En honor al cumpleaños del Rebe Rashab una hermosa historia: "Fósforos y Sombreros"
Un grupo de Jsidim viajaron cierta vez en tren a Lubavitch para pasar allí los Yamim Noraim. Como se estila entre Jsidim, sacaron una botella de Mashke y se pusieron a hacer Farbrenguen, cantando Jasidishe Nigunim y diciendo Lejaim. Al escuchar las canciones, se asomó del vagón próximo un hombre joven que preguntó ¿Qué celebran?¿En honor a qué esta alegría? Y los Jsidim le explicaron que estaban viajando a Lubavitch, a lo del Rebe Rashab. Al oir esto, les dijo el hombre: "Les contaré una historia personal maravillosa con su Rebe, el Rebe Rashab".
"Nací y me crié en la ciudad de Dvinsk, allí trabajé durante muchos años en una fábrica de fósforos. Me casé con una mujer que trabajaba también en la fábrica, y dirigíamos nuestra vida con amplitud y comodidad.
Luego de un tiempo, la rueda de la fortuna se dio vuelta, cuando un incendio consumió toda nuestra fábrica, y perdí toda mi Parnasa. Por si no fuera suficiente, mi esposa tampoco podía seguir trabajando, debido a una enfermedad que contrajo, por lo quedamos en la deriva. Intenté conseguir trabajo en otras fábricas, pero en vano. La situación económica empeoraba día tras día.
Algunos conocidos míos, me recomendaron, al ver mi dificil situación, que viaje a Lubavitch a lo del Rebe Rashab. A pesar de que no me considero un Jasid, decidí obedecer el consejo y pedir una Broje del Rebe.
Al entrar en Yejidus y contarle todo mi tema al Rebe, me dijo: "Te sugiero que te mudes a la ciudad de Kobna, y que abras allí un negocio de sombreros. Tu esposo confeccionará los sombreros y tú los venderás."
Le pregunté al Rebe: "¿Para qué viajar hasta tan lejos, puedo abrir una tienda de sombreros en mi ciudad natal, Dvinsk?"
El Rebe no respondió a mi pregunto, sino que simplemente repitió la sugerencia.
Sin otra opción, hice caso al consejo y me mudé a Kobna. Luego de varios días hasta encontrar un lugar adecuado, etc. abrimos un negocio y esperamos que comiencen a caer los clientes.
Pasaron unos días, y ni una persona entraba a la tienda...Ni un alma en todo el día pisaba por ahí...sentado allí recordando mi buena vida en Dvinsk, mi corazón estaba completamente quebrantado y estallé en llantos.
En ese momento, frena delante de la puerta de la tienda, una carroza elegante, de la cual baja un caballero ruso. Entra al negocio, mira un poco los sombreros y elige uno para llevar. Me paga el precio que fijé y estaba por irse, cuando notó mis ojos llorosos, y me preguntó a qué se debía mi estado de ánimo.
Le conté todo lo que me pasó, de la gran fábrica de fósforos en la que trabajaba y que el Rebe me había sugerido trabajar aquí en Kobna.
Al escuchar mi historia, me dijo el noble ruso con voz sorprendida: "Tu Rebe es muy sabio! No por nada te envió hasta aquí, y ahora entiendo que me hizo llegar a mí hasta este negocio en particular. Tengo un hermano dueño de una enorme fábrica de fósforos en la ciudad de Kiev. Hace varias semanas se les arruinó la máquina productora, y nadie consigue solucionar y reparar la maquinaria. Si logras hacerlo, de seguro tendrás una enorme recompensa.
"No soy mecánico, pero puedo probar de repararla", le dije.
Enseguida se sentó el Noble a escribir una carta de recomendación a su hermano, (y despidiéndose con saludos), con la cual emprendí viaje a Kiev, y al ubicarlo (se lo veía muy tenso y preocupado) y mostrarle la carta me dijo que si lograba arreglarlo, me pagaría 500 rublos (monto enorme en aquellos días), además de prometerme un empleo fijo en su fábrica, con un sueldo doble al que recibía en el pasado.
Me arremangué y comencé a trabajar. Desarmé todas las partes de la máquina y luego de tres días, Baruj Hashem, logré encontrar el problema y solucionarlo. Me pagó entonces con creces, y comencé a trabajar en la fábrica. Con el tiempo fui progresando, y ahora soy unos de los directores con mucho éxito."
"Y todo esto" terminó contando el hombre a los Jsidim "se lo debo al Lubavitcher Rebe, a quien ustedes están viajando!"
(Raboteinu Nesieinu)
Fábrica de fósforos, de la época del Rebe Rashab |
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