-Yosef Tversky, nieto del Rebe de Rahmastrivka)
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