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miércoles, 9 de febrero de 2022

Algo vivo es otra cosa totalmente




Un Mashal que solía contar el Rashbatz en Farbrenguen´s:

Había un rey que tenía un pájaro maravilloso, un ejemplar único en el mundo. Con él se deleitaba constantemente. Simplemente lo fascinaba, y significaba todo para él.
Pasó cierta vez que a esta ave tan sensacional se le quebró una pata, más el rey no dejó de quererla y apreciarla. Con el tiempo se quebró también su otra patita, pero el rey siguió admirándola, encantándose con ella. Un tiempo después se le fueron cayendo sus plumas, etc. .. Pero el rey aún así seguía admirando a su mascota tan especial.
Un día este pájaro se murió, lo que le causó al rey una tremenda angustia, que lo terminó enfermando, dejándolo en cama. Los principales médicos analizaron la situación y dictaminaron que lo que estaba sufriendo el rey en realidad es un deseo muy fuerte y específico, y que lo único que lo curaría sería el concederle tal deseo, completándole esa falta. Todos sabían bien qué era lo que le estaba faltando...pero ¿dónde conseguirían algo así? Decidieron por lo tanto contratar a los artesanos más capacitados de todo el reino que produzcan un pájaro todo de oro puro, con plumas sensacionales, y todos sus detalles a la perfección (ojos, patas, demás miembros). Cuando se lo presentaron al rey, este ni siquiera se impresionó, ni mostró algún interés por él.
Le preguntaron entonces: "Su majestad, el anterior, como lo conocimos en los últimos tiempos, estaba ya casi desplumado, las patas rotas, de feo aspecto, etc. mientras que este está hermoso, radiante e imponente, etc. 

El rey les respondió: "Aquel pájaro que yo tenía estaba vivo, este con todas las virtudes y todo, le falta vida; Doz Hot Doj Guelebt!" decía el Rashbatz.

Y la moraleja está clara... 


Fuente: "Shmuot VeSipurim", de Reb Fole Kahn, pág. 272.

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