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domingo, 31 de octubre de 2021
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lunes, 25 de octubre de 2021
Shlujim le dedican un Sefer Torá a su hijo - Evento histórico en Mar Del Plata - Carta especial y emotiva de un pariente -
El rabino Pinjas Alluche escribe una carta abierta a su hermana y cuñado Patsonia y Zalmi Lipinski en ocasión del Hajnasat Sefer Torá, la escritura de un nuevo rollo de Torá en honor a su hijo especial Menajem Mendel, en honor a su Opshernish.
CARTA ABIERTA A MI HERMANA Y CUÑADO
A menudo me pregunto de dónde sacan la fuerza y el coraje para hacer frente al desafío inimaginable de criar un bebé "vegetal".
El día de su nacimiento, hace casi tres años, sigue congelado en el tiempo, en mi memoria. Era una hermosa tarde de un viernes y nos estábamos preparando para Shabat.
Después de nueve meses de un embarazo de muy alto riesgo, finalmente estabas lista para tener tu tercer hijo. Nuestros corazones se llenaron de alegría, entusiasmo y expectativa. Y luego… vino una terrible llamada de ti, Zalmi, mi querido cuñado.
Nos compartiste la noticia que Patsonia había sido trasladada de urgencia al hospital con un caso severo de "placenta privera." También mencionaste que ella estaba en la UCI, luchando por su vida, luego de experimentar una enorme pérdida de sangre.
Finalmente, dijiste que a tu bebé recién nacido le faltaba oxígeno en el cerebro durante más de una hora luego de su nacimiento y su condición seguía siendo "desconocida". Nos pediste que recemos y “hagamos sacudir los Cielos” y prometiste actualizarnos después del Shabat.
Todo ese Shabat oramos, con el corazón tembloroso y los ojos llorosos, y suplicamos a Di-s que los protegiera y los sanara a ustedes, a Patsonia y a su bebé. Después de Shabat, tú, Zalmi, nos aseguraste que, gracias a Di-s, Patsonia estaba fuera de peligro y en camino de recuperarse por completo. Tu hijo recién nacido, por otro lado, estaba en estado vegetativo y los médicos no le daban muchas esperanzas de que sobreviviera.
Tres años después, tu hijo, Menajem Mendel, a quien le pusiste el nombre en honor a tu “meshaleaj”, el Lubavitcher Rebe, ha desafiado las espantosas predicciones de sus médicos. A pesar de que su condición se ha mantenido más o menos igual, y a pesar de su hospitalización domiciliaria las 24 horas del día, los 7 días de la semana, Menajem Mendel está vivo, y con vuestro incansable pero tierno compromiso y afecto, continúa provocando una asombrosa ola de actos de amor, amabilidad y bondad, dentro de vuestra comunidad como en todo el mundo.
Hoy, esta ola alcanzó un punto culminante. En honor a su tercer cumpleaños y su primer corte de pelo, le dedicaron una Torá en su honor. Lo vi a través del Zoom, con lágrimas fluyendo de mis ojos, cómo sus diversos conocidos y amigos locales, en vuestra lejana ciudad de Mar del Plata, Argentina, donde dirigen la comunidad judía con tanta devoción y convicción, bailaban con Menajem Mendel con la nueva Torá, difundiendo alegría y luz a todo tu entorno.
Oh, cómo desearía haber estado ahí con ustedes físicamente. Aún así y todo, estuve allí con ustedes espiritualmente, con mi corazón y mi alma, sosteniendo vuestra nueva Torá, balanceándome en Tefilá y éxtasis, y virtualmente cortando un mechoncito del cabello de Menajem Mendel también.
Un sobreviviente del Holocausto me dijo una vez que "al final, no es lo que nos sucede lo que más importa, es lo que elegimos hacer con eso."
Ustedes, Patsonia y Zalmi, responden al llamado de Moshé (en Devarim 30:19) todos los días, al "elegir la vida, para que ustedes y sus hijos puedan vivir."
Cómo lo hacen, no lo sé. Pero el impacto que han hecho en mí, en mi querida esposa, Esther, en nuestros hijos y en miles de personas más, es infinito. Nos han enseñado a amar a nuestros hijos incondicionalmente y a vivir nuestras vidas con pasión, significado y propósito - incluso cuando se nos imponen desafíos insondables, contra nuestra voluntad. Y al hacerlo, han demostrado a todos y cada uno que el amor es mucho más poderoso que la amargura, que la esperanza es mucho más grande que la desesperación y que la luz es innegablemente más fuerte que la oscuridad.
Hay una línea en una canción de Leonard Cohen que me ha inspirado en algunos momentos sombríos de mi vida. “Olvídate de tu oferta perfecta”, sugiere Cohen. “Hay una grieta en todo. Así es como entra la luz."
Gracias, Patsonia y Zalmi, y a vuestros hijos, Jana, Mussia y Menajem Mendel, que se recupere completa y rápidamente, por ser esa luz.
