Tener placer de hacerle un favor a otro Yehudi

דרכי החסידות

כִּי יְדַעְתִּיו לְמַעַן אֲשֶׁר יְצַוֶּה אֶת בָּנָיו וְאֶת בֵּיתוֹ אַחֲרָיו וְשָׁמְרוּ דֶּרֶךְ ה' לַעֲשׂוֹת צְדָקָה וּמִשְׁפָּט

"Le he dado una atención especial de modo que mande a sus hijos y a su casa después de él, y guarden el camino de Dios, haciendo caridad y justicia" (Vayerá 18,19)

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El lema principal de Abraham Abinu fue - la línea de Jesed y de amor. Y como está traído en el Sefer Habahir: "Se quejó la Midá de Jesed, todos los días de Abraham sobre la tierra no necesité cumplir mi función, ya que Abraham lo hace por mí."

Varios Pirushim han sido dados a las palabras "Tzedaká Umishpat" de este Pasuk. Pero un Pirush muy singular es el del Alter Rebe: "Este Mishpat se refiere al juicio y balance que debe hacer uno consigo mismo sobre los lujos que se da, en relación a la Tzedaká que reparte... Tus 'extras' no deben ser prioridad a la vida de tu compañero; no es justo que la persona se dé lujos con placeres mundanos mientras su compañero se está muriendo de hambre J"v." (Torá Or, Beshalaj, 63b).

Aquí, una historia que refleja la grandeza de una acción de Guemilut Jasadim en la práctica, junto con su faceta interna, el sentir al otro.

En la ciudad de Polotzk vivía un Josid llamado R' Isroel. Era un Yehudi Pashut, almacenero, y solía viajar a lo de su Rebe, el Tzemaj Tzedek. Cierta vez llegó a Lubavitch y esto era en Shabat Parshat Vayerá.

Escuchó entonces R' Isroel un Maamer Jasidus del Rebe, donde decía que Abraham Abinu fue benevolente con su cuerpo, con su dinero y con su alma. Y el Rebe mencionó en aquel Maamar el dicho que aparece en el Sefer Habahir: "Se quejó la Midá de Jesed..." y agregó:

"Abraham Abinu reemplazó con su Avodá, haciendo Jesed, a la Sefirá de Jesed de Atzilut. Se entiende, entonces, que Abraham Abinu superaba incluso a la Midá de Jesed de Atzilut, ya que  Jesed de Atzilut si estaría aquí en este mundo no podría investirse en lo material, mientras que Abraham Abinu proyectó también aquel nivel en lo material y concreto, esto proviniendo de la fuerza de la Neshamá, bajo el 'misterio de Birur Hanitzotzot'."

R' Isroel oyó atentamente aquellas palabras, digiriendo una tras otra, y repasándolas luego. El Maamar en su generalidad no lo comprendió mucho, salvo esas oraciones contadas que quedaron grabadas en su mente y en su corazón, las que repetía una y otra vez.

En aquellos días se acostumbraba, que cuando alguien retornaba de Lubavitch le preparaban los Jasidim toda una bienvenida, y se reunían a su alrededor para oir sobre lo que vio y escuchó en Lubavitch. Cuando llegó R' Isroel, le pidieron si podía hacer Jazore del Maamer que recitó el Tzemaj Tzedek, más él simplemente respondió que no podría repetir todo el Maamar, salvo unas cortas lineas que repasó bien. Y repitió delante de los presentes aquellas líneas, volviendo luego a su trabajo como de costumbre.

En el mercado, estaban sus dos amigos, Najmen y Yoisef, ambos dirigían también un almacén. Decidió R' Isroel dirigirse a Najmen a pedirle un préstamo, que haga un Jesed con él. En realidad, no necesitaba el dinero, pero al oír del Rebe la tremenda Maala de Guemilut Jasadim, quería ameritar a su amigo con la Mitzvá. Najmen, que también había oído de R' Isroel las palabras del Rebe (junto con Yoisef), hicieron ellos también lo mismo, prestándose el uno al otro (recibiendo un préstamo de uno y prestando dinero al otro), durante cada día.

Cuando viajó por segunda vez R' Isroel a Lubavitch, salió el Tzemaj Tzedek del Beis Midrash y preguntó a los Gaboim, adónde está el almacenero, R' Isroel.

Los Gaboim no sabían qué responderle, ya que R' Isroel nunca fue de los Jsidim sobresalientes o conocidos. Hasta que averiguaron que se refería a R' Isroel de Polotzk, y le indicaron que entre.

Allí adentro, el Rebe le preguntó sobre su Seder de trabajo diario.

R' Isroel le pasó a contar: "me levanto a las 5 de la mañana, para decir Tehilim, tomo un té, corto leños para el hogar, y luego voy al Beis Midrosh para el Davenen. Luego digo un Perek de Mishnayot, vuelvo a mi casa, como un desayuno, y salgo al mercado. Para Minje voy al Beis Midrosh, participo en un Shiur de Ein Yaakob, rezamos Maariv y vuelvo a casa."

Le preguntó el Tzemaj Tzedek: "Y Tzedoke?"

Respondió humildemente que no tiene grandes entradas, carece de recursos, por lo que no puede dar mucho.

Así fue girando la charla hasta que salió el tema de su conducta en Guemilut Jasadim, como se conducía con lo demás Yehudim, explicándole al Rebe lo que solían hacer.

Luego de terminar ese extraño Yejidut, su hijo, el Rebe Maharash le preguntó: "¿Qué viste de especial en aquel Josid, R' Isroel?"

El Tzemaj Tzedek le respondió: "Vi una columna de luz, directamente de Jesed de Atzilut sobrevolando sobre él!"