Cuando el Rebe de Lubavitcher se puso en cuarentena para el Seder
por el rabino Pini Dunner
Una de las cuestiones que ha surgido en estos días una y otra vez durante las llamadas telefónicas que he tenido con mi comunidad y con personas de otros lugares, es el hecho de que la gente estará sola para el Seder este año, o su Seder se reducirá drásticamente en número, con los chicos o los padres en otros lugares, todos aislados en medio de la actual situación de cuarentena y de distanciamiento social que es tan importante para prevenir la propagación de la enfermedad.
Algunas personas estarán literalmente solas, solitarias, sin nadie con quien hacer el Seder.
"¿Cómo podremos hacer un Seder por nosotros mismos?" me preguntan "¿Acaso el Seder de Pesaj no debe hacerse con la familia e invitados?"
He pensado mucho en esto, y me gustaría abordar las inquietudes de todos compartiendo una conversación extraordinaria que tuve hace unos dieciocho meses.
Simplemente estaba en Nueva York en ese momento, y un amigo mío me envió un mensaje de que su hija se había comprometido. Le devolví el mensaje diciendo que estaba cerca y que podría asistir a la fiesta de compromiso, así que esa noche conduje a Monsey para celebrar la simja.
Mientras estaba en la fiesta, me topé con un amigo mío, el rabino
Yosi Jacobson, un conocido conferencista e inspirador de East Coast. Sabía que el rabino Jacobson había crecido en la calle Montgomery en Crown Heights, en el corazón de la comunidad de Jabad, a pocas cuadras de la casa del Rebe de Lubavitch.
Hay un aspecto de la vida del Lubavitcher Rebe que siento que a menudo se pasa por alto, y nos pusimos a hablar del mismo. El Rebe de Lubavitch era increíblemente sencillo, con los pies sobre la tierra, y, junto con su difunta esposa la Rebetzn Jaya Mushka, el Rebe llevó una vida muy simple y discreta. De hecho, por difícil que sea creerlo, su vida juntos fue muy privada.
El rabino Jacobson a menudo cuenta historias sobre el Rebe al dirigirse al público, por lo que le pregunté si alguna vez se enfocó en este aspecto particular de la grandeza del Rebe. Es decir, que el Rebe de Lubavitch no presumía ni tenía aires de grandeza en absoluto, ni estaba interesado en la pompa y la ceremonia que a menudo es el sello distintivo de otros líderes y "jatzerot" jasídicos.
“Por ejemplo”, le pregunté al rabino Jacobson, “¿alguna vez le has contado al público que en sus sesenta años de matrimonio, el Rebe y su esposa comieron juntos y en privado todas sus comidas de Shabat? Sin invitados, sin asistentes, sin espectáculo público... simplemente una pareja casada comiendo juntos, trayendo la comida, comiendo, limpiando la mesa, lavando los platos. ¡Un hombre que tenía literalmente decenas de miles de personas a su entera disposición! ¡Qué lección tan poderosa!
El rabino Jacobson hizo una pausa por un momento, y luego sonrió. "Tengo algo mejor al respecto para ti", me dijo. “Hace unas semanas, dirigí un taller para madres solteras, y al final de la sesión, accedí a oír preguntas de las mujeres y las animé a hacer cualquier pregunta que se les ocurriera. Una de las damas levantó la mano, y esto es lo que me preguntó...:
“Hace unos meses”, me dijo, “fue Pesaj. La cuestión es que mi ex esposo y yo pasamos por una ruptura muy difícil. Luego de años en los tribunales por nuestros hijos, finalmente llegamos a un acuerdo de custodia compartida, lo que significa que alternamos las fiestas judías. Este pasado Pesaj era mi turno: mis hijos vendrían a pasar el Seder conmigo y estaba muy entusiasmada. Di vuelta mi casa para Pesaj y preparé todo muy bien; iríamos a estar solo yo y los niños."
“Estaba tan feliz de que estuvieran conmigo, que se los dije a todos: mi familia, mis amigos, mis vecinos. Luego, una hora antes de Yom Tov, recibí una llamada telefónica de mi ex: por alguna razón, los niños no iban a venir. Casi me desmayo de la conmoción y la angustia. También estaba muy avergonzada. Supongo que podría haber llamado a mis padres, o podría haber llamado a mis vecinos, y haber ido con ellos a pasar el Seder. Pero, ¿cómo podía hacerlo? ¡Les había dicho a todos que vendrían mis hijos! La verdad es que no tenía la energía para estar con nadie. Me sentí completamente y totalmente entumecida, seca y sin vida."
“Así que hice el Seder sola. Por mi cuenta. Fue el peor Seder y el más amargo que he tenido. Solo me senté allí llorando durante todo su transcurso. Llantos. No fue Pesaj. Fue Tisha BeAv. No tenía que comer Maror. Yo, toda mi vida, era Maror. Sí, pasé por toda la Hagadá y comí la Matzá; pero todo el Seder me llevó 25 minutos."
“Rabino Jacobson, ¿hice lo correcto? ¿Cumplí con mi obligación del Seder? ¿Se puede llamar Seder? Porque no lo sentí como un verdadero Pesaj."
