domingo, 31 de octubre de 2021

Rab Shniur Zalman Blumenfeld A"H


Una tragedia golpeó a la Comunidad del Beit Jabad de Lima, Perú. 

El rabino Shneur Zalman Blumenfeld, Sheliaj Principal en Perú y director del Beit Jabad de Lima, falleció el viernes por la noche, 24 de Jeshvan, 5781, mientras miles de Shlujim se reunían para el Kinus Hashlujim en Nueva York.


Tenía 58 años. והקיצו ורננו שוכני עפר והוא בתוכם.

El rabino Blumenfeld nació en Brasil, hijo del rabino Yerajmiel y la Sra. Alte Dvora Blumenfeld, donde su padre se desempeñó como rabino principal y Sheliaj de la comunidad judía de Río.

En su juventud, estudió en la Yeshiva Majane Israel Jabad en Petrópolis, Brasil, y en 5743, fue enviado como parte del segundo grupo de Talmidim Hashlujim a la Yeshivá en Casablanca, Marruecos, que había sido establecida por el Rebe tres años atrás.

Después de su matrimonio, se mudó con su esposa a Lima, la ciudad capital de Perú, donde estableció un Beit Jabad para los judíos locales y los tantos turistas que pasan por el país. Durante las siguientes tres décadas y media, el rabino Blumenfeld ayudó a innumerables yehudim organizando comidas de Shabat para los turistas, grandes Sedarim de Pesaj y comidas de Yom Tov, brindando asistencia luego de desastres naturales y organizando programas judíos en un país casi desierto en todo lo relacionado con Idishkait.

El rabino Blumenfeld era conocido como un verdadero ejemplo de un jasidisher Shliaj y, a pesar de las distancias de cualquier comunidad judía establecida, no cedió ni un ápice de algún hidur mitzvá o Minhag. Incluso estableció una panadería Kosher en Lima, para permitir que los lugareños y los invitados disfruten de pan y pasteles frescos del más alto nivel de kashrut.

Dejó a su esposa Shterna Sara y sus hijos: Jaya Raskin - Orlando, FL; Mendy Blumenfeld, Eretz Yisroel; Reiza Blumenfeld - Crown Heights / Perú; Rivka Pevzner, Crown Heights; Yehudit Carlebaj - Perú; Moshe Blumenfeld - 770 / Perú; Yerajmiel Blumenfeld - Eretz Yisroel / Perú. 





Recibiendo un dólar del Rebe el 26 de Jeshvan 5752, en el Kinus Hashlujim 


Kinus Hashlujim 5782 - Congreso Mundial de Shlujim 2021

miércoles, 27 de octubre de 2021

Estudiar Pirush Hamilot

Reb Shmuel Ber Borisover fue un Josid del Tzemaj Tzedek, y más tarde del Rebe Maharash. Una vez, luego de una larga conversación con el Rebe Maharash, Reb Shmuel Ber preguntó:" ¿Un vos is fort a Josid?” "Entonces, ¿qué es, concretamente, un josid?"

El Rebe Maharash dijo: "Andá a verlo a mi hijo."

¡Esto sonó bastante sorprendente! Reb Shmuel Ber era ya uno de los jasidim mayores y veteranos, y el Rebe Maharash lo estaba enviando de su hijo (el Rebe Rashab), quien era muy joven en aquel entonces.

El Rebe Maharash le explicó lo que quiso decirle.
El Rebe Maharash le dijo: “Me despierto muy temprano todos los días (entre las 3:00 y las 4:00 de la mañana). Una vez me desperté más temprano aún y envié a mi mesharet (asistente) a que vaya de mi hijo y viera qué estaba haciendo.

“El shamesh dijo que lo vio a mi hijo sentado frente a un Sidur, pero el Shamesh no estaba seguro qué estaba haciendo.

“Envié otro shliaj para que vea qué estaba haciendo. El shliaj regresó y me dijo que mi hijo estaba sentado con un sidur abierto, junto con un Abudraham (un sefer que explica la estructura de la Tefilá) y un NAJ con Meforshim (que explican el significado de los pesukim que aparecen en el Davenen).

"¡Estaba sentado estudiando el significado simple y literal de las palabras de la Tefilá!"

El Rebe Maharash le dijo a Reb Shmuel Ber Borisover: "¡Esto es un Josid!"

Aunque haya muchas rujnius'dike zajn (cosas Rujanim, conceptos e ideas espirituales) para estudiar y las cuales pensar, un Josid no olvida lo importante que es comprender el simple significado de un Davenen.

