lunes, 19 de diciembre de 2022

Argentina Campeón del Mundial de Fútbol - ¿Qué enseñanza podemos tomar nosotros de todo eso?


"Todo lo que uno ve o escucha, todo suceso que llegue a sus oídos, posee una lección acerca de cómo conducirse en su Avodat Hashem." (El Baal Shem Tob)




El Talmud Yerushalmi (Avodá Zará 3:1) nos cuenta que un águila transportó a Alejandro Magno a los cielos. Desde allí, el mundo se veía como una pelota. De manera similar, el Zohar (3:10) comenta que "el mundo entero gira en un círculo como una pelota".

En el fútbol, el objetivo consiste en meter el gol, o sea, hacer pasar la pelota a través del arco. De este modo, la pelota, es decir, el mundo, le ha sido entregada a cada judío con un propósito similar. La Mishná comenta: “Cada individuo está obligado a decir 'El mundo fue creado para mí'. "El mundo se le da a cada individuo con el propósito de que lo haga pasar por el "Arco del Rey", a pesar de los tantos obstáculos y dificultades que deba superar.

En el fútbol, el equipo contrario trata de evitar que los jugadores metan el gol. Al mismo tiempo, intentan pasar la pelota para llegar a atravesar el arco contrario, "el Portón del Guehinom". Así sucede en nuestra vida: los obstáculos y desafíos que encontramos deben suscitar en nosotros ese atributo de victoria, cualidad característica que activa la esencia misma del alma.

En el fútbol, la presencia del equipo contrario genera que el jugador corra y salte, no contentarse con una progresión o avance lento o gradual, paso a paso. Además, el juego se gana por medio de los esfuerzos de los pies, que simbolizan el hecho y la acción, en lugar de la cabeza. Por supuesto, el juego debe jugarse con el pensamiento. Sin embargo, el aspecto más importante es el hecho y la acción. Del mismo modo, en nuestra Avodat Hashem existen paralelismos con todos estos conceptos.

Estas palabras no vienen con la la intención de alejar a una persona de sus estudios y hacer que salga ahora a jugar a la pelota. Sin embargo, dado que hay niños que, hasta el momento, no aprecian completamente la preciosidad de la Torá y quieren jugar (y les gusta) al fútbol, deberían hacerlo Leshem Shamaim "en aras del Cielo" (con buenos y productivos fines). Al "educar a un niño a su estilo", es decir, tomando algo como el fútbol, que le gusta, y enseñándole (y demostrándole) cómo se puede hacer Leshem Shamaim, nos aseguramos que "incluso cuando crezca no se apartará de él."

(Palabras del Rebe de Lubavitch, Shabat Mebarjim Iyar 5740 [1980])

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