lunes, 19 de junio de 2023

Una reflexión a mi propio yo de post-Guimel Tamuz

Por Reb Mendel Itzinger


Nunca conocí al Jazn Kraus, pero debo decir, hizo un gran impacto en mi vida.

Hace unos años, me llegó la historia de Reb Moshe Kraus.

Esto pasó al principio de la Segunda Guerra Mundial, él estaba sentado en la mesa del Rov en Chust, cuando llegó la noticia de que Reb Boruj Rabinovitch, entoncces el Munkatcher Rebe, yerno y sucesor del Minjas Elozor, estaba en un tren junto con su hijo y miles de otros Yehudim siendo deportados de Hungría haica Kameitz-Poldosk.

No hacía falta ser un experto en guerras para comprender que la vida de Reb Boruj estaba en peligro, por lo que el Rov de Chust lo envió de inmediato a Moishe a la estación con $500 escondidos en un Sefer, indicándole que se los entregara a Reb Boruj, para que él sobornara a quien sea necesario para salvar su vida.

No fue fácil para el joven Moishe ubicarlo al Rebe, y lo que vio y escuchó en aquella estación en ese caluroso día de verano le dejaría una cicatriz de por vida.

Entonces, cuando finalmente encontró al Rebe en el sexagésimo vagón que buscó (!), exclamó: "Rebe, ¿Cuánto Kidush Hashem necesita Hashem ya?!"

Reb Boruj'l lo miró cariñosamente y le respondió:

“Moishele, las personas que están siendo asesinadas (acá y ahora) son Kedoishim, irán a los lugares más altos que puede haber en el Gan Eden, pero no están muriendo Al Kidush Hashem, dado que no se les da opción.

¿Sabes cuándo será Kidush Hashem?

"Cuando Beezras Hashem vos, yo y mi hijo Hershele sobrevivamos a la guerra, y a pesar de todo, cuidaremos el Shabes, nos pondremos Tefilín y cumpliremos todas las Mitzvot, eso será Kidush Hashem."

***

Si me lo permiten, me gustaría hablarles a la generación más joven, aquellos que crecimos “post-Guimel Tamuz” (aunque muchos de nosotros de esta generación más joven, ya no somos tan jóvenes desafortunadamente…)

A menudo nosotros le preguntamos a la generación anterior: "¿Cómo puedes esperar que yo sea un Josid como tú? Nací después de Guimel Tamuz."

A menudo, es más una declaración que una pregunta.

Sabes tan bien como yo que su respuesta: "También entonces teníamos un Yetzer Hara" no significa nada para nosotros.

Porque, obviamente, ¡ellos lo tenían más fácil que nosotros!

Al igual que me es más fácil que aquellos jóvenes de un par de Kitot debajo mío que nunca tuvieron el mérito de ver al Rebe.

Por supuesto, estamos celosos y tenemos todo el derecho de ir a nuestra Avoda con un בכיה תקיעא מסטרא דא, pero quiero que sepas que, en definitiva, esa 'Pregunta' o, más exactamente, ese 'cuestionamiento', carece de fundamento.

Estudié el Tania varias veces, y todavía tengo que buscar adónde escribe el Alter Rebe que uno solo necesita procurar y esforzarse por ser un בינוני hasta ג’ תמוז תשנ”ד.

He mirado en מפרשי התלמוד y todavía no he visto a nadie que diga que nuestras Neshamot ya no hacen una שבועה que seamos un Tzadik y no un Rasha.

Porque tenemos una tarea que hacer, independientemente de la oscuridad y las dificultades que nos rodeen.

Sí, me frustro con los desafíos del oscuro mundo en el que vivimos hoy, pero eso es solo porque mi corazón no siempre siente lo que mi mente sabe.

Y cuando me siento deprimido y abatido, cuando lamento el mundo que era antes, o peor aún, cuando no siento nada… Reb Moishe Kraus me viene a la mente y me recuerda:

Es por esta misma dificultad, por esta misma oscuridad, que

Lo que hacemos hoy impacta y logra más en lo que respecta a traer al Mashíaj que cualquier cosa que hayamos hecho hace treinta años.

Ay, ay, ay, la tenemos más difícil, pero cada vez que hacemos Davenen como un Josid debería hacer, cada vez que decimos NO a nuestras indulgencias, cada vez que cumplimos una Mitzvat Asei o nos abstenemos de cometer una Lo Taase, estamos efectuando un Kidush Hashem de una manera que la "generación anterior" nunca pudo hacerlo.

Estamos generando una Dirá en un plano de Tajtoinim imposible para nuestros padres.

Vos, el Bojer de hoy en día,;yo, el Yunguerman de hoy.

Somos un Kidush Hashem caminante.

***

Reb Moishe vivió hasta los 100 años y falleció la semana pasada, sin dejar descendencia.

Que su guía para ser 'Yehudim como los de antes' incluso cuando el mundo no sea 'como lo era antes', sirva de לעילוי נשמתו, y que todos le hagamos a Hashem la misma pregunta que el joven Moishe le hizo a su Rebe: “¡Cuánto Kidush Hashem ya!

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