Que Di-s continúe fortaleciéndolos con fuerza y ánimo ilimitados, y que sus tres hijos estén completamente sanos y sigan brindándoles alegría y orgullo ilimitados.
Finalmente, que vuestra luz continúe brillando por todos lados, desde Argentina hasta Arizona, desde los rincones de sus amorosos corazones hasta las avenidas de nuestro mundo, y que traiga una sanación completa a su hijo, a todos los hijos enfermos de Di-s, y a nuestro mundo roto.
Con infinito amor y admiración,Tu hermano,Pinjas
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domingo, 24 de octubre de 2021
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lunes, 18 de octubre de 2021
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jueves, 14 de octubre de 2021
Rab Ovadia Yosef y su visita a la Yeshiva de Lubavitch en Caracas - Rab Ovadia y el Rebe
Rav Ovadia Yosef ZTz”L, fue un Gaon fenomenal, un escritor prolífico y fue (durante un tiempo) el Rishon LeTzion, el Gran Rabino Sefaradí de Israel. Una vez, el Rebe se mostró en desacuerdo con él sobre cierto asunto (este no era un asunto relacionado con Lubavitch ni nada por el estilo. El Rebe se oponía a su presión por acortar el período del Rav Roshí Sefardí previo, ya que el Rebe estaba muy convencido de que las posiciones rabínicas no debían ser influenciadas o gobernadas bajo manipulaciones políticas).
El disgusto del Rebe llegó al punto tal que, cuando Rav Ovadia expresó su deseo, en aquel entonces, de encontrarse con el Rebe, el Rebe no aceptó reunirse con él si él venía vestido como el Gran Rabino Sefaradí. Fue aproximadamente en aquel entonces que ocurrió el siguiente incidente:
Rab Ovadia Yosef tenía programado viajar a Caracas, Venezuela para visitar la comunidad allí. Como parte de su itinerario, se consideró apropiado que él imparta una conferencia de Torá en la Yeshivá allí, y los Shlujim en la Yeshivá de Lubavitch en Caracas se estaban contactando para organizar esto.
Sin embargo, los Shlujim se encontraron en un dilema. Se habían enterado de que el Rebe rechazó la solicitud de Rav Ovadia de un Yejidus, lo que podría tomarse como una censura bien pronunciada. Quizás, en estas circunstancias, no era apropiado que la Yeshivá Lubavitch (quienes son, después de todo, los representantes del Rebe en el país) lo recibieran con los brazos abiertos.
Inseguros de cuál debería ser su enfoque, los Shlujim se pusieron en contacto con el rabino Jodakov, quien les indicó que volvieran a llamar una hora más tarde. Cuando lo volvieron a llamar, él les instruyó inequívocamente que debían invitar a Rav Ovadia a dar un Shiur, y que debían darle todo el debido honor que corresponde a un Rabino Principal, sin restar ni un ápice.
Rab Ovadia Yosef les dio a los bojurim un Shiur, en el que les compartió sus ideas de Torá. Más tarde ese mismo día, el teléfono sonó en la Yeshivá y fue atendido por uno de los Shlujim. En el otro lado de la línea estaba el rabino Jodakov. "Men vil vissn", comenzó sin preámbulos, "Vos Rav Ovadiah Yosef hot geredt nejten veguen dem Rebbe'n" [Nos gustaría saber qée dijo ayer Rab Ovadia Yosef sobre el Rebe].
El bojur comenzó a "explicarle" al rabino Jodakov que, en primer lugar, el Shiur fue ese mismo día y no ayer, y, en segundo lugar, no habló sobre el Rebe en lo absoluto, sino que simplemente impartió una lección de Torá. Pero Rab Jodakov lo interrumpió (bastante bruscamente), repitiendo: "¿No escuchaste lo que te pregunté? Men vil vis'n vos Rav Ovadiah Yosef hot geredt nejten vegn dem Rebben."
El bojur, debidamente reprendido, prometió intentar encontrar la información solicitada. Comenzó a preguntar y averiguar sobre la agenda del Rav del día anterior, y finalmente descubrió lo siguiente: El día anterior se había acordado que Rav Ovadiah hablara en la escuela judía más grande de la zona. Fue un evento informal, abierto a todo el personal y los estudiantes de habla hebrea de la escuela. El Rav les habló durante unos 45 minutos, seguidos de un breve período de preguntas y respuestas de 15 minutos.
La primera pregunta que le hicieron a Rab Ovadiah, uno de los estudiantes de la escuela, fue "¿Cuál es su opinión acerca del Rebe de Lubavitch?"
Ahora, este era un momento, como se mencionó, en el que el Rab Ovadia Yosef podría haberse considerado justificado al ofenderse por el trato que le dio el Rebe. Además, en ocasiones había criticado a Lubavitch de todos modos.
Esto es lo que le respondió al joven: “El Rebe de Lubavitch es como el Avraham Avinu de nuestra época. Nuestros Sabios nos dicen que Avraham se llamaba Ivri porque כל העולם כולו מעבר אחד והוא מעבר אחר, - se enfrentó al mundo entero en su lucha y afán por difundir los ideales del judaísmo. Así también, el Rebe se enfrenta al mundo entero y él solo libra la guerra para difundir el Yahadut y contrarrestar la asimilación.”
