miércoles, 13 de marzo de 2019

Un hermoso Maise de Purim



Había una vez un Yehudi que vivía en una aldea próxima a Koznitz, y (desafortunadamente) era realmente pobre. Para Purim cierta vez fue a la gran ciudad, para oir la lectura de la Meguilá en un Beit Hakneset. El Baal Koré resultó ser nada menos que el Maguid de Koz'hnitz, y al oír semejante lectura este aldeano estaba colmado de alegría. Luego de la Tefilá se acercó a él el Tzadik y lo saludó, preguntándole: "¿Acaso tú no eres de tal aldea? ¿Por qué no me has traído un Mishloaj Manot?"
 
El hombre se quedó en silencio sin saber qué contestar, dado que no había ni pan en su casa. ¿Y de dónde sacaría un Mishloaj Manot para el Maguid? Más el Maguid continuó diciéndole: "Después de todo, hoy es Purim! Ven con nosotros y prueba un Lejaim!" 

El hombre fue a la casa del Maguid y allí le sirvieron lejaim y diferentes aperitivos y bocados. Debido a la alegría del mérito de poder estando tomando Lejaim con el Maguid y la Jebraye, se transformó totalmente, juntó coraje y se dirigió a la casa de uno de los adinerados de la ciudad que era comerciante de vinos.

"Purim Sameaj! Déme por favor una buena botella de vino, a crédito, y ciertamente le pagaré, y si no (llegara a pagarle), hoy es Purim!"

El comerciante aceptó y le dio una botella de vino. Luego fui a una tienda de comestibles y dijo de nuevo:
"Purim Sameaj! Déme dos o tres manzanas, y ciertamente se las pagaré, y si no llegara a pagar, hoy es Purim!!" 
También allí accedieron y así corrió, con gran alegría, de regreso a lo del Maguid, le entregó el vino y las manzanas, y le dijo: ¡Rebe, aquí le entrego un Mishloaj Manot!"
"Bien hecho!", respondió el Maguid, "y recuerda que cada Purim debes traerme un Mishloaj Manot."

Después, hizo el aldeano un razonamiento:
"Mis hijos están muertos de hambre y ni están viviendo una atmósfera de Purim. Iré a alegrarlos!

Fue nuevamente al comerciante de bebidas y le dijo de nuevo de la misma manera, le pidió que le diera una botella de Mashke a crédito, "y si no pagase, hoy es Purim!"
De allí se dirigió al panadero, pidiéndole del mismo modo, y de allí a otra tienda donde recibió algunos pescados salados, entonces corrió rápidamente a su casa.
"¡Purim Sameaj! Purim Sameaj!"

Su familia pensó que había enloquecido, no se lo imaginaban con esa alegría, pero él sirvió el pan y el pescado salado, junto con el Mashke delante de ellos y dijo:
"Coman, beban y pónganse contentos, que hoy es Purim!!"
No rechazaron la invitación... comieron, bebieron, él también se sumó a ellos, y después de haber bebido algunos vasos del Mashke, estaban llenos de alegría.
Asi que se levantaron, él junto a su esposa, y comenzaron a bailar, cantando "A freile'jn Purim!!, hoy es Purim!!" Así bailaron durante un buen rato, desbordando de alegría. De repente, escuchan golpes en la puerta, y el hombre la calma a su esposa: No temas, seguramente algún Goi quiere perturbar nuestra alegría de Purim.

Y seguían golpeando cada vez más fuerte, y la mujer dijo: "debe ser fulano el goi, que suele traernos papas, voy a abrirle."
Cuando abrió la puerta, entró el goi todo golpeado, herido y ensangrentado. Inmediatamente comenzaron a tratarlo, lo lavaron y le dieron una copa de vino y una barra de pan. Él comió y bebió, y dijo:
- "Me han revivido! estaba entre la vida y la muerte. Y pasó a contarles que su único hijo lo golpeó salvajemente y lo echó, y si no hubieran acudido en su ayuda, hubiera muerto de frío y dolor por las palizas."

Y después de eso les dijo:
"Dado que me han ayudado y salvado la vida, y por cuanto que mi hijo se volvió un asesino cruel, vengan conmigo al bosque que les mostraré un tesoro de mucho dinero que pensaba dárselo a mi hijo antes de mi muerte. Ahora se los revelaré y se los daré como regalo."

Y el hombre fue con el goi al bosque, y le mostró que debajo de cierto árbol había enterrado su tesoro. Unos días después, el gentil murió por las heridas y golpes que había recibido. El Yehudi fue al bosque, cavó en el lugar donde el gentil le mostró, encontró gran fortuna allí y se enriqueció.

Cada Purim iba a lo del Heiliker (sagrado) Maguid y le llevaba un hermoso Mishloaj Manot, con mucha satisfacción.


Fuente: Sipurei Jasidim

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