jueves, 29 de septiembre de 2022

El dilema de las manos llenas

Alguien angustiado acudió cierta vez al Rab Dov-Berisch Weidenfeld, el famoso Tchebiner Rav. Sus hijos se estaban haciendo grandes, (algunos de ellos no gozando de una buena salud) y no lograba encontrarles Shiduj. "Ya no sé qué hacer", le dijo al Tchebiner Rav. Se sentía perdido en sus preocupaciones.

El Tchebiner Rav le respondió con una historia:

"Hace algunos años, en Erev Yom Kipur [la mañana víspera del ayuno], un hombre caminaba temprano en la madrugada dirigiéndose a hacer Kaparot [pasar un gallo sobre la cabeza mientras se recita una determinada oración 3 veces, y luego donar el pollo o su valor monetario a los pobres] Sostenía el pollo en una mano, y en la otra mano sostenía su Majzor.

"Cuando estaba a punto de comenzar, sus anteojos se deslizaron de su nariz y cayeron al suelo. Se quedó allí, perplejo, sin saber qué hacer. ¿Cómo haría para levantar sus anteojos cuando ambas manos estaban llenas? Si dejaba y apoyaba el pollo, podría escaparse. Ciertamente no podía dejar el Majzor en el suelo. Así que se quedó allí confuso, con las manos ocupadas y sus anteojos en el suelo."

El hombre que escuchaba la anécdota estaba confundido. "Entonces... ¿qué hizo?" finalmente preguntó, cuando entendió y había quedado claro que el Rav había terminado de hablar.

"No lo sé", respondió Tchebiner, "pero de una cosa estoy seguro. ¡Él ya no está parado allí!"

Con esta historia, el Tchebiner Rov le dijo: "La gente a veces no sabe qué hacer, se siente trabada, incapaz, pero esas situaciones no permanecen estáticas. Con el tiempo, de alguna manera todo se soluciona. Los problemas de hoy pueden no estar allí en el futuro."

[Fuente: Adaptado por Yerajmiel Tilles de toirahwellsprings@gmail.com.
(Torah Wellsprings: pensamientos recopilados del rabino Elimelej Biderman, Shlita. Compilado por el rabino Boruj Twersky con permiso de Majon Beer Haemuna.)

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