lunes, 16 de diciembre de 2019

Preparándonos para Yud Tet Kislev - Anécdotas #5




El yerno del Baal Shem Tov se llamaba Reb Yejiel; Su familia vivía en Alemania. Luego de estudiar y recibir del Baal Shem Tov durante cinco años, le preguntó si podía volver a casa y visitar a sus padres.

Explicó: "Mi padre nos permitió a todos (sus hijos) irnos a estudiar donde sea que elijamos, pero solicitó que después de cinco años volvamos a visitarlo."

El Baal Shem Tov lo bendijo para que tuviera un buen viaje y regresara sano y salvo, y viajó a Alemania.

Al llegar allí, sus padres lo saludaron cálidamente y durante aquella semana llegaron también todos sus hermanos. Su padre observó a todos sus hijos y tenía tremendos najes. Sí, todos fueron a diferentes yeshivot y asumieron diferentes costumbres, pero era evidente que todos crecieron y progresaron en su estudio y erudición.

Siendo que le parecía lo correcto, le informó a sus hijos que la próxima semana haría un festín para toda la comunidad y cada uno de ellos tendrá la oportunidad y la capacidad de demostrar lo que aprendió en estos cinco años.

Uno por uno, sus hijos transmitieron maravillosas ideas y conceptos sobre diversos temas en la Torá. Los presentes realmente disfrutaron de sus brillantes discursos y los padres gozando el najes.

Sin embargo, cuando llamaron a Yejiel para que demostrara algo de lo que había aprendido, se quedó sentado en su lugar, comiendo algo.

Conociendo la grandeza de su hijo al observar su Davenen, estudio y conducta desde su llegada, asumió que tal vez no se estaba sintiendo bien hoy y le pidió al próximo hijo que hablara.
Sin embargo, se molestó al escuchar los comentarios de sus otros hijos. Escuchó cómo estaban desestimando a Yejiel y diciendo que había engañado a su padre.

Al día siguiente, le preguntó a Yejiel por qué no quiso transmitir algo de lo que había aprendido. "Me has contado constantemente acerca de la grandeza de tu Rebe que se convirtió en tu suegro, entonces, ¿por qué no se lo dijiste a la gente del pueblo?"

Reb Yejiel respondió: "Papá, me pediste que mostrara lo que aprendí y eso fue exactamente lo que hice."
Al ver el desconcierto de su padre, continuó: "Mi suegro el Baal Shem Tov enseñó que se puede servir a Hashem incluso mientras uno come, y eso es lo que hice cuando me pidieron que demostrara lo que había aprendido. Jasidus nos enseña a elevar el mundo y [es] a través del mundo [que] podemos servir a Hashem.

Obviamente también avancé en mi aprendizaje de conocimiento de Torá, pero eso no es lo mismo que aprender algo completamente nuevo. Entonces quise demostrar algo completamente nuevo."

Su padre entendió la respuesta de Yejiel, pero le respondió "lo he entendido justamente porque me lo explicaste, así que te pido que expliques las enseñanzas de tu venerado suegro a todos. Cambiaré ahora mis palabras, y diré que vas a explicar lo que aprendiste y no que lo demostrarás."

Yejiel aceptó y la noche siguiente la gente del pueblo se reunió una vez más. El padre explicó por qué su hijo no habló la noche anterior y luego dijo: "Ahora le pido que comparta algunas de las enseñanzas de su suegro y Rebe, el Baal Shem Tov Hakadosh."

Esta vez, Reb Yejiel obedeció y comenzó a hablar: "Todos saben que la Torá se compara con la luz. Sin embargo, algunos podrían pensar que solo hay luz en los hogares de los Talmidei Jajamim, que estudian constantemente. Pero si un judío es ignorante o está ocupado en mantener a su familia y no tiene un tiempo establecido todos los días para estudiar, entonces uno podría decir erróneamente que en ese hogar judío no hay luz, a pesar de que se están guiando en el camino de la Torá y Mitzvot.

Mi Rebe y suegro, el Baal Shem Tov, enseña que hay formas adicionales de traer luz a toda casa judía. Al decir una Kedushá Amen yehei shemei rabah, se abren ventanas, decir un capítulo de Tehillim con sinceridad y corazón, y al alabar a Hashem al responder Boruj Hashem, se abren ventanas. Un judío ya no debe sentir que está en la oscuridad. Como dice el Pasuk, "Y para todo el pueblo judío, hubo luz en sus hogares."

***

De eso se trata Yud Tes Kislev. Celebremos la luz que emana de Torat HaJasidus y cómo iluminó la vida de los judíos en todo el mundo.

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