martes, 2 de agosto de 2022

Una Entrevista Con Reb Yoel Kahn: "¿QUIÉN NECESITA DE JASIDUT?" PARTE 1







En una entrevista singular y exclusiva, el Mashpia y Joizer Reb Yoel Kahn expone con su estilo inimitable por qué Jasidus es relevante para todos y cómo debe ser estudiado.

De una entrevista para la revista Perspectives en 5773/2013.

Con motivo de cumplirse el primer Yortzait de Rab Yoel Kahn, 6 de Menajem Av 5782.


Reb Yoel. El nombre lo dice todo. Se podría decir que no hay Lubavitcher josid, hombre mujer o niño, que no sea consciente de su envergadura. 

En su lugar, ubicado directamente frente al Rebe, Reb Yoel permaneció durante cuarenta años, absorbiendo, integrando y luego plasmando en papel miles de horas de Torá. Incluso cuando en los últimos años era  asistido por sus estudiantes, no se imprimió nada sin su aprobación. El Rebe había confiado plenamente su Torá escrita en sus manos.

Aparte de su trabajo como joizer, Reb Yoel es el mentor indiscutible de los maestros de Jabad, y sin duda el hombre que influyó en Lubavitch en los últimos tiempos más que cualquier otro Josid. Ningún yungerman o bojur actual no es un talmid de él, o de uno de sus talmidim.

Otra revolución más encabezada por este genio amable y admirable: la transformación de las hafatzat hamayanot . Tanto mediante material impreso, como así también a través de Shiurim de audio, las lúcidas explicaciones de Reb Yoel sobre Jasidus han llegado a decenas de miles de mentes y corazones en todo el mundo.

De hecho, para los miles que llenan el estadio de Eretz Israel durante sus visitas, él es su cordón vital, que los conecta con Jasidus. Cómo se las arregló simultáneamente para dar forma al revolucionario Sefer HaArajim (popularmente pronunciado como Sefer HaErjim), forjando un camino original en la exposición de Jasidus; servir como maestro mentor para cientos de bajurim; participar activamente en la atracción de miles que estaban fuera de los círculos de Jabad; es insondable. Cómo a su edad, y a pesar de su estado de salud, todavía viaja por el mundo e imparte diez shiurim a la semana en Nueva York, guía la publicación de la Torá del Rebe y publica artículos periódicos, farbrenguens con los bojrim.e invierte un trabajo minucioso en Sefer HaErjim, solo se puede explicar de una manera: su sincera admiración y amor por su Rebe.

*

Como pregunta inicial, nos gustaría preguntar: ¿Cuál es el punto de estudiar Jasidut? Jasidut introdujo un camino hermoso y vibrante de avodat Hashem que realza nuestra vida cotidiana, pero ¿por qué es necesario estudiar las ideas detrás? ¿No podemos ser buenos jasidim simplemente siguiendo las directivas de Jasidut?


Reb Yoel sonríe, saca su lápiz del bolsillo y comienza su shiur:


A fin de  responder a esta pregunta, debemos primero echar un vistazo a la naturaleza de las enseñanzas de la Torá en general. Cuando la Torá nos enseña un modo de comportamiento, su propósito no es simplemente instruirnos en nuestro comportamiento, sino revelar la verdad del asunto.


Una vez estaba hablando con un yehudi que se interesó en Jasidut, pero por sus preguntas, deduje que tenía una comprensión completamente diferente de lo que Jasidut se trataba. Para él, las sendas de Jasidut simplemente sumaban a la orientación sobre cómo una persona debería comportarse, aunque de una manera más elevada que otras.


Le dije: El hecho de que 2 + 2 = 4 resulta en muchas resoluciones y decisiones. ¿Dirías que este principio es una instrucción sobre cómo debemos pensar? Supongamos que no hubiera personas en el planeta, ¿seguiría siendo cierto el principio? ¡Por supuesto que sí! - porque esta es la verdadera naturaleza que Hashem creó en nuestro mundo. Lo mismo ocurre con Avodat Hashem: las virtudes enseñadas en la Torá son verdaderas y son el resultado de una comprensión más profunda del mundo.


