Por Rab Yejiel Ziskind
La poliomielitis, para aquellos que son demasiado jóvenes para recordar, es una enfermedad contagiosa que desde entonces ha sido totalmente erradicada en el mundo occidental, pero que solía matar a mucha gente. Deshabilitaba los músculos, por lo que la persona afectada no podía caminar ni respirar, y la forma estándar de tratamiento era ponerle a los enfermos un respirador artificial y esperar lo mejor.
Me llevaron al Kingston Avenue Hospital, que ya no existe, pero en ese entonces era el hospital principal para enfermedades contagiosas. Me pusieron un respirador, que consistía de un 'pulmón de acero', que parece algo así como una caldera de agua grande, con solo mi cabeza sobresaliendo. Este pulmón de acero hacía el trabajo de compresión de los músculos paralizados de mi pecho y así llevar el oxígeno a mi cuerpo. Pero yo estaba muy, muy enfermo.
El médico que me estaba tratando tenía una forma arrogante de hablar y le dijo a mi padre y a mi hermano: "Di-s sabe si vivirá las próximas doce horas."
Al oír eso, fueron al Rebe y le dijeron mi diagnóstico. Pero el Rebe simplemente hizo un gesto de desdén con su mano. "Él va a vivir [incluso] más que el médico", declaró. Y me dio muchas bendiciones para una recuperación.
Duré más tiempo que el que el médico me había pronosticado, (las doce horas...), pero continué mi confinamiento en aquel pulmón de acero. El Rebe le indicó a mis colegas de la yeshivá, Kehos Weiss, Mottel Zayantz y Berel Baumgarten, que me visitaran todos los días para asegurarme de que tenga comida kosher y me pusieran Tefilín. Cuando el médico los vio, les dijo: "No se molesten con él... Simplemente déjenlo morir en paz." Le informaron de esto al Rebe, quien les dijo lo mismo que le había dicho a mi padre y a mi hermano: "Vivirá más que el médico.”
Y, trágicamente, eso fue exactamente lo que sucedió. Dos días después, el propio médico contrajo la poliomielitis y murió.
Me quedé en aquel 'pulmón de acero' durante todo el verano -junio, julio, agosto y septiembre-, y luego fui trasladado a un hospital en Welfare Island (lo que hoy es Roosevelt Island) para recuperarme. Durante este período, siempre que el Rebe distribuía vino de su copa durante el kos shel brajá al final de una festividad le daba un poco a mi padre para que me trajera.
Por bondad de Di-s, me recuperé, aunque me tomó más de dos años y, luego, tuve que usar una silla de ruedas por un tiempo; luego no podía caminar sin muletas. Todavía estaba en la silla de ruedas cuando mi familia me acompañó de regreso a la Yeshiva. Mientras todavía estábamos en el pasillo, el Rebe estaba dirigiéndose al Shul para rezar Maariv. Cuando nos vio, inmediatamente se dio la vuelta y nos invitó a su oficina.
Durante esa audiencia, me dijo: "En mi opinión, estarás completamente sano", y luego me preguntó: "Reb Yejiel, ¿qué estás haciendo con respecto a encontrar una pareja para el matrimonio?"
"¿El Rebe se está refiriendo ahora?" Pregunté, sorprendido. Ahí estaba yo, recién salido de rehabilitación, moviéndome en una silla de ruedas, ¡¿y el Rebe me estaba diciendo que buscara una esposa?!
"Absolutamente", dijo, con una sonrisa. "No ahora mismo. Ahora es medianoche, así que es un poco tarde. Pero mañana deberías ocuparte de ello.
"Pero tengo deudas", respondí, explicando que acababa de comprar un automóvil, y ciertamente no tenía los ingresos para mantener a una esposa y familia.
A esto, el Rebe respondió: "No te preocupes. Di-s provee a dos billones y medio de personas en el mundo; él proveerá un poco más."
En este punto, mi padre preguntó: "¿El Rebe se refiere en su condición actual?"
Nunca olvidaré la asombrosa respuesta del Rebe: "Su condición es obvia. La chica puede decidir si es para ella o no. Pero conozco casos en los que los problemas no son obvios y las personas no son abiertos entre sí (al respecto). En su situación personal, no hay nada que precise revelar, es lo que es."
Entonces el Rebe me dijo: “Es vet zain noj a trit in yam - Será este sólo un paso más en tu viaje. Así como Di-s te ayudó a sobrevivir, también te ayudará a casarte."
Lo creas o no, al día siguiente, una mujer la llamó a mi tía y me dijo que me había visto y que creía que tenía una pareja para mí, una joven que también se había recuperado de la poliomielitis. Su nombre era Lea Lipkind, quien se convirtió en mi esposa y la madre de nuestros hijos.
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El rabino Yejiel Ziskind estuvo activo en el campo de la supervisión kosher, trabajando para la OU (Unión Ortodoxa) y Vaad Harabonim de Queens hasta su fallecimiento en 2012. Fue entrevistado para MY STORY, de JEM en febrero de 2011.
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