El Alter Rebe le dijo una vez a uno de sus nietos: “Déjame contarte sobre la fe genuina y sincera de los judíos de Vohlyn (Ucrania).
“Hace muchos años, viajaba a casa desde Mezritch después de haber pasado un tiempo estudiando bajo la guía de mi maestro, el gran Maguid. Era una noche fría de invierno y el frío me dejó los pies inmovilizados. Cuando nos detuvimos en una posada al borde del camino, el cochero tuvo que llevarme adentro en sus brazos.
“El posadero, un judío anciano y temeroso de Di-s, me frotó los pies con nieve y alcohol hasta que volvieron a entrar en calor y sentirlos. Me preguntó sobre el propósito de mi viaje y le dije que era un discípulo del Maguid de Mezritch. En respuesta a mis preguntas, me dijo que había estado manejando esta posada durante casi cincuenta años y que, Baruj Hashem, se había ganado la vida cómodamente con ella.
”'¿Tienes una Kehilá (comunidad judía) aquí?' le pregunté.
”'No', respondió el posadero. "Somos los únicos judíos en varias millas a la redonda".
”'¿Entonces no tienes un Minian? ¿Qué haces en Shabat y Yom Tob?
”'Para mi pesar', suspiró el anciano, 'rezo sin Minian durante todo el año. Para los Yamim Noraim, cerramos la posada durante dos semanas y viajamos a la ciudad, un viaje de varios días desde aquí.
”'¡Pero cómo puedes vivir de esta manera!' Exclamé. "¿Cómo puede un judío pasar meses sin un kadish o un Borju , sin escuchar una Kriat HaTorá?"
" '¿Que puedo hacer? Este es mi sustento. No tengo qué hacer en la ciudad.
”'¿Cuántas familias judías hay en la ciudad?' le pregunté.
”'Unas cien familias', respondió.
”'Si Di-s se las arregla para mantener a cien familias', dije, '¿no crees que puede encontrar la manera de mantener a una más?'
“Luego de esa conversación, nos separamos. Me dieron una habitación para descansar y el posadero se fue a atender sus asuntos.
“Una hora después, escucho una conmoción afuera. Mirando por la ventana, veo varias carretas y carros apilados con bultos, valijas, cajones, muebles y artículos para el hogar. El posadero y sus hijos corrían, ataban los bultos y acomodaban a las mujeres y los niños en los carros.
" '¿Qué está pasando?' le pregunté al anciano.
”'Nos mudamos a la ciudad', respondió. Tienes razón, este no es lugar para un judío. Un judío necesita un minian, un rabino, una Kehilá... '
”'Pero ¿así nomás te vas a ir? ¿Dónde te quedarás? ¿Y qué harás para ganarte la vida?
”'Encontraremos algo. Como bien dijiste, si Di-s puede ocuparse de un centenar de familias en la ciudad, seguramente podrá proveer para algunas almas más... '
"¡Tal era la Emuná y la confianza en Di-s de estos judíos!" el Alter Rebe concluyó su historia. “Yo era joven en aquel entonces, pero como le dije que era un discípulo del gran Maguid, actuó bajo mi consejo sin dudarlo. Sin pensarlo dos veces, dejó atrás una empresa que le había proporcionado una vida cómoda durante cincuenta años y esa misma noche se dirigió a un lugar donde podría servir mejor a su Creador.”
Fuente: chabad.org
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