En otras palabras: el primer principio que tenemos que entender es que Jasidut no es un mero manual de autoayuda para el desarrollo de la personalidad. Jasidut nos enseña a darnos cuenta de que el mundo no comienza ni termina dentro de nosotros. La verdad está más allá de nosotros y es independiente de nosotros.


Para explicar esto de manera práctica: La Torá instruye a una persona a no dejarse llevar tras los deseos de su corazón, ni hablar cuando esto implicaría una prohibición explícita. Sin Jasidut, esta es una lucha tremenda. Frente a sus ojos ve todas las tentaciones de este mundo y, aunque desea disfrutarlas, se ve obligado a abstenerse. Emplea varios trucos para contrarrestar su tentación: profundizará en el estudio de Torá, se recordará la recompensa que le espera en Gan Eden o el castigo en el Guehinom, o considerará las consecuencias negativas mundanas que resultarán si sucumbe a la tentación.


En contraste con este enfoque, Jasidut revela la verdadera naturaleza de las cosas y suprime el conflicto desde el principio. Cuando uno estudia Jasidut, llega a reconocer que ese mismo objeto que desea no es tan deseable después de todo. Cuando comprende que el placer de este elemento es en realidad una expresión de energía Divina en una forma severamente oculta, naturalmente se sentirá atraído a buscar algo que esté impulsado por más energía Divina que esta trivial tentación física.


Además, Jasidut explica que todo en el mundo se crea con el propósito de la Torá y los Yehudim. Por tanto, es imposible que exista algo que suponga una contradicción a ellos. Esto es cierto tanto para los elementos permitidos como para los prohibidos.


Respecto a los elementos permitidos, el objetivo es que sean utilizados para el Servicio Divino, que se eleven a Hashem, como un Korbán. Las cosas prohibidas fueron creadas con el único propósito de vencer nuestra tentación y abstenernos de caer en ellas. Ellos despiertan dentro nuestro un amor por Hashem más grande que el que tendríamos sin el desafío, como un río que corre luego de que se haya interpuesto una presa.


Cuando uno reconoce que un objeto atractivo fue creado para permitirle servir a Hashem, ya sea usándolo para una Mitzvá o, si está prohibido, al abstenerse de él, la tentación se vuelve mucho más débil, ya que ese objeto ha perdido su atractivo.


En otras palabras: Jasidut expresa la verdad y la realidad de las ordenanzas de la Torá. Por supuesto, uno puede y debe cumplir las Mitzvot incluso sin una comprensión más profunda, pero no hay duda de que esta comprensión lo hace mucho más fácil y más concreto.



Ahora puedo entender lo que los Bojrim comentan cuando hablan de la claridad de Reb Yoel. Incluso yo lo entendí. Sin embargo, no me quedé satisfecho. Me atrevo a indagar más.


Bien, sabemos de muchos jasidim de generaciones anteriores cuyas vidas ejemplificaron plenamente los ideales de Jasidut. Hoy, seamos honestos, dada la ‘Yeridat Hadorot’, jasidim así quedan pocos y distantes. Entonces, ¿cuál es el propósito de un estudio exhaustivo de Jasidut para la persona promedio, si de todos modos no saldrá un Josid genuino? Aparentemente, sería mejor simplemente leer pasajes inspiradores y recibir consejos prácticos.


La verdad es que tener las creencias correctas y comprendidas es de por sí una necesidad. No se puede decir: "Mientras cumpla todas las Mitzvot, ¿qué diferencia hay si creo en los Trece Principios de Fe?" Necesitamos tener la comprensión clara y correcta.


Para resaltar esto, compartiré contigo una historia, pero primero debo hacer una introducción:


Cuando el Frierdiker Rebe llegó por primera vez a América, proclamó: "¡América Is Nisht Andersh!" - lo que significa que el mismo estilo de vida de Torá en Europa debe florecer ahora en Estados Unidos. Trabajó con asiduidad, sin embargo quince años después todavía quedaba un rastro de la perspectiva estadounidense, de que hay que considerar las demandas del mundo moderno. Esta creencia incluso penetró, aunque de una forma más sutil, en algunas familias jasídicas.


