miércoles, 17 de julio de 2019

15 de Tamuz - Or Hajaim Hakadosh - Un Maise

Rab Jaim Ben Atar, el Or Hajaim Hakadosh, emigró a Eretz Israel, llegando de la ciudad de Sali, Marruecos en el año 5502, y falleció en Yerushalaim menos de un año después, el 15 de Tamuz del año 5503. Quién reemplazó su cargo como Rab allí fue el Jajam Rab Mordejai, quien contó una maravillosa historia que sucedió con el Or Hajaim en Marruecos, y así se fue preservando la historia de generación en generación.

El Or Hajaim tenía una costumbre especial, todos los viernes le entregaba porciones de carne a los Talmidei Jajamim de la ciudad para que tengan con qué honrar al Shabat. Sucedió cierta vez, que una epidemia se desató en los ganados y la mayoría de los animales salían Trefot. Se sobreentiende que el valor de la carne entonces aumentó de forma muy considerable, y ni siquiera los más adinerados de la ciudad ya no podían darse el lujo de comprar carne Lijbod Shabat. Llegó Erev Shabat, y cuando vio el Or Hajaim que no podría mantener su linda costumbre ya que prácticamente no había carne en el mercado, dio órdenes que hagan Shejitá a un ternero y su carne la distribuiría a los estudiosos. La shejitá y el animal resultaron ser apropiados, sin fisuras internas, etc. Y preparó el Tzadik las porciones para repartirlas. De repente entra una de las personas mas adineradas de la ciudad, y le pide comprar un trozo de carne a cambio de una muy buena paga. El Or Hajaim se rehusó diciéndole: "acaso crees que soy un carnicero, ¿acaso es una carnicería aquí para comprar carne? Cada uno de estos pedazos están preparados especialmente para Talmidei Jajamim que se esmeran en el estudio de Torá, no están a la venta." Tuvo que consentir el rico con sus palabras, y unos instantes después entra un hombre joven que manifestaba una inmensa pobreza, y el Tzadik lo recibió animosamente, y le dio una muy buena y significativa porción de carne. El rico se queda viendo el aspecto de aquel muchacho joven, con sus ropas gastadas y zaparrastroso, y comentó con tono despreciable "¿Este también es considerado un Talmid Jajam, como para merecer semejante porción de carne, mientras que yo, el distinguido de la comunidad, no puedo?!" El Tzadik se quedó en silencio, y no quiso responderle nada.

Esa noche, Leil Shabat, al irse a dormir, el Or Hajaim tuvo una visión, estaba parado frente al Beit Din Supremo, y le estaban diciendo que un grave Kitrug había surgido sobre él, -dado que Hakadosh Baruj Hu es tan puntilloso y meticuloso con los Tzadikim- al no reaccionar y responder frente al desprecio del rico sobre el Talmid Jajam que había llegado, y por eso debía salir y emprender un Galut de un año completo para expiar por eso. 
El Or Hajaim aceptó el Din con toda sinceridad, y enseguida luego de Shabat tomó sus cosas y y emprendió un Galut largo y agotador, con el fin de refinar su Neshamá. (Una versión dice que aquel rico murió de forma repentina, ya que del Cielo cobraron la humillación de la Torá, y el Or Hajaim tomó sobre si (se autoimpuso) un Galut, al sentirse en culpa de la muerte de aquel hombre.)

Así pasó un largo tiempo, sin revelar su identidad, iba de casa en casa viviendo de limosnas, sin el Kavod que merecía. Llegó Erev Shabat Parshat Bejukotai, y al quedarse sin fuerzas, se sentó bajo un árbol a descansar y juntar fuerzas. En ese momento sintió una inmensa elevación de Kedushá y se iluminó, recibiendo 42 nuevos Pirushim excelsos al primer Pasuk de la Parashá Bejukotai. Luego de juntar fuerzas, se acercó al Bet Hakneset para las Tefilot de Shabat, ubicándose entre los pobres y esperando a que el shamash lo envíe a la casa de algún anfitrión para la Seudá. Al culminar la Seudá, el anfitrión le comentó que la costumbre en ese pueblo es que luego de la Seudá todos van a la casa del Rab a escuchar Jidushim y comentarios de la Parashá, acompañados de Nigunim y Zemirot; y lo llevó.

El Rab de aquella ciudad era verdaderamente un Yehudi muy especial, un Tzadik excelso. En ese momento dijo (este Rab) que recibió por inspiración del Cielo 14 nuevos Pirushim sobre la Parashá, atribuidos al Or Hajaim, el Tzadik de esa generación. Para sorpresa de todos los presentes, uno de los pobres comenta "Jaim ben Atar", omitiendo todos los títulos y honores. (Era el Or Hajaim mismo, que no quería escuchar ningún elogio de sí mismo) Los presentes se enojaron mucho con él y lo reprocharon. La misma escena se repitió en la Seuda del día y luego en Seuda Shlishit. El Rab explicó otros 14 nuevos Pirushim y este 'pobre' quitándole el respeto que merecía al Or Hajaim, hasta que decidieron actuar y dejarlo encerrado en una pieza al costado. Pasó un rato, y repentinamente surgió una tempestuosa y temible tormenta, todos se dieron cuenta que no era algo casual... El Rab se compenetró en sus pensamientos hasta que le fue revelado que el motivo era que durante todo el Shabat el Gueinom cesa de hostigar a los Reshaim, y todos los Motzaei Shabat retoma el Gueinom su actividad sólo después de que Rabi Jaim Ben Atar, el Or Hajaim, recita su Habdalá, pero ese día está encerrado e imposibilitado de hacer su Habdalá!

Fácil imaginar la conmoción del Rab y de toda su Kehilá, cuando se percataron que nada más y nada menos que el mismo Or Hajaim estaba encerrado por culpa de ellos. Corrieron a suplicarle perdón y liberarlo. "Sepa, honorable Rabi Jaim, Or Hajaim Hakadosh," le dijo el Rab, "que del Cielo me han también revelado que todo su padecimiento que sufrió en este Galut ya han expiado por el Bizaión de un Talmid Jajam; ¡ya puede volver a su casa!" Y así hizo el Or Hajaim. Tiempo más tarde, escribió y publicó estos 42 Pirushim en su libro, en Parashat Bejukotai.




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Una breve biografía del Or Hajaim Hakadosh, en Jasidishe News, click aquí

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