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miércoles, 28 de marzo de 2018

13 de Nisan - Hilula del Tzemaj Tzedek - Jasidishe Maise: Ki Besimja Tetzeun de los problemas


Un Josid entró cierta vez a Yejidut a lo del Tzemaj Tzedek. Al terminar el Yejidut, luego de que el Rebe haya respondido sus preguntas y lo bendiga con éxito en sus empresas, se dirigió el Rebe a él y le dijo: "Está escrito "כי בשמחה תצאון", por medio de la alegría sale uno de todos los problemas y aprietos que le puedan aparecer". Le llamó la atención a este Josid esta última afirmación del Rebe, no estaba padeciendo de problemas o aprietos, de hecho, no se había quejado de ningún aprieto.

Este Josid se dedicaba a vender semillas para la siembra y cosecha a los diferentes Poritzim, feudales que poseían terrenos agrícolas, etc. Una vez cada unos meses traía una carreta cargada de semillas hasta una posada específica, adonde tenía lugar entonces la venta, venían diferentes terratenientes, Poritzim, y compraban la mercadería. Los Portizim le advertían que no vaya a demorarse ni siquiera un día, ya que los campos se preparaban y acondicionaban para la siembra, y toda demora o atraso les provocaría un serio daño y pérdida. Por eso es que el Josid se precavía siempre de traer la mercadería a tiempo.

Una vez emprendió viaje el Josid con su carreta cargada para abastecer a los Poritzim con la mercadería. Luego de ya un largo trayecto de viaje, casi llegando a destino, recordó de repente que se había olvidado de meter en la carreta un paquete de semillas que había pedido el Poritz más importante de todos! Volver a su casa ya no podía, el viaje ida y vuelta tomaría unos días, y perdería toda la venta. En ese momento de tensión y angustia, se acordó el Josid las palabras del Tzemaj Tzedek "כי בשמחה תצאון", de los problemas salimos con (/por medio de) alegría". Se sirvió entonces el Josid un vaso lleno de vodka, se dijo Lejaim y comenzó a bailar. Así bailó alrededor de la carreta durante un buen rato. El carretero goy, que veía de costado al Josid bailando, pensó que de la angustia y nervios se había vuelto loco.

Llegó a la posada esa noche, y descargó la mercadería en el patio de la posada. Los Poritzim lo recibieron con alegría y buen ánimo. El Josid procedió a sacar de su bolso una botella de buen y fino vodka, y les convidó a los Poritzim un vaso colmado a cada uno, diciéndoles: Alegría, gente! Les he traído las semillas que habían pedido, está ya descargado en el patio. Levantemos las copas y digamos Lejaim!

Todos estaban contentos, el Josid estaba contento, porque el Rebe le dijo estar contento en un momento de apremio. Y realmente tenía por qué ser este un momento de apremio, no tenía consigo el pedido para el Poritz más importante, y quién sabe qué sería capaz de hacerle este Poritz. Y los Poritzim estaban contentos, de la buena vodka que les convidó el Josid. Luego de unas horas de bebidas y celebración, quedaron completamente borrachos y dormidos; de las semillas del patio se habían olvidado completamente.

Durante esa noche, comenzó a llover, una lluvia torrencial, y las bolsas de semillas se empaparon. Al día siguiente, al darse cuenta que sus semilllas que habían quedado en el patio se arruinaron por completo, le dijeron al Josid: "Nosotros tenemos la culpa, tendríamos que haber entrado las semillas a la posada. En lugar de eso, nos quedamos tomando y nos olvidamos de nuestra mercadería." Así que los Poritzim le pagaron la suma completa al Josid por las semillas y le hicieron un nuevo pedido.
Solo entonces entendió el Josid las palabras del Rebe, "כי בשמחה תצאון", por medio de la alegría se sale de toda tribulación". Lo vivió en carne propia, cómo la alegría y el decir Lejaim en un momento tan dificil, lo sacó del apremio y le trajo una doble ganancia!


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