“Sin embargo”, agregó Rav Ovadiah, “si quieres saber mi opinión personal, debo decir entonces que personalmente, creo que el Rebe de Lubavitch es incluso más grande que Avraham Avinu; ya que ¿con quién tuvo que lidiar Avraham, quiénes eran sus oponentes? Nimrod y sus semejantes.”
“Por otro lado, ¿con quién tiene que lidiar el Rebe de Lubavitch? Tiene que lidiar con personas como Ovadiah Yosef (!) y ... (aquí el Rav mencionó dos nombres adicionales, pero el joven (que compartió la historia conmigo) no recuerda quiénes fueron), por lo que es aún más grande.
sábado, 9 de octubre de 2021
El Hombre Misterioso en la casa de los ladrones - Maise para Melave Malka
Por Bluma Wineberg - Chabad.org
Había dos hermanos que se destacaban en la mitzvá de melavé malka. Tenían mucho cuidado en llevar a cabo una Seudá, una comida especial al finalizar el Shabat y la honraban con pescado, carne, vino y todo tipo de manjares.
Una vez sucedió que les surgió una reunión de negocios muy importante que tendría lugar apenas terminara el Shabat, y saliendo de la ciudad. Tenían que viajar inmediatamente después de la havdalá . Ahora tenían un dilema. ¿Que deberían hacer?
“Tenemos que cumplir la mitzvá de melavé malká”, dijo uno de los hermanos.
“Pero este viaje es crucial y debemos marchar inmediatamente después de Shabat”, le dijo el otro.
No querían hacer esta comida a lo apresurado, ya que esta mitzvá en particular les era muy preciada. ¿Cómo podían observar la mitzvá como solían, honrándola con Zemirot y una cena apropiada?
Decidieron que, dado que el punto de encuentro no estaba tan lejos, sería mejor llevar provisiones, y cuando la reunión terminara, se sentarían y celebrarían con alegría su melave malka como solían hacerlo. Empacaron Jalá, pescado, carne y vino y varias delicias, y se pusieron en marcha.
Era invierno, y apenas emprendieron su viaje, comenzó a nevar y fuertes vientos los empujaron fuera de la carretera nevada. Se perdieron y se encontraron en un bosque.
Al notar una luz que brillaba no muy lejos, se dirigieron hacia la luz. Allí encontraron una casa iluminada en el bosque oscuro. Se detuvieron en la puerta y llamaron con fuerza. Alguien salió a la puerta, condujo su caballo y su carreta al patio y los invitó a entrar en la casa.
Los llevaron a una habitación cuando, de repente, oyeron que la puerta era cerrada detrás de ellos. Ahora entendieron que estaban atrapados en una guarida de ladrones y asesinos. Escuchando atentamente, escucharon el sonido de más hombres llegando a la casa y voces fuertes gritando. Los recién llegados abrieron la puerta de la habitación donde estaban secuestrados los hermanos, les echaron un vistazo e inmediatamente volvieron a cerrar la puerta. Luego, el grupo se sentó a comer y beber.
Los hermanos se miraron y dijeron: “Aún no hemos celebrado la mitzvá de melave malka. Hagámoslo ahora si eso es lo último que hagamos..." Abrieron sus mochilas y extendieron toda la comida que habían traído, y comenzaron su Seudá, con alegría y cánticos, como era su costumbre.
De repente, la puerta se abrió y los rufianes arrojaron a otra persona a la habitación. Luego, la fiesta continuó (abajo) con más ruido que antes.
La noche avanzó, y los dos hermanos y su acompañante escucharon mientras se hacía más y más silencioso en la otra sala, hasta que quedó completamente silencioso. En este punto, decidieron probar la puerta y ver si había alguna posibilidad de que pudieran escapar. Para su sorpresa, se dieron cuenta de que, con un poco de maniobra, pudieron abrir la puerta. Después de salir cautelosamente de la habitación, se sorprendieron al ver a todos los hombres tirados en el suelo, sumidos en un sueño ebrio.
Salieron silenciosamente de la casa y fueron al establo a buscar sus caballos y carretas. El tercer hombre les contó que había traído un vino (o bebida) muy fuerte, que parece que bebieron hasta la última gota, emborrachándolos por completo. Desató su caballo y les dijo que hicieran lo mismo con sus caballos. Les mostraría la salida del bosque. Siguiendo al extraño, los hermanos pronto estaban en un lugar seguro.
¿Quién era este individuo que vino a rescatarlos a último momento, quien trajo el fuerte vino que dejó a todos los rufianes completamente borrachos? No lo sabemos. Quizás fue nada menos que David, Melej Israel, quien vino a salvar a los hermanos en el mérito de la Seudá de melaveh malkah, que se come en su honor.
(Traducido del Likutei Sipurim por el Rab Jaim Mordejai Perlow, págs. 351-352.)
Reimpreso con permiso de Chabad.org