Con la ayuda de Di-s
7 de Adar, 5740
Brooklyn, New York.
[24 de febrero de 1980]
Saludo y bendición:
Esto es para confirmar la recepción de tu correspondencia. Que Di-s conceda la realización de los deseos de tu corazón para bien en los asuntos sobre los que escribes.
Dado que esta carta está siendo escrita cerca de Purim, es oportuno recordar sus enseñanzas eternas, especialmente como la Meguilá declara expresamente: "Estos días son recordados e implementados". Y aunque se ha dicho y escrito mucho sobre el tema de Purim, cada año en este momento estos días se renuevan con nuevas dimensiones y significados que deben implementarse en la vida cotidiana.
Recordemos aquí al menos una de las enseñanzas básicas de Purim:
Tal como en los días de Mordejai y Ester, nuestro pueblo judío todavía está "disperso y diseminado entre las naciones del mundo." Sin embargo, como siempre, somos "Am Ejad" ("una nación"). Y lo que unifica a nuestro pueblo y lo hace único son "sus leyes que son diferentes de las de cualquier otra nación": nuestra Torá y Mitzvot y nuestra forma de vida, la fuente misma de nuestra fuerza eterna.
Purim nos enseña que en momento de crisis, frente a un enemigo despiadado como Hamán, debemos recurrir aún más tenazmente a nuestra fuente de fortaleza, y demostrar que somos "el pueblo de Mordejai, que no se arrodilla ni se prosterna" a todo lo que sea contrario a Idishkait. Es esta posición firme y decidida la que provocó la caída de Hamán, de modo que "para los judíos hubo luz, alegría, júbilo y honor", tanto en el sentido literal como en el sentido más profundo de "Luz - esto es la Torá... Honor - este es el Tefilin." Y siguiendo sus pasos, podemos estar seguros de que "así será para nosotros."
Dado que Purim es también una preparación y preludio para Pesaj, la implementación de dicho mensaje de Purim, particularmente oportuno en estos días, seguramente acelerará el cumplimiento de la Promesa Divina: "Como en los días de tu salida de la tierra de Egipto, te mostraré maravillas”- con la llegada de Moshiaj Tzidkeinu, rápidamente en nuestros días.
Con bendición para Hatzlajá y buenas noticias, y deseándote a ti y a los tuyos un Purim alegre e inspirador.
M. Schneerson
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