El rabino Pinjas Alluche escribe una carta abierta a su hermana y cuñado Patsonia y Zalmi Lipinski en ocasión del Hajnasat Sefer Torá, la escritura de un nuevo rollo de Torá en honor a su hijo especial Menajem Mendel, en honor a su Opshernish.
CARTA ABIERTA A MI HERMANA Y CUÑADO
A menudo me pregunto de dónde sacan la fuerza y el coraje para hacer frente al desafío inimaginable de criar un bebé "vegetal".
El día de su nacimiento, hace casi tres años, sigue congelado en el tiempo, en mi memoria. Era una hermosa tarde de un viernes y nos estábamos preparando para Shabat.
Después de nueve meses de un embarazo de muy alto riesgo, finalmente estabas lista para tener tu tercer hijo. Nuestros corazones se llenaron de alegría, entusiasmo y expectativa. Y luego… vino una terrible llamada de ti, Zalmi, mi querido cuñado.
Nos compartiste la noticia que Patsonia había sido trasladada de urgencia al hospital con un caso severo de "placenta privera." También mencionaste que ella estaba en la UCI, luchando por su vida, luego de experimentar una enorme pérdida de sangre.
Finalmente, dijiste que a tu bebé recién nacido le faltaba oxígeno en el cerebro durante más de una hora luego de su nacimiento y su condición seguía siendo "desconocida". Nos pediste que recemos y “hagamos sacudir los Cielos” y prometiste actualizarnos después del Shabat.
Todo ese Shabat oramos, con el corazón tembloroso y los ojos llorosos, y suplicamos a Di-s que los protegiera y los sanara a ustedes, a Patsonia y a su bebé. Después de Shabat, tú, Zalmi, nos aseguraste que, gracias a Di-s, Patsonia estaba fuera de peligro y en camino de recuperarse por completo. Tu hijo recién nacido, por otro lado, estaba en estado vegetativo y los médicos no le daban muchas esperanzas de que sobreviviera.
Tres años después, tu hijo, Menajem Mendel, a quien le pusiste el nombre en honor a tu “meshaleaj”, el Lubavitcher Rebe, ha desafiado las espantosas predicciones de sus médicos. A pesar de que su condición se ha mantenido más o menos igual, y a pesar de su hospitalización domiciliaria las 24 horas del día, los 7 días de la semana, Menajem Mendel está vivo, y con vuestro incansable pero tierno compromiso y afecto, continúa provocando una asombrosa ola de actos de amor, amabilidad y bondad, dentro de vuestra comunidad como en todo el mundo.
Hoy, esta ola alcanzó un punto culminante. En honor a su tercer cumpleaños y su primer corte de pelo, le dedicaron una Torá en su honor. Lo vi a través del Zoom, con lágrimas fluyendo de mis ojos, cómo sus diversos conocidos y amigos locales, en vuestra lejana ciudad de Mar del Plata, Argentina, donde dirigen la comunidad judía con tanta devoción y convicción, bailaban con Menajem Mendel con la nueva Torá, difundiendo alegría y luz a todo tu entorno.
Oh, cómo desearía haber estado ahí con ustedes físicamente. Aún así y todo, estuve allí con ustedes espiritualmente, con mi corazón y mi alma, sosteniendo vuestra nueva Torá, balanceándome en Tefilá y éxtasis, y virtualmente cortando un mechoncito del cabello de Menajem Mendel también.
Un sobreviviente del Holocausto me dijo una vez que "al final, no es lo que nos sucede lo que más importa, es lo que elegimos hacer con eso."
Ustedes, Patsonia y Zalmi, responden al llamado de Moshé (en Devarim 30:19) todos los días, al "elegir la vida, para que ustedes y sus hijos puedan vivir."
Cómo lo hacen, no lo sé. Pero el impacto que han hecho en mí, en mi querida esposa, Esther, en nuestros hijos y en miles de personas más, es infinito. Nos han enseñado a amar a nuestros hijos incondicionalmente y a vivir nuestras vidas con pasión, significado y propósito - incluso cuando se nos imponen desafíos insondables, contra nuestra voluntad. Y al hacerlo, han demostrado a todos y cada uno que el amor es mucho más poderoso que la amargura, que la esperanza es mucho más grande que la desesperación y que la luz es innegablemente más fuerte que la oscuridad.
Hay una línea en una canción de Leonard Cohen que me ha inspirado en algunos momentos sombríos de mi vida. “Olvídate de tu oferta perfecta”, sugiere Cohen. “Hay una grieta en todo. Así es como entra la luz."
Gracias, Patsonia y Zalmi, y a vuestros hijos, Jana, Mussia y Menajem Mendel, que se recupere completa y rápidamente, por ser esa luz.
Que Di-s continúe fortaleciéndolos con fuerza y ánimo ilimitados, y que sus tres hijos estén completamente sanos y sigan brindándoles alegría y orgullo ilimitados.
Finalmente, que vuestra luz continúe brillando por todos lados, desde Argentina hasta Arizona, desde los rincones de sus amorosos corazones hasta las avenidas de nuestro mundo, y que traiga una sanación completa a su hijo, a todos los hijos enfermos de Di-s, y a nuestro mundo roto.
Con infinito amor y admiración,Tu hermano,Pinjas
No hay comentarios:
Publicar un comentario