Al haber pasado recién Jag Hashabuot, entre otras cosas fecha del Yortzait del Baal Shem Tob, una linda historia, contada por R' Shmuel Groinem, Mashpia en Lubavitch:
El Baal Shem Tob llegó bien temprano a la ciudad de Sharigrad (donde servía entonces como Rab el Gaon "Toldot Yaakob Yosef"), y se paró sobre su carreta allí en el centro del mercado. A las personas que se dirigían al Shul el Baal Shem Tob los llamaba y les hablaba, contándole poderosas y emocionantes historias.
Cuando el "Toldot Yaakob Yosef" llegó al Shul, y notó que no había nadie le preguntó a su Shamesh ¿Qué pasó hoy que no vienen? a lo que le respondió que había un Yehudi en el centro del mercado que está relatando historias y todos lo están escuchando. Y le dijo de inmediato al Shamesh: Ve y avísales a todos que vengan de inmediato a hacer Davenen! Fue el Shamesh a cumplir su diligencia, más al llegar y oir de las palabras que salían de boca del Baal Shem Tob, se quedó él allí también ahí...
Finalmente fue el mismo "Toldot Yaakob Yosef" a llamar a todos los presentes, pero al acercarse y escuchar, entraron las palabras en su corazón, y fue de entonces que se acercó al Baal Shem Tob.
La historia que contó entonces el Baal Shem Tob al momento que llegó el "Toldot Yaakob Yosef":
"En una ciudad vivía un costalero (que cargaba y llevaba cosas) que lo único que sabía era rezar. Llegaba al Shul temprano por la mañana a decir Tehilim y rezar con el Minian, y durante todo el día se dedicaba a su duro y fatigoso trabajo. Para Minja llegaba nuevamente al Shul para rezar con un Minian, y entre Minje y Maariv participaba de un Shiur de Ein Yaakob que daba un Melamed para gente simple como él.
En su mismo barrio vivía un Abrej que no tenía el yugo del trabajo sobre su espalda, y cuando iba al Shul rezaba con tranquilidad, y luego del Davenen se ponía a estudiar un Shiur de Guemara en profundidad. De la misma forma, llegaba una hora antes de Minja para estudiar intensamente, y su rezo era calmo y con concentración, y también entre Minja y Maariv estudiaba para sí.
Cierta vez, luego de Maariv, se encontraron los dos en la puerta, el jornalero sacó un profundo suspiro, como diciendo que su propia Tefilá y estudio no son como tendrían que ser. El Abrej, por su parte, al oir tal suspiro, echó una carcajada, como diciendo ¿qué tenés para comparar? Sos un simple hombre que ni tiene comparación a la Torá y Avodá que yo dedico.
Luego de varios años, cuando ambos dejaron este mundo, y llegaron al Beit Din Celestial, los ángeles defensores colocaron sobre la balanza todas las Tefilot y todo el estudio del Abrej, pero vino un ángel acusador y colocó del otro lado la riza burlona, que hizo inclinar toda la balanza
Y al jornalero, le colocaron los ángeles defensores en su propia balanza su profundo suspiro, que le hizo inclinar toda la balanza para bien."
Esta historia fue la que hizo acercar al Gaón el "Toldot Yaakob Yosef" al Baal Shem Tob para terminar siendo uno de sus más grandes discípulos.
Reshimot Devarim, contada por R' Yehuda Jitrik, que la oyó directamente de R' Shmuel Groinem
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