Sinceridad, sencillez e inocencia
Número 14
El sol brillaba mientras el Rebe se dirigía a la Sifriá (Biblioteca), en Jag Hashavuot 5738 (1978). Un pequeño niño, pensando que era su padre, corrió hacia el Rebe. Tomó la mano del Rebe y se secó el sudor de la frente con la kapota del Rebe.
Los espectadores horrorizados regañaron a la madre del niño por permitir que esto sucediera. Con remordimiento, se sentó ella después de yom tov a escribir una carta de disculpa y se la entregó al Rebe.
En Motzaei Shabat Parshat Pinjas, la madre recibió su respuesta. El Rebe comenzó marcando su carta de disculpas con un signo de interrogación y un signo de exclamación.
Luego el Rebe escribió: “Todo lo contrario, me dio un inmenso placer: la sinceridad, sencillez e inocencia de un niño son inconmensurables. Si tan solo los adultos tuvieran algo de eso."
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