Purim fue la primera festividad que cancelamos. No, no cancelamos Purim, solo la fiesta (el evento) de Purim. Recuerdo el miedo, la falta de claridad. Pero algo dentro nos decía que debíamos evitar las reuniones masivas.
Y luego fue Pesaj y Lag Ba'Omer, un Bar Mitzvá y Rosh Hashaná, Iom Kipur y Sucot, e incluso Simjat Torá. Y ahora llegó Januka, la fiesta en la que salimos a celebrar en la calle, literalmente: en los centros y plazas de las ciudades. Y una vez más, tenemos que cancelar esos eventos anuales.
Una vez más, estamos cancelando y reduciendo la proporción de los eventos, pero la festividad en sí, el hecho de que el niño se vuelva Bar Mitzva o la Jupá, ninguna fuerza en el mundo puede cancelar.
Y esa es una gran lección para nosotros.
Entre nosotros, un momento antes de que las vacunas se difundan: si hubiéramos intentado imaginar una situación en la que no se puedan realizar actos masivos o estar con nuestras numerosas familias en los Jaguim; si nos hubieran dicho que tendríamos que hacer Bar Mitzva's por Zoom y casamientos con un máximo de 50 personas, ¿hubiéramos pensado que era posible?
Este año nos enseñó que no solo es posible, sino que tales eventos tienen un sentimiento de maravillosa singularidad.
En Jasidut están traídos los conceptos de Etzem - la esencia de una cosa en sí misma, y Guilui - sus manifestaciones externas. Todo en el mundo tiene su esencia y también sus aspectos externos. Generalmente no sabemos cuál es la esencia; solo conocemos sus manifestaciones externas.
Por ejemplo, una persona que habla, escribe y cuenta historias, todos estos son su Guilui. Su esencia sólo será conocida por aquellos que estén más cercanos a su corazón. Los Jaguim también son así. Janucá tiene muchas expresiones: las canciones, las comidas, las costumbres especiales. Pero, ¿es la Sufganiá la "esencia" del Jag? ¿Es el Sebibon/Dreidel una expresión intrínseca de la festividad? Estos son solo su nivel superficial, el Guilui. La esencia de la festividad es la luz y la calidez, así como la esencia de Pesaj es la humildad y la libertad, y la esencia de Rosh Hashaná es coronar al rey, etc.
El Corona nos quitó la posibilidad de celebrar con nuestros círculos externos y nos dejó con nuestros círculos más íntimos. Si queremos, veremos que el Corona no nos ha alejado de los Jaguim. Simplemente hizo a un lado la mayor parte del guilui y nos dejó con el Etzem. Nos acercó a la esencia del Jag, y sí, a nosotros mismos. Nuestro Guilui se vio afectado, pero no nuestro Etzem, en lo absoluto. Más todavía, nos familiarizamos con sus aspectos más internos.
De cualquier manera, ¡les deseo a todos un feliz y luminoso Jag!
Shabat shalom,
Rab. Zalmen Vishetzky
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