Véase Sefer Hasijot del Frierdiker Rebe 5699, p. 305.

lunes, 25 de octubre de 2021

Shlujim le dedican un Sefer Torá a su hijo - Evento histórico en Mar Del Plata - Carta especial y emotiva de un pariente -




El rabino Pinjas Alluche escribe una carta abierta a su hermana y cuñado Patsonia y Zalmi Lipinski en ocasión del Hajnasat Sefer Torá, la escritura de un nuevo rollo de Torá en honor a su hijo especial Menajem Mendel, en honor a su Opshernish.

Por COLLive

CARTA ABIERTA A MI HERMANA Y CUÑADO


Queridos Patsonia y Zalmi:

A menudo me pregunto de dónde sacan la fuerza y el coraje para hacer frente al desafío inimaginable de criar un bebé "vegetal".

 El día de su nacimiento, hace casi tres años, sigue congelado en el tiempo, en mi memoria. Era una hermosa tarde de un viernes y nos estábamos preparando para Shabat.

Después de nueve meses de un embarazo de muy alto riesgo, finalmente estabas lista para tener tu tercer hijo. Nuestros corazones se llenaron de alegría, entusiasmo y expectativa. Y luego… vino una terrible llamada de ti, Zalmi, mi querido cuñado.

 Nos compartiste la noticia que Patsonia había sido trasladada de urgencia al hospital con un caso severo de "placenta privera." También mencionaste que ella estaba en la UCI, luchando por su vida, luego de experimentar una enorme pérdida de sangre.

Finalmente, dijiste que a tu bebé recién nacido le faltaba oxígeno en el cerebro durante más de una hora luego de su nacimiento y su condición seguía siendo "desconocida". Nos pediste que recemos y “hagamos sacudir los Cielos” y prometiste actualizarnos después del Shabat.

 Todo ese Shabat oramos, con el corazón tembloroso y los ojos llorosos, y suplicamos a Di-s que los protegiera y los sanara a ustedes, a Patsonia y a su bebé. Después de Shabat, tú, Zalmi, nos aseguraste que, gracias a Di-s, Patsonia estaba fuera de peligro y en camino de recuperarse por completo. Tu hijo recién nacido, por otro lado, estaba en estado vegetativo y los médicos no le daban muchas esperanzas de que sobreviviera.

Tres años después, tu hijo, Menajem Mendel, a quien le pusiste el nombre en honor a tu “meshaleaj”, el Lubavitcher Rebe, ha desafiado las espantosas predicciones de sus médicos. A pesar de que su condición se ha mantenido más o menos igual, y a pesar de su hospitalización domiciliaria las 24 horas del día, los 7 días de la semana, Menajem Mendel está vivo, y con vuestro incansable pero tierno compromiso y afecto, continúa provocando una asombrosa ola de actos de amor, amabilidad y bondad, dentro de vuestra comunidad como en todo el mundo.

 Hoy, esta ola alcanzó un punto culminante. En honor a su tercer cumpleaños y su primer corte de pelo, le dedicaron una Torá en su honor. Lo vi a través del Zoom, con lágrimas fluyendo de mis ojos, cómo sus diversos conocidos y amigos locales, en vuestra lejana ciudad de Mar del Plata, Argentina, donde dirigen la comunidad judía con tanta devoción y convicción, bailaban con Menajem Mendel con la nueva Torá, difundiendo alegría y luz a todo tu entorno.

Oh, cómo desearía haber estado ahí con ustedes físicamente. Aún así y todo, estuve allí con ustedes espiritualmente, con mi corazón y mi alma, sosteniendo vuestra nueva Torá, balanceándome en Tefilá y éxtasis, y virtualmente cortando un mechoncito del cabello de Menajem Mendel también.

 Un sobreviviente del Holocausto me dijo una vez que "al final, no es lo que nos sucede lo que más importa, es lo que elegimos hacer con eso."

Ustedes, Patsonia y Zalmi, responden al llamado de Moshé (en Devarim 30:19) todos los días, al "elegir la vida, para que ustedes y sus hijos puedan vivir."

Cómo lo hacen, no lo sé. Pero el impacto que han hecho en mí, en mi querida esposa, Esther, en nuestros hijos y en miles de personas más, es infinito. Nos han enseñado a amar a nuestros hijos incondicionalmente y a vivir nuestras vidas con pasión, significado y propósito - incluso cuando se nos imponen desafíos insondables, contra nuestra voluntad. Y al hacerlo, han demostrado a todos y cada uno que el amor es mucho más poderoso que la amargura, que la esperanza es mucho más grande que la desesperación y que la luz es innegablemente más fuerte que la oscuridad.

 Hay una línea en una canción de Leonard Cohen que me ha inspirado en algunos momentos sombríos de mi vida. “Olvídate de tu oferta perfecta”, sugiere Cohen. “Hay una grieta en todo. Así es como entra la luz."

 Gracias, Patsonia y Zalmi, y a vuestros hijos, Jana, Mussia y Menajem Mendel, que se recupere completa y rápidamente, por ser esa luz.