El rabino Jacobson me comentó -y créeme, como orador público, sé exactamente a lo que se refería-: "a veces tus momentos más inspiradores en un discurso no están preparados. Son un regalo de Di-s. Puedes prepararte por horas. Y luego la inspiración te cae encima." Justo en ese momento, el rabino Yosi Jacobson tuvo ese momento.
“Señora”, dijo, “en 1988 falleció la esposa del Rebe de Lubavitch, y él se quedó solo, ya que lamentablemente no tuvieron hijos. Ella falleció en febrero, y dos meses después era Pesaj. Todos los años, el Rebe y su Rebebtzn hacían el Seder juntos, pero este año estaba solo, totalmente solo. ¿Con quién conduciría el Rebe el Seder de Pesaj?
“Recuerdo que un niño, Ari Halberstam (quien luego fue asesinado trágicamente en el Puente de Brooklyn, en 1994), se acercó al Rebe después de Maariv en la primera noche de Pesaj y, en nombre de su madre, lo invitó al Rebe a su casa para el Seder. La familia de Ari vivía en 706 Eastern Parkway, a solo una cuadra de '770'. El Rebe le sonrió a Ari y sacudió la cabeza. Le dio las gracias profusamente, pero le dijo a Ari que haría el Seder en su oficina privada en '770'."
“Yo era un Bajur (estudiante de la) yeshiva en ese momento”, continuó el rabino Jacobson, “por lo que soy testigo de primera mano de esta historia. De hecho, el secretario del Rebe Reb Leibel Groner ofreció quedarse con el Rebe, pero el Rebe lo envió a su casa para que pase el Seder con su esposa e hijos."
"Y así, el gran Lubavitcher Rebe, el hombre que inspiró a innumerables personas en todo el mundo para sus Seder's, quienes se comprometieron personalmente a brindar un Seder de Pesaj significativo al personal del ejército israelí que estaban de servicio la primera noche de Pesaj a través de su shlujim en Eretz Israel, pasaba el Seder solo. Ninguna otra persona estaba presente. Como dice el Talmud: si estás solo, te haces a ti mismo las preguntas del "Ma Nishtaná", y luego te las respondes a ti mismo ".
“Algunos de nosotros, los bajurim yeshiva, no fuimos a casa esa noche; esperamos en la calle, y después de un par de horas, el Rebe abrió la puerta para recibir a Eliahu Hanavi y recitar Shefoj Jamatja. Salió afuera sosteniendo una vela y su Hagadá, dijo la Tefilá, nos saludó con la mano y luego regresó adentro para terminar el Seder, solo.
"Estimada señora", dijo el rabino Jacobson, "si para el Rebe de Lubavitch fue lo suficientemente bueno pasar el Seder solo, créame, ¡su Seder fue perfecto!"
“Podría haber pasado su Seder con 100 personas, 1.000 personas o 10.000 personas. Él personalmente organizó que todos los Sedarim del ejército en Israel fueran patrocinados. Fue responsable de cientos de miles de personas celebrando Pesaj en la noche del Seder, desde Katmandú hasta Alaska, desde San Francisco hasta Nueva Zelanda. Pero al final del día, fue y llevó a cabo el Seder por su cuenta. No necesitaba a nadie más para estar cerca de Di-s. No necesitó adulación. No necesitó aprobación. Se sentó solo y revivió el éxodo de Egipto."
“Tenía solo 15 años en ese momento”, concluyó el rabino Jacobson, “pero a pesar de mi juventud, me sentí triste de que el Rebe no tuviera con quién pasar el Seder. ¿Por qué no invitó a una sola persona a estar con él? Pero hoy, después de escuchar su historia, puedo haber descubierto la respuesta a mi interrogante, y es solo un sentimiento personal: Como un verdadero líder judío, el Rebe quiso empoderar a todas aquellas almas que alguna vez necesitarían hacer el Seder solos. Quiso que supieran que su Seder de Pesaj solitario es poderoso, significativo y real. La historia judía y la presencia Divina habitarían en aquellos Sedarim tal como lo hace en un Seder que tiene muchas personas allí.”
En las últimas semanas, a medida que la crisis del coronavirus se ha desarrollado en todo el mundo, y la realidad de nuestras situaciones aisladas se ha vuelto cada vez más evidente: esta historia increíble y muy conmovedora sobre el Rebe de Lubavitch la tengo en mi mente más presente que nunca.
Este año, muchas personas, probablemente más personas que en cualquier otro momento de la historia judía, harán un Seder por su cuenta, sin sus familias. Todos los Seder's se verán disminuidos, y la angustia pueda estar flotando en el aire. Todos pensaremos para nosotros mismos: "¿Es realmente un Seder apropiado?"
Creo que la historia del rabino Jacobson sobre el Rebe de Lubavitch en 1988 responde esa pregunta, y alivia cualquier duda que podamos tener sobre nuestra inminente experiencia "vacía". Después de todo, "
si fue lo suficientemente bueno para el Rebe de Lubavitch llevar a cabo el Seder solo, créanme, ¡vuestro Seder será perfecto!"