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miércoles, 25 de marzo de 2020

Emuná y Brajá




El rumor se extendió rápidamente entre los judíos de Georgia: un gran Tzadik se había establecido en Rostov, al sur de Rusia. Pronto, una delegación de los dignatarios de la comunidad se organizó para encontrarse con Rabi Shalom-Dobver Schneerson, el Rebe Rashab, que tuvo que abandonar la ciudad de Lubavitch, debido a su proximidad a las zonas de guerra en la Primera Guerra Mundial.

En aquel momento, en el año 1916, la comunidad judía de Georgia enfrentaba un gran desafío. La comunidad reflejaba un florecimiento y prosperidad, contando con decenas de miles y siendo bendecida con estudiantes sabios y rabínicos. Sin embargo, carecía de infraestructura educativa que asegurara el paso de la Torá a la próxima generación. La generación más joven todavía mantenía el Irat Shamaim. Pero los brotes de ignorancia ya habían dado sus señales y preocupado a los líderes de la comunidad.

La delegación en la corte del Rebe despertó un gran interés. Los judíos georgianos se vestían con ropa cosaca, y su aparición al principio despertó sospechas. El Rebe tranquilizó a la gente y dijo: "¡No son cosacos, sino judíos! ¡Abran las puertas y déjenlos entrar!"

El Rebe los recibió cálidamente y quedó impresionado de su Irat Shamaim. Besaron la mezuzá con una genuina y sincera fe, y el Rebe respondió con una sonrisa al contraste entre su apariencia externa y su comportamiento judío: "La voz es la voz de Yaakob, y las manos de Esav". El Rebe les habló en idish, y los visitantes respondieron en ruso. El hijo del Rebe, el Frierdiker Rebe, sirvió de traductor.

De esta reunión nació la primera delegación de Jasidim a Georgia, que sería el comienzo de una magnífica amistad entre ambas comunidades. Los Rabanim, que adoptaron la comunidad de Georgia, bajo la guía del Rebe, fueron las primeras semillas del universo de Shlijut mundial de Jasidut Jabad.

Uno de los "Shlujim" fue Rab Shmuel Levitin, un gran Jasid y Gaón de la Torá, quien, bajo la indicación del Rebe, se estableció en Kuthaisi y se convirtió en una figura central en la comunidad judía del país. Él y sus compañeros establecieron instituciones educativas, difundieron Torá y capacitaron a profesionales en diferentes rubros judaicos. Muchos de los judíos locales lo vieron como su maestro y rabino.

Moshe Tartor fue uno de ellos. Un judío adinerado que dirigía una rama de negocios en Kothaisi y sus alrededores. Fue bendecido con gracia y bondad y ayudaba siempre abundantemente. Se estableció una intensa amistad entre él y el rabino Levitin.

Rab Levittin era consciente del gran dolor de Moshe y su esposa. Habían pasado dieciocho años desde su matrimonio y aún no habían tenido hijos. Consideraba todo su dinero como una cáscara de ajo mientras su gran y magnífica casa permaneciera vacía de niños.

En 1919, Rab Levitin planeó visitar a su Rebe en Rostov. Antes del viaje, hizo un llamamiento a los judíos adinerados para que donaran en pos del Jatzer del Rebe, que en ese momento estaba pasando una grave crisis financiera.

Mientras estaba frente a su Rebe, Rab Levitin mencionó el dilema de Moshe y señaló su desdén por niños. Cuán contento quedó al escuchar una Brajá explícita del Rebe: "¡Que Di-s ayude que tenga un hijo varón!"

A su regreso a Khotaisi, el rabino Levittin emocionado compartió con Moshe la bendición del Rebe. El también se sumó al entusiasmo, adoptando las palabras con total fe. Efectivamente, después de un tiempo, se extendió un rumor en la ciudad de que el Rebe Rashab había bendecido a la  familia Tartur, y que esta bendición ya estaba comenzando a concretarse...

Pero pasó el tiempo y las noticias tan esperadas tardaban en llegar.

En 1920, el último de la vida del Rebe, el Rabino Levitin planeó visitar nuevamente al Rebe, y esta vez, acompañado por sus estudiantes de la yeshiva que fundó en Georgia. Antes de partir, Moshe Tartur se le acercó con el deseo de donar una considerable suma para el Rebe, 25 mil rublos - Un monto enorme en aquellos días, y durante su conversación, el rabino Leviin preguntó cuidadosamente acerca del rumor de la bendición del Rebe, si era correcto.

"Sí", admitió el hombre cabizbajo, "ya habíamos imaginado ver la salvación por fin, pero desafortunadamente hubo un problema médico y el bebé no sobrevivió" ...

El mismo rabino Levitin señaló que el Rebe prometió un hijo varón, y si es así, no es aquella bendición especial. Decidió plantear el asunto ante el Rebe en su visita.

El rabino Levitin acompañó a los estudiantes de Yeshiva cuando ingresaron a "Yejidut", una reunión personal con el Rebe y sirvió de intérprete. Como devoto jasid, la entrada a la sala del Rebe siempre era algo sumamente serio y con gran respeto, precedido por una larga preparación espiritual y búsqueda personal del alma, ya que los momentos de "Yejidut" son los más significativos en la relación entre el Rebe y el Jasid.

El rabino Levitin puso ante el Rebe el dinero de la donación de Moshe Tartur. Una mirada de asombro llegó al Rebe. "¡Es una cantidad muy grande!", Dijo, perplejo.

El rabino Levitin compartió con el Rebe  la historia del hombre. Añadió destacando lo atormentado que estaba aquel hombre y su esposa, cuando la chispa de esperanza que ya había comenzado a surgir, se apagó tal como se encendió.

Cuando terminó sus palabras, el Rebe respondió de inmediato: "¡Que sean bendecidos con Zara Jaya Vekayama!" (descendencia sana y perdurable!)

El rabino Levittin sintió un gran alivio. El Rebe dio ahora una bendición explícita, y seguramente tendría lugar. Ese mismo año, el rabino Moshe Tartor y su esposa tuvieron un hijo varón sano e íntegro.

(En honor a Bet Nisan, día del Hilula, centenario, del Rebe Rashab)

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