El sexto Lubavitcher Rebe, Rabi Yosef Itzjak Schneersohn, זי"ע, una vez se estaba hospedando en un edificio y se enteró que en el quinto piso vivía un sastre que profesaba ser antirreligioso, un completo renegado.
El Rebe pidió que lo llevaran en su silla de ruedas para verlo. [El Rebe sufrió mucho de la opresión en la cárcel soviética que le dejaron secuelas en su cuerpo, dificultad para caminar, etc]
Sus anfitriones trataron de disuadirlo, argumentando que el sastre era una persona muy hostil e irrespetuosa. Sin embargo, el Rebe, habiendo sobrevivido a la yevsektzie en Rusia y a los nazis en Polonia, insistió, y con dificultad logró subir los 5 pisos.
Tocaron el timbre del apartamento y cuando el sastre abrió la puerta y vio al Rebe, dijo: “Rabino, creo que se equivocó de dirección.”
El Rebe le respondió: “Para nada. ¿No eres sastre? Vine a pedirte que me cosas un botón."
El sastre le dice enseguida: “Yo no creo que usted haya subido cinco pisos con el único objetivo de pedirme que le cosa un botón.”
“Y yo no creo que hayan bajado a tu Neshome (alma) tantos “pisos” con el único propósito de que cosas botones...”, respondió el Rebe con un brillo en sus ojos.
Demás está decir que esta visita del Rebe y su mensaje dejaron una fuerte impresión en este judío, comenzando un camino de Teshuvá.
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No bajamos a este mundo a "coser botones".
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