Que Di-s continúe fortaleciéndolos con fuerza y ánimo ilimitados, y que sus tres hijos estén completamente sanos y sigan brindándoles alegría y orgullo ilimitados.

 Finalmente, que vuestra luz continúe brillando por todos lados, desde Argentina hasta Arizona, desde los rincones de sus amorosos corazones hasta las avenidas de nuestro mundo, y que traiga una sanación completa a su hijo, a todos los hijos enfermos de Di-s, y a nuestro mundo roto.


Con infinito amor y admiración,
Tu hermano,
Pinjas



PD - A todos mis queridos lectores: si la historia de Menajem Mendel te ha tocado, por favor considera hacer una donación para la dedicación de la Torá mencionada anteriormente, en honor a Menajem Mendel y su recuperación, haciendo clic aquí:
Al adquirir una letra, palabra o versículo para usted, sus hijos, miembros de su familia o amigos, es considerado como si haya escrito su propio rollo de Torá. 
Muchísimas gracias.

















20 de Jeshvan: Maise con el Rebe Rashab - El Rebe devuelve un favor

El Rebe Rashab hizo cierta vez un extenso viaje a Petersburgo. Al recibir su equipaje del vagón de carga, se dio cuenta de que faltaba una maleta. Varios de sus Jasidim, encabezados por Reb Shmuel Mijl, la buscaron por todas partes sin éxito. Había desaparecido. La maleta estaba llena de libros importantes para el Rebe, quien se veía bastante perturbado por la pérdida.

Unos días después, un joven, Avraham Eliahu Gurary, hijo de Reb Shmuel Gurary, el Rab de la ciudad de Horol, vino a visitarlo al Rebe. Se había casado recientemente y los adinerados padres de su novia le habían dado una dote de diez mil rublos. Emprendió un negocio con el dinero, solo para perderlo casi todo. Como es de imaginarse, este fracaso no le agradó ni un poco ni a su esposa ni a sus suegros, y su Shalom Bait se vio seriamente afectado como consecuencia. No sabía qué hacer.

Cuando escuchó que el Rebe Reshab estaba en Petersburgo, inmediatamente decidió recurrir y pedirle consejo. A su llegada, el Rebe le pidió que recuperara la maleta y le dio el boleto de equipaje. Avraham Eliahu lo tomó y se dirigió a la estación de tren, sin estar al tanto de todas las búsquedas que ya se habían realizado en búsqueda de la valija perdida.

Estaba inusualmente tranquila la estación cuando llegó. No llegaban ni salían trenes. El joven decidió tomar algo de la cafetería y se sentó en una mesa. Mientras sacaba un cigarrillo de su elegante cigarrera, notó que un hombre en otra mesa, un no judío, lo miraba fijamente. El jasid rápidamente pasó a ofrecerle un cigarrillo, que aceptó.

"¿Qué estás haciendo aquí cuando no hay trenes que entren o salgan?" le pregunta el hombre. "Vine a buscar la maleta del Rabino Schneersohn", respondió el judío. "¡Increíble!" exclamó el otro. "Yo Soy el gerente del depósito de equipaje aquí. Solo dame tu reclamo de equipaje y yo me ocuparé de eso." Tomando el boleto, fue a dárselo a sus trabajadores. Entraron en el depósito, pero salieron con las manos vacías unos minutos después y dijeron que no estaba tal maleta allí. El gerente levantó la voz, "Eso es inadmisible! Debe estar ahí. ¡Miren de nuevo, busquen bien y tráiganmela rápido!"

Los trabajadores volvieron corriendo al depósito y buscaron minuciosamente. Luego de sacar literalmente cada pieza de equipaje de la bodega, la encontraron escondida en una esquina, bloqueada por un paquete muy grande. El jasid le agradeció al gerente y le llevó la maleta directamente al Rebe, que estaba encantado y muy feliz. "Avraham Eliahu, estoy en deuda contigo", dijo.

Cuando Avraham Eliahu consiguió posteriormente una audiencia privada, le contó al Rebe todos los detalles de sus problemas financieros y personales. El Rebe le preguntó cuánto dinero le quedaba. Al enterarse de que sólo quedaban mil rublos, el Rebe le dijo: "Ve a la ciudad de Kurtz, y que Di-s Todopoderoso te haga prosperar. Y", agregó el Rebe, "asegúrate de llevar algunas provisiones ('Pékales' de comida) para el camino."

Avraham Eliahu regresó a casa para contarle a su esposa todo lo que el Rebe había dicho. Expresó su completa y sincera fe en que seguramente Di-s ahora lo ayudaría. Su esposa, también contenta con la Brajá le preparó una variedad de deliciosos productos horneados para su viaje. Equipado con su Talit, Tefilín y paquete de comida, se puso en marcha.

