La familia Kahan llegó a Eretz Israel a mediados de los años '30 y se estableció en Ramat Gan. Como la mayoría de sus vecinos en la pequeña comunidad Jabadnik de la ciudad, eran extremadamente pobres y dependían del negocio de entrega de leche de su padre para sus escasos ingresos. "Ni siquiera teníamos sillas para sentarnos", recordó su hijo, Rab Yoel Kahan. "Nos sentábamos en bancos alrededor de la mesa."
Sin embargo, este grupo de ocho familias jasídicas, en su mayoría refugiados de la opresión comunista, compensó con amabilidad vecinal lo que les faltaba en comodidades materiales. Juntos, abrieron una escuela para sus hijos y abogaron para que el gobierno construyera una Mikve en su área.
Un día, el padre, Refoel Kahan, se encontró con Reb Meir Blizinsky, un antiguo compañero de clase de sus días en la Yeshive en Varsovia. Meir vivía en Bnei Brak y trabajaba de pintor de casas. Refoel instó a Meir a unirse a la incipiente comunidad de Ramat Gan, pero Meir estaba preocupado por su sustento.
Refoel le dijo que no se preocupara y que la comunidad ayudaría.
Al día siguiente, como de costumbre, Refoel cabalgó de casa en casa en su burro repartiendo leche. Esta vez, en cada casa, preguntó y les ofrecía si deseaban comprar pan, como un favor personal, de un nuevo repartidor que vendría en el futuro.
Muchos accedieron, y así fue como Meir se mudó con su familia a Ramat Gan con un empleo ya asegurado.
Fuente: Story Bites
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