viernes, 12 de enero de 2018

Mamtak LeShabat Vaerá 5778

El cuarto Rebe de Jabad, Rabí Shmuel vio una vez a sus dos hijos Zalman Aharon y Sholom Dobver conversando; Zalman Aharon que era más grande (de edad) pero mas petizo y bajito, le decía a su hermano: "Yo soy mayor y por lo tanto corresponde que sea más alto, metete en este pozo y así quedaré más alto". El padre llamó a sus hijos y le dijo al mayor: "Nunca te eleves a costa de rebajar a los demás. Si querés ser alto, subite vos a una silla...".

En nuestra Parashá leemos acerca de Moshe y Aharón que se pararon delante del Faraón y comenzaron a persuadirlo de liberar al pueblo de Israel. Al comienzo de la conversación Aharon toma el bastón que tenía en sus manos, lo lanza y se convierte en una serpiente. El faraón no queda impresionado sino que llama a sus magos y ellos también arrojan sus bastones pasando también a transformarse en serpientes. Entonces lo increíble sucede, "la vara de Aarón se tragó las demás varas" Rashi comenta que hubo aquí un doble milagro: no dice que la serpiente se tragó a las otras serpientes, sino que el bastón se los tragó, aprendemos de aquí que primero volvió a convertirse en bastón y sólo luego sucedió que se tragó a los demás bastones. Añaden a esto los demás comentaristas de la Torá que el milagro fue aún más: que el bastón se mantuvo igual y no engordó después de haber tragado todos los palos.

Si es así, hubo tres milagros aquí. 1) El bastón de Aharón se tragó los bastones de los magos; 2) Al tragárselos, ya no era una serpiente sino un bastón; 3) Incluso después de tragarlos, no engordó y se mantuvo igual.

La historia de la salida de Mitzraim es en realidad también la historia personal de cada uno de nosotros: todos tenemos un Egipto interior que simboliza la estrechez y limitaciones que nos impiden el progreso espiritual y tenemos que ayudarnos unos a otros en el proceso de la salida de Egipto personal, pero cuando vamos a ayudar a otro a salir de sus limitaciones debemos aprender de la historia del bastón de Aharon tres reglas de cómo hacerlo correctamente.

Regla número uno: cuando te propongas reprochar o criticar, cuidarse de que sea con la vara de Aharón, que fue un símbolo de amor, אוהב שלום ורודף שלום" "amaba la paz y perseguía la paz"; si tu objetivo es de verdad que sea recibida y aceptada la crítica, ocupate de que venga producto de amor y de un verdadero deseo de ayudar al prójimo.

La regla número dos: cuando ya estás reprochando con amor, no seas una serpiente, la serpiente despide un veneno y así también las palabras de reproche pueden a veces estar 'condimentadas' con veneno y afirmarse bajo un contexto de ira y con humillación al otro; contenete y sólo luego, en calma, expresa la crítica y reproche, es entonces que tus palabras que salen del corazón entrarán en el corazón del oyente.

Regla número tres:  Después de haber reprendido al compañero, no te 'infles' de eso; contrólate a ti mismo que no terminas enorgulleciendote de esto que criticaste a tu amigo, "Nunca te eleves a costa de bajar a los demás".

Yehi Ratzon, que seamos capaces de cumplir con el Pasuk "Un hombre a su prójimo que se asistan y a su hermano le dirá Jazak!" y con verdadero Ahabat Israel lograremos preparar al mundo hacia la Gueulá que vendrá muy pronto.

Shabat Shalom
R' Nejemia Vilhelm
Beit Jabad Bangkok, Tailandia
Traducido por JasidiNews


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