Era un caluroso día de verano cuando llegó a Kurtz, por lo que decidió ir primero a nadar al Mar Negro. Mientras comía algunos de los productos elaborados por su esposa después de nadar, notó que otro hombre en la playa, un judío, lo miraba a él y a su comida. El jasid rápidamente compartió algo con él y los dos hombres entablaron una conversación amistosa. Cuando su nuevo conocido le preguntó por qué había venido a Kurtz, Avraham Eliahu le contó toda su historia, cómo había perdido casi todo su capital y cómo el Rebe lo había bendecido y dirigido a Kurtz con sus últimos mil rublos. "Ahora que estoy aquí", finalizó, "no tengo idea de lo que se supone que debo hacer..."

"Quizás pueda ayudarte", dijo el otro hombre. "Reúnete conmigo aquí mañana a esta hora.
Alguien más estará conmigo y arreglaremos algo que podrás salir beneficiado. Y ", agregó sonriendo," no te vayas a olvidar de traer esos deliciosos pasteles!"

Al día siguiente se volvieron a encontrar, acompañado por un tercer hombre que se ofreció a venderle a Avraham Eliahu una carreta llena de papeles cortados de cigarrillo a cambio de mil rublos, para permitirle obtener una buena ganancia."

Luego de que el jasid le pagó, su benefactor le sugirió que viajara a Kremenstok, donde había varias fábricas de cigarrillos. Cuando llegó a Kremenstok, fue a la fábrica de Tsvi Gurarie y le ofreció el contenedor lleno de papeles para cigarrillos. "¿Cuánto quieres por ellos?" preguntó el dueño de la fábrica. "Diez mil rublos", respondió, decidido a recuperar toda su pérdida.

El dueño de la fábrica sonrió. "Si te doy dos mil que debería ser suficiente, es el doble de lo que seguramente pagaste." Avraham Eliahu se negó. "Tres mil" dijo el otro, y luego lo subió a cuatro mil cuando el joven jasid se mantuvo firme. Más que eso, no ofrecería, por lo que Avraham Eliahu se fue a buscar otros compradores. Habló con otros comerciantes de tabaco, uno de los cuales le ofreció cinco mil rublos.

Mientras tanto, el dueño de la fábrica, el Sr. Gurarie, viajó directamente a Kurtz, dado que el joven jasid ingenuo no le había ocultado nada. "¿Por qué debería comprarle cuando yo también puedo ir a Kurtz y conseguir un contenedor lleno por sólo mil rublos, como él hizo?" se dijo el hombre de negocios.

Después de algunas investigaciones, logró localizar al hombre que le había vendido al joven jasid. "Lo siento", le dijo este último, "ya tenemos pedidos para todo nuestro papel. Simplemente me compadecí de ese simpático joven judío y le vendí un contenedor. No solo eso", continuó, "no hay papel de cigarrillo disponible en ningún otro lugar en este momento." Cuando Tsvi Gurarie escuchó eso, inmediatamente le envió un telegrama a Avraham Eliahu diciéndole que no vendiera sus rollos de papel a nadie, que él pagaría su precio.

Esa es la historia de cómo Avraham Eliyahu Gurary recuperó todo su dinero. Por supuesto, al ver cómo funcionó tan bien, decidió volver al Rebe y pedirle consejo sobre qué hacer a continuación. Con mucho ánimo, viajó al Rebe y le contó los detalles de cómo todo había salido tan bien. "¿Qué sugiere el Rebe que haga a continuación?" preguntó.

"¡Avraham Eliahu!" declaró el Rebe Rashab. "Ya he pagado mi deuda contigo..."


Fuente: "Shmuot v'Sipurim" por Rafael Najman Cohen. Adaptado por Yerjamiel Tilles. Traducido por JasidiNews.

domingo, 24 de octubre de 2021

Video: Un Rabino en cada Hogar

El llamado del Rebe para que los estudiantes de la Yeshivá reciban "Smije", la ordenación rabínica.




lunes, 18 de octubre de 2021

Einaij Yonim - "Tus ojos son como los de una paloma"






Rab Jaim Berlin (hijo del Rab Naftali-Zvi-Yehuda Berlin, conocido como el 'Netziv de Volozhin') se desempeñó como rabino de Volozhin y Moscú, y luego emigró a Eretz Hakodesh y se desempeñó allí como Rab de Ierushalaim (luego del fallecimiento de Rab Shmuel Salant).

Solía ​​leer la Torá cada Shabat, en su Beit Midrash en Ierushalaim. Su lectura era agradable y especial, y las palabras salían de su boca con precisión y acentuación. Muchos de los residentes de la gran ciudad venían a su Beit Midrash para escuchar su lectura.

