La increíble historia del Rebe que acabamos de vivenciar con nuestra clase, 10º grado de LGHS Chicago (Escuela Secundaria):
BH tuvimos el zejut de presenciarlo con nuestros propios ojos. Estoy compartiéndolo porque quiero que inspire a la gente tanto como nos inspiró a mí y a todos nosotros... ahora que pasamosYud Shvat, es bueno recibir una inspiración así. Que el Rebe realmente está aquí y está con nosotros.
Traje a un grupo de alumnas de 10º grado del Instituto LGHS al Rebe este último Shabat (Parashat Bo, 12 de Enero 2019). BH el jueves por la noche tuvimos un hermoso Farbrenguen que duró hasta muy tarde. Fuimos a 770, al Ohel, a la casa del Rebe, etc. El viernes por la noche íbamos a comer en lo de los Rubashkin's. En realidad no estaban en casa y dejaron la casa a cargo de una mujer francesa que cocinó la comida y ocupada de la cocina. En cierto punto durante la comida sentí que algo no iba bien (no había un buen ambiente [?]). Por alguna razón sentí que algo que no estaba bien iba a suceder. Subí las escaleras, y en concreto le pedí verbalmente al Rebe que guiara este viaje y que resultara ser lo que correspondía que sea. Bajé las escaleras e inmediatamente, el dilema que me preocupaba (que no incumbe en la historia) se disipó y siguió siendo todo hermoso, estábamos cantando nigunim, etc. De repente, una de las chicas dice "¿qué es ese olor?" Empieza a oler a humo, a un olor a gas y a plástico quemándose. Muy pronto toda la casa se llenó de humo y todos entrando en pánico.
Un jasid que caminaba justo por la calle olió el humo, entró y nos dijo que llamáramos al 911 de inmediato. En todo este momento pasa por mi cabeza "No puedo creer que esto esté sucediendo", trato de mantener la calma y asegurarme de que todos estén fuera de la casa. Llegan los camiones de bomberos. Los bomberos están listos. Baruj HaShem pudieron desconectar el gas y deshacerse de la fuente de humo que había sido una gran acumulación de grasa en el fondo del horno. Entramos y la casa estaba aún muy llena de humo y era difícil respirar arriba, así que las chicas bajaron al sótano y se quedaron allí siguiendo el Farbrenguen. Me fui a dormir esa noche extremadamente agotada.
Shabat por la mañana, me despierto con el sonido de una de los Madrijot del dormitorio diciéndome "¡son las 10:00! Me siento tan mal por el Rab Feldman..." al instante sentí una oleada de culpa mayor mezclada con remordimiento. ¿A qué me refiero? El rabino Feldman, un maestro Mejanej y Mentor de Mejanjim de Crown Heights, tenía programado dar a las jóvenes un Shiur de Jasidut esa mañana. Sabía que él había puesto mucho trabajo en eso, y ya había estado en contacto con él durante algunas semanas. Resultó ser que nos habíamos quedado dormidas y perdimos el Shiur. Me di cuenta de que probablemente había venido a una casa vacía y se fue. Me sentía terrible.
Después de Shabat, de inmediato, le envié un mensaje pidiéndole disculpas y explicando lo que sucedió la noche anterior. Él responde "no hay problema, ¿cuándo se van las chicas?" Respondí que se iban esa noche. Él continúa: "Siento que es mi obligación ir y hablar con las chicas, debido a una historia que me sucedió hoy."
Me dejó su mensaje mucha curiosidad y le dije que podía venir de inmediato a la 'Shluchim Office' y que cancelaríamos la próxima parte de nuestro programa para esa noche. Esto era algo que no quería perderme.
Al llegar se podía percibir que tenía algo importante para transmitir, porque por la forma en que comenzó a hablar, casi se sentía como si hubiera experimentado algo que era difícil de expresar con palabras, y que era emotivo para compartir. Comentó que había llegado a la casa de los Rubashkins a tiempo esa mañana a las 9:15. Tocó a la puerta, no hubo respuesta. Pensó para sí mismo, tal vez están en la otra casa de Rubashkin en President St. Va alli, tampoco hay respuesta. Esta vez vuelve a la casa original y ve pasar un bajur. Le pregunta al bajur "¿hay un grupo de Chicago aquí?" "Sí, así es" dice el bajur. El rabino Feldman decidió sentarse ahí con un Maamer y esperar... después de un rato de esperar, se dio por vencido y se dijo a sí mismo: "Bueno, yo vine. Hice mi parte”. De ahí se fue al Shul con sus hijos. Ahí es cuando pasó la parte loca de la historia.
Por alguna razón, ya había escuchado la Kriat Hatorá por la mañana y se preguntaba cómo aprovechar su tiempo durante la Kriá. Algo que le gustaba hacer, cuando tenía tiempo libre, es leer Igrot Kodesh, simplemente porque la amplia gama de temas que desarrolla el Rebe en sus cartas es fascinante. Le pidió a su pequeño hijo que le traiga un Igrot Kodesh. Le trae el tomo VIII, y comienza a leer:
"Estoy seguro", dice el Rebe, "que el rabino Jodakov le informó que un grupo de בחורות ... de Chicago vino a visitarme (no a Crown Heights, sino a mí, אצלי) . Y es muy, muy apropiado (el Rebe escribe dos veces) que les hable acerca de tener un Jayus en Idishkait y respecto a Ahavat Hashem, Ahavat Hatorá y Ahavat Israel... "
El rabino Feldman está allí de pie leyendo la carta, y queda luego completamente sorprendido por la siguiente línea. Desde que Rab Feldman comenzó a dar conferencias y Shiurim a Mejanjim, siempre le escribe al Rebe de antemano. Esta vez, antes de que se suponía debía dar el Shiur, por alguna razón olvidó de escribirle:
"Estoy sorprendido", el Rebe continúa "que no me haya informado de esto."
Él está leyendo todo esto y queda completamente abrumado, corre hacia su amigo en la mesa de al lado y su amigo le dice en tono muy serio, "vas a tener que encontrar a esas chicas donde sea que estén... esto es un Shlijut directo del Rebe! Al terminar Shabat, vas y buscas a esas chicas." Me dirigí esa misma tarde a la casa de los Rubashkin's pero sin éxito, no había nadie. Pensé: lo intenté, ya está...pero cuando me llamaste, entendí que debía hablar con ustedes." Esa es la historia.
"Sólo sé", Rabí Feldman les dijo "que el Rebe sabe que están aquí y las llamó hoy: "un grupo que vino a visitar אצלי".
Las chicas estaban completamente sorprendidas e inspiradas, más allá de las palabras. Esto llevó a las jóvenes a realizar otro Farbrenguen en el que discutieron sobre las Hajlatot que harían en el área de Ahavat Israel.
Una joven levantó la mano y preguntó cuál era la fecha de aquella carta: 4 de Shvat, el día que viajaron de Chicago a Crown Heights.
El punto es: El Rebe está con nosotros. Él se preocupa por nosotros, está al tanto de que venimos aquí y siendo sus Jasidim, cuando venimos a visitar, estamos ״אצלו״.
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