El Frierdiker Rebe le aconsejó a Reb Jatch'e (Yejezkel) Himelsthein que se convirtiera en el Rov de una determinada ciudad. Reb Jatshe, conocido por su humildad, respondió: "No soy digno de convertirme en un Rov, hay ciertas halajot (leyes) en Joshen Mishpat (asuntos monetarios), que no tengo al cien por ciento claridad y precisión en ellos."
El Frierdiker le respondió contándole la siguiente historia.
Era un Purim y, como en muchos pueblos y aldeas, alguien tomó vino o mashke de más, lo que lo llevó a quedarse profundamente dormido en un banco. Algunos de los niños/jóvenes lo vieron en su profundo sueño y quisieron divertirse un poco.
Así que consiguieron la ropa de un galaj (un cura o monje), (era un disfraz, siendo que era Purim, cuando muchas personas suelen disfrazarse) y se lo pusieron. Un rato más tarde, cuando esta persona se despertó, todavía estaba un poco embriagado y vio que llevaba puesto el atuendo de un galaj. Mirándose a sí mismo, se dijo "¡esto no puede ser!, No soy un sacerdote. Soy judío!"
Sin embargo, dado que su mente todavía estaba nublada, dijo luego: "Sin embargo, estoy usando las ropas de un sacerdote, eso significa que debo ser un galaj." Incapaz de llegar a una claridad concluyente, decidió que haría una prueba para ver si es un galaj o no.
"Abriré el libro de los galajim y veré; Si puedo leerlo, eso significa que soy un galaj, si no puedo leerlo significa que no soy un galaj. Así que abrió uno de los libros y vio que no podía leer una palabra, ya que estaba escrita en un idioma que le era ajeno(es decir, en latín). En ese momento dijo: "definitivamente no soy un galaj!"
No obstante, un momento después, rechazó esa prueba: "si no soy galaj , ¡¿por qué estoy usando ropas de clérico?! Los únicos que usan estas vestimentas son los galajim." Por lo que llegó a la siguiente conclusión: "soy un galaj, y muy probablemente la mayoría de los sacerdotes tampoco saben leerlo. Después de todo, no soy un keilije (lisiado, incapacitado o deficiente), y si ellos pueden ser curas aunque no sepan leer esto, yo también puedo ser un galaj...
El Frierdiker Rebe concluyó: "Una moraleja que se debe aprender de esto es: No pienses que otros están más dotados de sabiduría que tú. Todos tienen sus deficiencias; solo aquellos que tienen éxito no permiten que las deficiencias los obstaculicen en su camino hacia el éxito."
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Cuando le comenté esta historia a otros, me informaron que escucharon que el mensaje del Frierdiker Rebbe fue mucho más que eso, que había además un segundo mensaje.
El Frierdiker Rebe le estaba diciendo: cuando se te asigna una responsabilidad o tarea que cumplir, es común que la 'humildad' de una persona argumente "soy incapaz de lograrlo". Entonces, el mensaje es: mira a los que sí han lograron cosas, ¿crees que inicialmente todos tenían los talentos para triunfar? No, no lo tenían, pero perseveraron y tuvieron éxito de todos modos. Así también, aún si es cierto que te falte claridad en ciertas halajot, con el tiempo y la perseverancia, obtendrás ese conocimiento.
El segundo punto es: Tu ropa o posición puede influir sobre tu comportamiento. Sin embargo, al mismo tiempo, uno debe tener en cuenta que las prendas por sí mismas no te convierten en esa persona. El Frierdiker Rebe quería que se convirtiera en un Rov, y al aceptar esa posición no se llenaría el vacío que él sentía que le faltaba. Tendría que esforzarse para llegar a esa posición.
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