En Shabat Jol Hamoed Pesaj es cuando crecía la afluencia al Beit Midrash. La multitud quería escuchar a Rab Jaim recitar el Shir Hashirim con emoción y pasión, con una efusión especial.

Cuando llegaba al Pasuk  הִנָּךְ יָפָה רַעְיָתִי הִנָּךְ יָפָה עֵינַיִךְ יוֹנִים,  "He aquí que eres hermosa amada mía, eres hermosa, ojos de paloma", su entusiasmo alcanzaba su punto máximo. Leía estas palabras con sumo entusiasmo y derramaba un río de lágrimas.

Tenía un discípulo muy cercano, Rab Arieh Levin, que más tarde fue llamado el "Rab HaAsirim". Le preguntó a su maestro por qué todos los años, cuando llegaba a este versículo, estallaba en lágrimas de emoción. Después de todo, es un versículo que describe el amor entre Dios y Kneset Israel.

"Déjame contarte", respondió el Rab, y comenzó su relato:

Durante mi desempeño como rabino de Moscú, se me acercó un día un judío y me pidió hablar en privado. Entramos en una habitación lateral, y después de que la puerta se cerrara detrás de él, me sorprendió escuchar que todo su secreto se expresaba en que su esposa había dado a luz a un hijo varón, y quería invitarme a que le haga el Brit Milá (Rab Berlin era un Mohel experto, y tuvo el mérito de hacer muchos Britot).

Le pedí al judío que explicara el motivo de tanto secreto, ya que muchos le hacen el Brit Milá a sus hijos y no ven ninguna razón para ocultarlo (esto era antes de la revolución comunista en Rusia).

"Estimado Rabino", explicó el judío. "Vivo en un entorno completamente gentil. Ningún vecino o conocido sabe que soy judío. Mi sustento proviene del comercio de artículos religiosos cristianos... Por supuesto, si se enteran que soy judío, perderé mi fuente de sustento. Por lo tanto, quiero mantener la ceremonia en completo secreto."

El rabino entendió que en este caso la mitzvá no podría llevarse a cabo con la participación de un Minian y con una Seudat mitzvá, como es la costumbre. Le sugerí, continuó Rabí Jaim su historia, que él fuera el Sandak y sostuviera al niño en su regazo, para que podamos hacer el Brit nosotros solos.

"Lo siento Rabino, pero no puedo hacer eso", respondió el judío preocupado. "Mi corazón es delicado y sensible. No puedo mirar una pequeña herida, y cómo puedo ver el Brit de mi tierno hijo. Mis manos podrían incluso temblar y el niño caer, Dios libre."

Comencé a preguntarle al judío sobre la actividad diara en su casa. Y le aconsejé que enviara a la hora señalada a las sirvientas de la casa a algunas labores al aire libre, y que llamara a un médico judío, que varios de los habitantes de la ciudad fueron ayudados por sus servicios. A los vecinos se les dirá que el bebé tiene cierto defecto físico que requiere una cirugía ligera.

Le dije que yo también iría a la hora señalada, que el médico serviría de Sandak, e incluso vendría más tarde a visitar la casa, para supervisar la curación de la Milá.

Y así fue. El día señalado, aquel judío me llevó a su casa, que estaba decorada al estilo de los nobles, sin ningún signo o rasgo judío. Quitamos las estatuas y los elementos cristianos, y así los tres hicimos el Brit en secreto.

Cuando nos despedimos, le pedí al judío que viniera a verme en tres días para informarme acerca del bienestar del niño. El judío vino y sospechó que yo quería que me pagara. Por supuesto, me negué a recibir su dinero, y él pensó que me refería a que aumente el monto de lo ofrecido...

Cuando se convenció de que no me interesaba el pago, le revelé que sí quería pedirle algo. Quería saber la razón que lo motivó a hacer el Brit a su hijo, con tanta entrega y sacrificio.

Cuando escuchó mi pregunta, lágrimas brotaron de sus ojos y con la cabeza agachada dijo: "Me he alejado de mis raíces. Totalmente. A veces me arrepiento, pero no sé si podré volver."

"Pensé que mi tierno hijo estaría aún más alejado del judaísmo que yo; yo crecí en un hogar judío, mientras que él no vería ninguna marca judía. Sin embargo, cuando crezca, puede que reconozca la vida judía y quizás se le despierte la chispa y quiera vivir como judío. Quería que tenga el camino abierto...

Por lo tanto hice todo lo posible por circuncidar a mi hijo, para que si el día de mañana él quiera volver a sus raíces, tenga el camino abierto y fácil."


Rab Berlin termina su historia y dice con emoción: Recién luego de este suceso, se me aclaró la interpretación de nuestros Sabios sobre el Pasuk "Eres hermosa mi esposa, eres hermosa, tus ojos son palomas." Nuestros sabios dicen que la repetición del versículo viene a enseñarnos: "Eres hermosa - antes del pecado y eres hermosa - después del pecado."

