jueves, 19 de julio de 2018

Mamtak LeShabat 5778 Devarim




Hace muchos años atrás, un mercader judío se dirigía a su casa en Rusia, y el invierno que llegó mas pronto de lo normal lo tomó por sorpresa; el frío penetraba en sus huesos y aún había mucho por transitar hasta llegar a casa; de lejos divisa una pequeña luz y espera poder llegar a aquella casa y poder calentarse un poco, al ir llegando a la casa y ver una mezuzá en la entrada, se llena de alegría ante la idea del cálido recibimiento que recibirá; toca a la puerta, pero ya es tarde, los residentes duermen y no oyen; golpea y golpea pero sin respuesta. Se sienta en la puerta y comienza a rendirse, de repente se pone de pie y comenzó a bailar hasta el amanecer; los residentes de la casa se despertaron y abrieron la puerta, lo vieron e inmediatamente lo invitaron a entran y calentarse junto a la chimenea encendida, le ofrecieron comida y preguntaron qué le había pasado.

El Yehudi les cuenta: "Llegué en la mitad de la noche y realmente esperaba calentarme un poco en su casa. Al no escucharme me senté aquí afuera rendido, y comencé a sentir cómo se congelaban literalmente mis manos y mis pies. Me di cuenta de que iba a morir aquí mismo y resolví aceptar la situación, pero de repente me vino el pensamiento de cómo se sentirían los residentes de la casa cuando vieran a un yehudi yacido en la entrada, al que no pudieron salvar sólo por estar durmiendo y no escucharlo; ese pensamiento me hizo levantarme y bailar y entrar en calor (todo con tal de no caer). Fue por esto que pensé en ustedes que me salvé la vida!!"

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El libro de Devarim que comenzamos a leer esta semana, comienza con el reproche que da Moshé Rabeinu al pueblo de Israel, pero Moshé no especifica las faltas y caídas de Am Israel sino más bien sólo las insinúa en pocas palabras con los nombres de los lugares donde pecaron y espera que entiendan lo que deben rectificar. De forma general a nadie le gusta ser criticado, por otro lado la persona inteligente entiende que la crítica puede ayudarlo a mejorar y esto depende en gran medida del que otorga la crítica, si su objetivo es la crítica en sí, entonces las palabras serán dichas más no provocarán ningún cambio, pero si la crítica viene de un Ahavat Israel y el objetivo es ayudar a su compañero analizará entonces cómo decir las cosas de la forma adecuada para que le sea fácil al colega de aceptarla. Moshé Rabeinu en su humildad y amor por el pueblo de Israel nos enseña cómo es posible decir las palabras de forma concisa y concentrada, sin ofender, de esa manera lograr que el receptor cambie su conducta.

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En estos días nos lamentamos por la destrucción del Beit Hamikdash que fue destruido a causa del odio sin fundamento y todo momento que no se reconstruye aparentemente implica que todavía tenemos lo qué mejorar en este asunto; hay que aumentar en un amor incondicional, acostumbrarnos a pensar en el bien de los demás y de buscar lo mejor por el otro, en mérito a ello, que añadamos en
Ahabat Israel provocaremos que el ayuno pospuesto para el domingo se posponga por completo y tendremos el mérito de celebrar este día con Moshiaj Tzidkeinu muy pronto.

Shabat Shalom!
Rab Nejemia Vilhelm
Beit Jabad Bangkok Tailandia
Traducido por jasidinews.com

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