Por ejemplo, en el Jeider en Europa a los niños no se les enseñaba ninguna asignatura secular, ni siquiera matemáticas básicas. Un niño pequeño no conocía nada más que de Hashem y su Torá, y el Jumash o Guemará que estaba aprendiendo. Pero en Estados Unidos, a fin de atraer a niños de otros hogares, se incluyó una pequeña cantidad de estudios seculares.


El Rebe habló varias veces sobre cómo los niños pequeños, "aliento sin pecado", deben estar involucrados sólo en la santidad, en el aprendizaje de la Torá de Hashem. A los que argumentaban que era necesario enseñarles un oficio, el Rebe les contestaba que esto se les podría enseñar mucho más tarde, cuando llegara el momento.


En una ardiente Sijá de Simjat Torá 5715 (1954), el Rebe dijo que la única razón para la admisión de materias seculares era atraer a los de afuera, pero respecto a sus propios hijos los jasidim deben aspirar al máximo grado de Kedushá posible, y hacer que estudien solamente asignaturas de Kodesh.


Recuerdo que después de ese Farbrenguen varios padres se reunieron para conversar el asunto. Un josid exclamó que todo lo que se había hecho hasta entonces era un error y ahora deben contratar inmediatamente a un Melamed para que estudie con sus hijos exclusivamente Limudei Kodesh.


Otro padre respondió: “En general, estoy de acuerdo con lo que dices. Sin embargo, los niños también tienen que aprender un poco de matemáticas, geografía, historia, etc. No pueden ser completamente ignorantes sobre el mundo." El primer padre respondió que los niños podían aprender cualquiera de estos temas más adelante y, además, no sería tan terrible si no supieran nada sobre ellos. Argumentó: “Dado que en definitiva la única realidad es Hashem, ¿qué valor tienen esos asuntos? ¡Aparte de Torá y Mitzvot, no hay nada que los niños deban saber!"


Al oír esto, el segundo padre respondió: “Estás hablando de manera altanera como si estuvieras al nivel de Reb Binyomin Kletzker, que vivió toda su vida en una atmósfera de Ajdus (unicidad de) Hashem!”


El primer Josid le dijo a su colega: "¡Y tú entonces eres un apikores!"


Su amigo, desconcertado, se preguntó: "¡¿Si no soy Reb Binyomin Kletzker, soy un apikores?".


El primer josid respondió: “¡Seguro que sí! En la creencia y convicción, no soy diferente a Reb Binyomin Kletzker. De hecho, si yo percibiera la unicidad de Hashem un ápice diferente a él, eso sonaría a kfirá. La diferencia entre nosotros está en el sentimiento: todo lo que Reb Binyomin Kletzker creía en su mente, lo sentía en su corazón, pero yo lucho con las Taavot del Yetzer Hará.


“Sin embargo, cuando se trata de mis hijos, no tengo Yetzer Hará. Todo padre quiere para su hijo lo mejor. Siendo así, la idea de educar a tu hijo en asuntos y materias mundanas proviene de la creencia y perspectiva de que hay algo real además de Hashem. Ese es un problema serio. Por eso te digo: si no puedes servir a Hashem como lo hacía Reb Binyomin, se entiende. Pero si no estás de acuerdo con él, y esto se expresa si difieres de él al tomar decisiones objetivas, entonces tienes una perspectiva de kefira."


Lo mismo ocurre con Jasidut en general. Aunque puede que no cambie a la persona por entero, el reconocimiento de Elokut en sí mismo ciertamente hará su impacto cuando esté tomando decisiones importantes. La verdad objetiva lo obligará a tomar el camino correcto en la educación de sus hijos, en los estándares básicos de su hogar y cosas por el estilo.


Reb Yoel había terminado de hablar y se volvió hacia su sefer. Me senté allí en silencio, reflexionando sobre sus palabras durante unos minutos. Bastante agudo. No hay duda de eso.


Le pregunto a Reb Yoel si puedo continuar. No escucha. Después de algunos intentos, llamo su atención y él accede al instante.





¿Significa eso que en nuestra generación los conceptos de Jasidut son puramente teóricos, sin implicaciones prácticas en nuestra vida diaria? ¿No es el propósito final de estudiar Jasidut refinar el carácter de una persona?


¡Para nada! No era esa mi intención en absoluto. Incluso un individuo promedio de nuestra época se ve afectado por la comprensión de Jasidut, ya que la comprensión que reconoce en su mente tiene un impacto directo en sus acciones.