Siempre me pregunté qué belleza puede haber después del pecado [y sin mencionar un arrepentimiento]. La respuesta se encuentra al final de ese mismo versículo "Tus ojos son palomas." Una de las características de la paloma es que no se aleja nunca de su nido una distancia tal que no conocerá su camino de regreso. Así, el judío, a pesar de que haya pecado y se ha alejado una gran distancia, sin embargo, vuelve la cabeza hacia atrás y trata, hasta el punto de poner en riesgo su vida, de no perder el camino de regreso a su 'nido'. Y si no él, al menos el camino de su hijo estará abierto para retornar al seno del judaísmo.



Fuente: Sijat Hashabua N° 1815 - Lej Lejá 5782. Traducido por JasidiNews

jueves, 14 de octubre de 2021

Rab Ovadia Yosef y su visita a la Yeshiva de Lubavitch en Caracas - Rab Ovadia y el Rebe

La siguiente historia fue amablemente compartida conmigo por uno de los respetables miembros de la comunidad de Anash en Australia, cuando viajé allí hace unos años. Siendo él bajur, había estado en Shlijut en Caracas, Venezuela, y había estado involucrado personalmente en este episodio. Pero primero el trasfondo de la historia:

Rav Ovadia Yosef ZTz”L, fue un Gaon fenomenal, un escritor prolífico y fue (durante un tiempo) el Rishon LeTzion, el Gran Rabino Sefaradí de Israel. Una vez, el Rebe se mostró en desacuerdo con él sobre cierto asunto (este no era un asunto relacionado con Lubavitch ni nada por el estilo. El Rebe se oponía a su presión por acortar el período del Rav Roshí Sefardí previo, ya que el Rebe estaba muy convencido de que las posiciones rabínicas no debían ser influenciadas o gobernadas bajo manipulaciones políticas).

El disgusto del Rebe llegó al punto tal que, cuando Rav Ovadia expresó su deseo, en aquel entonces, de encontrarse con el Rebe, el Rebe no aceptó reunirse con él si él venía vestido como el Gran Rabino Sefaradí. Fue aproximadamente en aquel entonces que ocurrió el siguiente incidente:


Rab Ovadia Yosef tenía programado viajar a Caracas, Venezuela para visitar la comunidad allí. Como parte de su itinerario, se consideró apropiado que él imparta una conferencia de Torá en la Yeshivá allí, y los Shlujim en la Yeshivá de Lubavitch en Caracas se estaban contactando para organizar esto.

Sin embargo, los Shlujim se encontraron en un dilema. Se habían enterado de que el Rebe rechazó la solicitud de Rav Ovadia de un Yejidus, lo que podría tomarse como una censura bien pronunciada. Quizás, en estas circunstancias, no era apropiado que la Yeshivá Lubavitch (quienes son, después de todo, los representantes del Rebe en el país) lo recibieran con los brazos abiertos.

Inseguros de cuál debería ser su enfoque, los Shlujim se pusieron en contacto con el rabino Jodakov, quien les indicó que volvieran a llamar una hora más tarde. Cuando lo volvieron a llamar, él les instruyó inequívocamente que debían invitar a Rav Ovadia a dar un Shiur, y que debían darle todo el debido honor que corresponde a un Rabino Principal, sin restar ni un ápice.
Rab Ovadia Yosef les dio a los bojurim un Shiur, en el que les compartió sus ideas de Torá. Más tarde ese mismo día, el teléfono sonó en la Yeshivá y fue atendido por uno de los Shlujim. En el otro lado de la línea estaba el rabino Jodakov. "Men vil vissn", comenzó sin preámbulos, "Vos Rav Ovadiah Yosef hot geredt nejten veguen dem Rebbe'n" [Nos gustaría saber qée dijo ayer Rab Ovadia Yosef sobre el Rebe].

El bojur comenzó a "explicarle" al rabino Jodakov que, en primer lugar, el Shiur fue ese mismo día y no ayer, y, en segundo lugar, no habló sobre el Rebe en lo absoluto, sino que simplemente impartió una lección de Torá. Pero Rab Jodakov lo interrumpió (bastante bruscamente), repitiendo: "¿No escuchaste lo que te pregunté? Men vil vis'n vos Rav Ovadiah Yosef hot geredt nejten vegn dem Rebben."
El bojur, debidamente reprendido, prometió intentar encontrar la información solicitada. Comenzó a preguntar y averiguar sobre la agenda del Rav del día anterior, y finalmente descubrió lo siguiente: El día anterior se había acordado que Rav Ovadiah hablara en la escuela judía más grande de la zona. Fue un evento informal, abierto a todo el personal y los estudiantes de habla hebrea de la escuela. El Rav les habló durante unos 45 minutos, seguidos de un breve período de preguntas y respuestas de 15 minutos.

