"[...] Y del concepto del Yoma D'pagra de este mes, el Rosh Hashana de los árboles, mucho hay para aprender de esto: la persona cuando presta atención a todos los acontecimientos (y circunstancias) que suceden en su entorno entonces cada cosa le incrementará sabiduría (y una enseñanza), tanto en lo que respecta a la conducta entre el hombre y Di-s como entre el hombre y su compañero, y no necesariamente (tomar una lección) de un suceso inusual, sino incluso de los asuntos y cuestiones más comunes y frecuentes, como ser un árbol en crecimiento, cuántas lecciones para la vida diaria de una persona pueden aplicarse.
Y comentaré algunas de ellas, a ser:
La mayoría del reino vegetal, especialmente los árboles, están compuestos de muchas partes que se clasifican (en general) en tres: raíz, cuerpo del árbol (tronco, ramas, hojas), frutos (cáscara, la fruta misma, semillas).
Entre las diferencias entre ellas se incluyen: la raíz - oculta, no a la vista; sin embargo la principal vitalidad del árbol es por medio de ella (aunque también por las hojas se nutren los árboles del aire, absorbiendo elementos indispensables para que viva, como así también absorben el calor de los rayos solares, etc.) Más aún, precisamente por medio de la raíz es que se sostiene el árbol sobre su base y si sus raíces son fuertes no se preocupará de todos los vientos que soplan, (que lo puedan arrancar)
El cuerpo del árbol - es la gran mayoría (determinante) de toda la figura del árbol, de vez en cuando provoca incremento en el grosor de las ramas y hojas, hasta que por medio de él, y especialmente por medio del tronco, se conoce los años del árbol.
Pero el propósito y la perfección del árbol está en su fruto, porque por medio de su semilla siembra su simiente para producir nuevos árboles, generación tras generación.
Ahora, "el hombre es como el árbol del campo", es decir, que en varios detalles la persona se asemeja a lo que se ve en un árbol, e incluso en su vida espiritual, y ellos también, en forma general se dividen en tres grupos:
La raíz - es la Emuná, la fe, que por medio de ella uno está conectado con su lugar y fuente de vida, a ser el Creador (Bendito sea), e incluso cuando va creciendo en su sabiduría en la Torá y en las Mitzvot, su vitalidad es proyectada de su Emuná en Hashem, Su religión y Su Torá.
Tronco y cuerpo del árbol - Corresponde al estudio de la Torá y cumplimiento de Mitzvot y buenas acciones, que deben constituir la mayoría de 'su cuerpo y figura', de sus acciones, y conformen su personalidad, y según sus Mitzvot y su crecimiento en Torá se demuestran y se conocen los días (y años) de vida de la persona, es decir, una vida llena de contenido, de sabiduría y acción.
Frutos - el propósito de la integridad de la persona es cuando, además de esto que cumple con todas sus obligaciones consigo mismo, influencia a su vez a sus amigos y su entorno, que también ellos alcancen un grado de perfección; es decir, su actividad implica una "semilla" que producirá un árbol (personas) con raíces (bases fundamentales de Emuná), tronco y ramas (Torá y buenas acciones) y que den frutos (favorezcan a su vez a muchos).
Lo que se desprende de todo lo anterior: la raíz del hombre y su base - es la Emuná Temima, fe inocente y genuina. Un debilitamiento de la fe pone en riesgo la continuidad de la vida espiritual de incluso un gran hombre.
La mayoría (en cantidad y calidad) de la 'figura y construcción' de la persona son sus buenas obras, que aumentan día a día.
Pero la perfección del hombre es el dar frutos, es decir, cuando influye sobre otros y les da el mérito a que también ellos cumplan su función y propósito de su creación, que entonces su trabajo da frutos y estos a su vez, otros frutos, de generación tras generación y todo ese mérito depende de él (y gracias a él).
Con una bendición para 'Lealter LiTshuba Lealter Ligueulá' (una Teshubá inmediata y de inmediato a la Gueulá)."
Harab Menajem Shneersohn
Director en Jefe del Mercoz Leinyonei Jinuj
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