Comencemos con el impacto de Jasidut en los tres elementos centrales de la creación: Hashem, los Yehudim y la Torá. En cada una de estas áreas, Jasidut transformó la perspectiva de un Yehudi hasta tal punto que impacta en su comportamiento diario. Esto es cierto en diversos grados para cualquier individuo que estudie Jasidut.


Cuando se habla de la calidad de la Avodat Hashem de una persona, incluso una mínima diferencia es un mundo completamente nuevo. Un poco de reconocimiento y emoción auténticos es infinitamente superior a una creencia superficial en la cual uno simplemente repite palabras o pensamientos.


Cabe señalar que, aunque todos pueden beneficiarse al reconocer la cosmovisión de Jasidut, existen diferentes niveles con respecto a cuán esencial le es para su Avoda .


Así como el jasidut fue revelado en generaciones recientes para combatir la oscuridad del Galut que es cada vez más desafiante en estos últimos tiempos, mientras que en generaciones anteriores no se necesitaba en la misma medida, así también dentro de cada generación: las personas varían en la medida en que su neshamá brilla en su vida y, en consecuencia, cuánto necesitan de Jasidut.


Todo individuo crecerá estudiando Jasidut; para algunos les es beneficioso, mientras que para otros es crucial.


HASHEM


Jasidut explica que la unicidad de Hashem no significa simplemente que no hay otra deidad además de él, sino que no hay otra existencia verdadera en absoluto. Todo lo que vemos está siendo impulsado constantemente por Hashem para existir, y si Él retendiera Su energía creativa por un momento, todo regresaría a la nada. Esta no es solo una posibilidad teórica, sino que demuestra que incluso ahora el mundo no tiene existencia propia.


Aunque esto puede parecer una creencia abstracta, comprender y darse cuenta de este concepto le da al Yehudi una nueva perspectiva de muchos sucesos en su vida.


Imagina los siguientes escenarios:


Reuven es un yehudi frum, temeroso de Di-s, que pasa la mayor parte de su día haciendo negocios. Un día, se encuentra con un empresario adinerado que queda impresionado con él y juntos cierran un trato que le aporta una gran ganancia.


Cuando Reuven llega a casa, comparte con su esposa su entusiasmo por su gran éxito. “Siempre supe de mi talento especial”, le dice a su familia, “pero hoy mi mente empresarial realmente me sirvió. Con las palabras adecuadas, logré ganarme la confianza del emprendedor. Por supuesto, fue Siata diShmaya y tenemos que agradecer a Hashem."


Exactamente el mismo escenario sucede con Shimon. Él también es un exitoso hombre de negocios. Al llegar a casa por la noche y compartir su historia, concluye: “Siempre supe que Hashem dirige el mundo, pero nunca lo vi con tanta claridad como hoy. Fue realmente una hashgaja pratit especial que conocí a ese empresario, pero el mayor milagro fueron las palabras que salieron de mi boca. Hashem literalmente puso esas palabras en mi boca."


Ambos Yehudim mencionaron la ayuda de Arriba, y ambos hablaron de un trato comercial en el mundo natural, pero la diferencia es clara: para Reuven, la percepción es que lo logró gracias a su propia habilidad. Eso sí, él no dirá eso rotundamente, ya que jas veshalom que un Yehudi hable así... Al contrario, habla del Siyata diShmaya y demás. Pero la pregunta es, ¿qué siente por dentro? En su mente y corazón se siente orgulloso de su éxito. Para Shimon, sin embargo, el sentimiento natural es que Hashem lo está guiando en todo momento.


Sin la percepción de Jasidut, rezar a Hashem en busca de ayuda y mencionar Su ayuda puede convertirse en un ritual que una persona está obligada a llevar a cabo; Jasidut lo ayuda a que se convierta en la realidad de su vida.


YEHUDIM


Visto superficialmente, el valor de un Yehudi parece depender de su observancia de Torá y Mitzvot. Esto significa que un Yehudi que no observa todas las Mitzvot tiene menos valor que uno que las cumple. Jasidut nos enseña que no es así. El Alter Rebe explica en el Tania que la esencia de un Yehudi es su Neshamá, que es una parte real de Hashem. Por lo tanto, independientemente de su conducta, un Yehudi es sagrado debido a la Neshamá dentro suyo.


