viernes, 17 de junio de 2022

Reb Mendel Futerfas y los Bojrim probando el Chunt

Por Reb Zalman Vishetzky 
Un episodio que escuché de mi papá 'שי

Fue cuando todavía estaban detrás de la Cortina de Hierro, en Chernovitz. Mi abuelo, Reb Moishe Vishetzky, y su buen amigo, Reb Mendel Futerfas, ya habían regresado de los campamentos y ya podían vivir, siguiendo cierta rutina.
Los Shabatot se levantaban temprano, estudiaban Jasidut juntos, los veteranos le enseñaban a los más jóvenes. Mi papá, su hermano y otro joven eran en aquel entonces jóvenes Bajurim, mientras que Reb Mendel y Reb Moishe ya eran adultos. Después de su estudio, Reb Mendel y mi abuelo iban cada uno a un rincón para hacer Davenen. Una Tefilá larga, volcando su alma, expresando "mi alma sedienta por Hashem", un "Davenen Beavoide" en la terminología jasídica.

Un Shabes cuando los adultos procedieron a rezar, los jóvenes sabían que aún quedaría un buen tiempo hasta Kidush, por lo que decidieron 'probar' el cholent, lo que se llama 'un bocado antes de la Tefilá' (comer algo); nu, ni siquiera es 'Mezonot'. Ellos no lo sabían, pero Reb Mendel se percató de lo que estaban haciendo, esa 'degustación' respetable...

En el Farbrenguen que tuvo lugar luego de la Tefilá, Reb Mendel tomó algo de Lejaim y comenzó a 'darles por la cabeza' a los bojrim durante un buen rato, "¿Cómo puede ser?! ¿Les parece apropiado?! ¿Bojrim, Tmimim, se sientan y comen cholent para su placer y deleite antes de la Tefilá? ¿Así es como se ve su Shabat? ¿Así es como se preparan para Davenen?!"

Se quedaron en silencio, por supuesto.

Pero después de terminara de hablarles, uno de ellos preguntó: ¿Por qué entonces no nos frenaste entonces? ¿No viste que estábamos comiendo, decías una palabra y parábamos!

Escuchen lo que respondió el Reb Mendel:

"A Id Est, Hot Hanoe, Ij Zol Im Shtern?" Un yehudi come, está disfrutando, ¿Yo lo voy a molestar, lo voy a frenar?  

Esta historia para mí salvó Neshamot, literalmente.

Probablemente la escuché hace 30 años (incluso puede tener algunas imprecisiones), pero no me abandona nunca. No exagero al decir que casi cada vez que estaba a punto de regañar o reprochar a mis hijos, esta historia se presenta ante mis ojos y aparentemente nos salvó a nosotros, a mí y a ellos.

Por un lado, dejalo al yehudi que disfrute del Chunt, por otro lado, encontrá el momento y la dinámica para 'darle por la cabeza' si es necesario.

¿Y por qué me acordé de esto hoy?

Porque esta semana leemos Parashat Behaalotja. Encender las luminarias de la Menorá el Rebe lo traduce como encender las Neshamot, de hombres, mujeres y niños (que necesitan que se les encienda la luz,) o mejor dicho, subir y preparar, acondicionar todo para que luego ellos brillen con su propia luz especial. Y cuando pienso, ¿cómo hacerlo realmente? ¿Cómo Aharon logró realmente 'Amar a la gente y acercarlos a la Torá'? Es ahí que recuerdo esta historia con el Cholent y Reb Mendel.
Que tengamos suerte.


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