La primera pregunta que le hicieron a Rab Ovadiah, uno de los estudiantes de la escuela, fue "¿Cuál es su opinión acerca del Rebe de Lubavitch?"
Ahora, este era un momento, como se mencionó, en el que el Rab Ovadia Yosef podría haberse considerado justificado al ofenderse por el trato que le dio el Rebe. Además, en ocasiones había criticado a Lubavitch de todos modos.

Esto es lo que le respondió al joven: “El Rebe de Lubavitch es como el Avraham Avinu de nuestra época. Nuestros Sabios nos dicen que Avraham se llamaba Ivri porque כל העולם כולו מעבר אחד והוא מעבר אחר, - se enfrentó al mundo entero en su lucha y afán por difundir los ideales del judaísmo. Así también, el Rebe se enfrenta al mundo entero y él solo libra la guerra para difundir el Yahadut y contrarrestar la asimilación.”

“Sin embargo”, agregó Rav Ovadiah, “si quieres saber mi opinión personal, debo decir entonces que personalmente, creo que el Rebe de Lubavitch es incluso más grande que Avraham Avinu; ya que ¿con quién tuvo que lidiar Avraham, quiénes eran sus oponentes? Nimrod y sus semejantes.”
“Por otro lado, ¿con quién tiene que lidiar el Rebe de Lubavitch? Tiene que lidiar con personas como Ovadiah Yosef (!) y ... (aquí el Rav mencionó dos nombres adicionales, pero el joven (que compartió la historia conmigo) no recuerda quiénes fueron), por lo que es aún más grande.

***







sábado, 9 de octubre de 2021

El Hombre Misterioso en la casa de los ladrones - Maise para Melave Malka

Por Bluma Wineberg - Chabad.org

Había dos hermanos que se destacaban en la mitzvá de melavé malkaTenían mucho cuidado en llevar a cabo una Seudá, una comida especial al finalizar el Shabat y la honraban con pescado, carne, vino y todo tipo de manjares.

Una vez sucedió que les surgió una reunión de negocios muy importante que tendría lugar apenas terminara el Shabat, y saliendo de la ciudad. Tenían que viajar inmediatamente después de la havdalá . Ahora tenían un dilema. ¿Que deberían hacer?

“Tenemos que cumplir la mitzvá de melavé malká”, dijo uno de los hermanos.

“Pero este viaje es crucial y debemos marchar inmediatamente después de Shabat”, le dijo el otro.

No querían hacer esta comida a lo apresurado, ya que esta mitzvá en particular les era muy preciada. ¿Cómo podían observar la mitzvá como solían, honrándola con Zemirot y una cena apropiada?

Decidieron que, dado que el punto de encuentro no estaba tan lejos, sería mejor llevar provisiones, y cuando la reunión terminara, se sentarían y celebrarían con alegría su  melave malka como solían hacerlo. Empacaron Jalá, pescado, carne y vino y varias delicias, y se pusieron en marcha.

Era invierno, y apenas emprendieron su viaje, comenzó a nevar y fuertes vientos los empujaron fuera de la carretera nevada. Se perdieron y se encontraron en un bosque.

Al notar una luz que brillaba no muy lejos, se dirigieron hacia la luz. Allí encontraron una casa iluminada en el bosque oscuro. Se detuvieron en la puerta y llamaron con fuerza. Alguien salió a la puerta, condujo su caballo y su carreta al patio y los invitó a entrar en la casa.

Los llevaron a una habitación cuando, de repente, oyeron que la puerta era cerrada detrás de ellos. Ahora entendieron que estaban atrapados en una guarida de ladrones y asesinos. Escuchando atentamente, escucharon el sonido de más hombres llegando a la casa y voces fuertes gritando. Los recién llegados abrieron la puerta de la habitación donde estaban secuestrados los hermanos, les echaron un vistazo e inmediatamente volvieron a cerrar la puerta. Luego, el grupo se sentó a comer y beber.

Los hermanos se miraron y dijeron: “Aún no hemos celebrado la mitzvá de melave malkaHagámoslo ahora si eso es lo último que hagamos..." Abrieron sus mochilas y extendieron toda la comida que habían traído, y comenzaron su Seudá, con alegría y cánticos, como era su costumbre.

De repente, la puerta se abrió y los rufianes arrojaron a otra persona a la habitación. Luego, la fiesta continuó (abajo) con más ruido que antes.

La noche avanzó, y los dos hermanos y su acompañante escucharon mientras se hacía más y más silencioso en la otra sala, hasta que quedó completamente silencioso. En este punto, decidieron probar la puerta y ver si había alguna posibilidad de que pudieran escapar. Para su sorpresa, se dieron cuenta de que, con un poco de maniobra, pudieron abrir la puerta. Después de salir cautelosamente de la habitación, se sorprendieron al ver a todos los hombres tirados en el suelo, sumidos en un sueño ebrio.

