Orientando con sensibilidad
Número 9
Era una tarde soleada de Shabat y dos niñas jugaban en el patio próximo a 770.
Justo entonces el Rebe tenía que pasar, de camino a la Biblioteca, donde el Rebe y la Rebetzin se quedaban para Shabat. Sin embargo, el Rebe no podía pasar entre las dos niñas, como lo prescribe la Halajá.
El Rebe llamó a una de las niñas y le dijo: "Por favor, acércate a tu amiga y deséale A Gut Shabes". La niña felizmente obedeció, sus sentimientos no fueron heridos (ni quedó avergonzada) y el camino quedó despejado para que el Rebe caminara.
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