Es por eso que el Baal Shem Tov acercaba a los Yehudim simples, a pesar de que eran ignorantes en Torá, porque cada uno de ellos tenía una Neshamá exactamente como la Neshamá del mayor de sus Talmidim .


Acerca de Bnei Israel está escrito: "Ustedes son hijos de Hashem, vuestro Di-s". El amor de un padre a un hijo es esencial, no depende de las cualidades del niño. Cuando una persona ama a otra es por sus cualidades especiales y, por lo tanto, a medida que pasa el tiempo, ese amor puede desvanecerse. Además, incluso cuando el amor existe, es externo, donde las emociones de una persona se sienten atraídas por las cualidades de la otra, pero no por la persona en sí. Por el contrario, el vínculo de padre e hijo deriva de la esencia del padre a la esencia de su hijo.


De manera similar, el amor de Hashem por el Yehudi se compara, como en el caso anterior, con el amor de un padre por un hijo. Hashem ama a cada Yehudi, no por su conducta, sino por su esencia.


Este conocimiento repercute en la forma en que pensamos de aquellos Yehudim que están lejos de Idishkait y, en consecuencia, determina la forma en que nos relacionaremos con ellos. Si el valor de un Yehudi depende de su observancia de las Mitzvot, una persona que no es frum no es importante para Hashem y no tiene ningún valor convencerlo de que cumpla una Mitzvá. Solo después de estudiar Jasidut se aprecia el valor de cada Yehudi para Hashem y la preciosidad de sus Mitzvot .


Por lo tanto, el estudio de Jasidut es vital para la práctica de Mivtzoim . Sin la comprensión anterior, no puede uno llevar a cabo Mivtzoim con total dedicación y esmero.


Esta perspectiva es relevante también para cómo nos percibimos a nosotros mismos. Si jas veshalom tropezamos en nuestra Avodá, es probable que nos sintamos distantes de Hashem e indignos, y es probable que esto nos aleje aún más. Reconociendo nuestro valor esencial como Yehudi, nos sentimos animados a acercarnos, sin importar en qué estado nos encontremos.


TORÁ


Superficialmente, la Torá podría parecer una serie de conceptos que Hashem compartió con los Yehudim. Desde este punto de vista, los conceptos en sí son como cualquier otra sabiduría, excepto que son más avanzados ya que Hashem es, por supuesto, el Ser más inteligente...


Con Jasidut uno descubre que la Torá no es solo sabiduría de Di-s, sino Sabiduría Divina. De hecho, Hashem se invistió a sí mismo en la Torá, para que cuando cualquier Yehudi estudie un pasaje en cualquier parte de la Torá, se conecte con la esencia de Hashem.Tal conciencia lógicamente cambiará el entusiasmo y la dedicación que una persona tiene por estudiar Torá.


Lo mismo se aplica con las Mitzvot:


A primera vista, las Mitzvot son acciones positivas que Hashem nos ordenó hacer y las Averot son comportamientos negativos que se nos dijo que evitáramos. Y dado que nosotros solos no sabemos qué acciones son buenas y cuáles son malas, Hashem nos reveló cuáles son.


Jasidut explica que en realidad es todo lo contrario: Mitzvot y Averot no tienen bien o mal intrínsecos. Hashem, con su voluntad pura e irrestricta, eligió estas acciones, y es por eso que ahora afectan a una persona de la manera antes mencionada.


Con esto podemos entender el significado de lo que sucede cuando un Yehudi no frum cumple incluso una Mitzvá.


Si fuera una Mitzva una expresión del elevado estado de una persona, entonces, un Yehudi que no es tan elevado no lograría nada con una rápida Mitzva, hecha una sola vez. De hecho, primero tendríamos que darle una apreciación del acto que está por hacer. (Este fue de hecho el erróneo concepto de aquellos que se opusieron a las campañas de Mivtzoim.) Sin embargo, dado que una Mitzvá implica llevar a cabo la voluntad de Hashem, más allá de la razón y el desempeño humano, cualquier Mitzva cumplida de acuerdo con la Halajá es efectiva.




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