La Rabanit Jaya Mushka solía visitar la biblioteca en Manhattan a menudo. Hace varios años llegó en cierta oportunidad a la biblioteca y le dio su tarjeta a la bibliotecaria. Ella, que vio el nombre "Schneerson" en la tarjeta, le preguntó: "¿Eres pariente del famoso Rabbi de Brooklyn?" La Rebetzn respondió afirmativamente. - "¿Cómo es el parentesco?" - "Él es mi marido", respondió la Rebetzn.
Cuando la bibliotecaria escuchó esto, comenzó a quejarse y rezongar, diciéndole que tenía quejas contra el Rebe. Le contó que no tenía hijos y que "con mucho esfuerzo fui al Rebe hace unos dos años y le pedí una bendición para tener un hijo. El Rebe me bendijo y me dijo que debía asumir cumplir alguna Mitzvá", dado que la bendición es como la lluvia, y necesita un recipiente en el cual entre la bendición. Le dije al Rebe que asumiría y me comprometería a encender las velas de Shabat. Han pasado dos años desde entonces y todavía no tengo un hijo...Nada."
La Rebetzn la calmó y le dijo: "Yo tampoco tengo hijos."
Cuando la bibliotecaria escuchó esto, se quebró en llanto y le dijo: "Perdóname, pero soy una sobreviviente de la Shoá, estuve en campos de concentración y de mi familia no quedó nadie, sólo yo, por eso me es tan importante tener hijos, se trata de la continuidad de mi familia."
La Rebetzn le preguntó atentamente y con precisión: "¿Qué fue exactamente lo que te dijo mi marido?" La bibliotecaria respondió: "Me dijo que encienda las velas de Shabat."
- "¿Y lo haces?"
"Sí", respondió afirmativamente la bibliotecaria.
"¿Cómo lo haces?", siguió preguntando la Rebetzn. “Todos los viernes enciendo dos velas cuando mi esposo llega del trabajo, a las siete u ocho de la noche.”
Entonces la Rebetzn le explicó que el propósito de las velas de Shabat es honrar el Shabat y no profanarlo, y por lo tanto uno debe tener cuidado de encender las velas antes de la puesta del sol. "¡Ocúpate y comprométete a encender las velas como corresponde!", afirmó la Rebetzn. La bibliotecaria se encargó de encender las velas a tiempo, y diez meses después nacía su hijo...después de esto siguió manteniendo un Kesher (un contacto) continuo con la Rebetzn, e incluso la visitaba en su casa.
Fuente: Vehajai Iten El Libó
No hay comentarios:
Publicar un comentario