Salieron silenciosamente de la casa y fueron al establo a buscar sus caballos y carretas. El tercer hombre les contó que había traído un vino (o bebida) muy fuerte, que parece que bebieron hasta la última gota, emborrachándolos por completo. Desató su caballo y les dijo que hicieran lo mismo con sus caballos. Les mostraría la salida del bosque. Siguiendo al extraño, los hermanos pronto estaban en un lugar seguro.

¿Quién era este individuo que vino a rescatarlos a último momento, quien trajo el fuerte vino que dejó a todos los rufianes completamente borrachos? No lo sabemos. Quizás fue nada menos que David, Melej Israel, quien vino a salvar a los hermanos en el mérito de la Seudá de melaveh malkah, que se come en su honor.

(Traducido del Likutei Sipurim por el Rab Jaim Mordejai Perlow, págs. 351-352.)
Reimpreso con permiso de Chabad.org

domingo, 3 de octubre de 2021

Video: Imprimir Tania!

IMPRIMIR PARA LA REDENCIÓN
La Campaña del Rebe de imprimir ediciones del Tania en toda ciudad.

Es un mensaje transmitido directamente por el Baal Shem Tov, a quien Mashíaj se le reveló y se lo dijo: La difusión de las enseñanzas jasídicas trae la Redención Verdadera y Completa.
En 1978, cuando la impresión se volvió más accesible, el Rebe llevó esa idea a otro nivel: lanzó una campaña para imprimir el 'Tania' en toda ciudad posible alrededor del mundo.
Hoy, miles de ediciones han sido agregadas a la todavía creciente lista. Descubra como todo comenzó y vea la especial atención que el Rebe dedicó a este proyecto, con esta nueva presentación de JEM.



"Vejol Maaminim" - Todo Yehudi cree y está conectado - Emocionante anécdota de este Simjat Torá en Morón, Buenos Aires

En un farbrenguen al terminar Simjat Torá el miércoles pasado por la tarde (dándole un cierre así a todo lo que fue Simjat Torá y Tishrei en gral.) en la localidad de Morón en Bs As, el Sheliaj Yosi Ludman compartió la siguiente anécdota:

Un Yom Kipur, Reb Mendel Futerfas, consiguió que le otorguen el día libre mientras estaba en prisión y estaba haciendo Davenen para sí. Cuando llegó al párrafo Vejol Maaminim, se preguntaba: ¿es realmente cada Yehudi un Maamin (creyente)? ¿Cómo podemos decir eso en nuestro Davenen? Cuando aquel día estaba llegando a su fin, otra persona, que era el jefe de la mafia entre los prisioneros, que también "se había tomado" el día libre, se volvió hacia Reb Mendel y le dijo: "Te cuento que yo también soy judío. Ayuné todo el día, pero como no sé el rezo, estuve repitiendo durante todo el día las únicas palabras que sí sé, Modé ani lefaneja...” En ese momento, las dudas de Reb Mendel sobre el Vejol Maaminim fueron respondidas y disipadas, ese mismo día!

Y así, concluye comentando el rabino Ludman, yo estaba pensando lo mismo sobre todos esos yehudim que nosotros conocemos, pero que no se aparecieron ni una vez en todo este Tishrei. ¿Cómo es posible? ¿Son Maaminim...?

De repente, se oyen golpes en la puerta del Beit Jabad. Era un pequeño de 7 años, Aarón, que había venido con su hermana mayor. No habían venido para Rosh Hashaná. Ni para Yom Kipur. Tampoco aparecieron en todo Sukot. Ahora vinieron para Simját Torá… solo que un día tarde. El Sheliaj y todos los asistentes se miraron unos a otros, asombrados y estupefactos de cómo acababan de recibir su respuesta: וכל מאמינים!

 (Mencionó aquella famosa historia sobre la persona que llegó a Kol Nidrei un día más tarde, cuando el Jazan entendió por qué fue que se había quedado hasta tarde y recitó el Kol Nidrei para esa persona).
A esta altura el Yom Tov ya había culminado... pero él fue y sacó el Sefer Torá y junto con Aaron y los presentes volvieron a bailar alrededor de la Bimá con la alegría propia de Simjat Torá y todos llenos de emoción por lo que acababa de suceder.

Termina Rab Yosi Ludman su anécdota diciendo:
"Hoy, Hashem nos mostró la grandeza de la Neshamá de un Yehudi.
Que Hashem nos conceda que muy pronto podamos ver abiertamente cómo TODAS las Neshamot se despiertan con la llegada del Mashíaj y seguramente podremos declarar a viva voz:
!וכל מאמינים"