Un anciano judío estaba sentado a solas en una mesa. Sobre la mesa había una botella de vodka y dos vasos pequeños, uno delante suyo y uno delante de la silla vacía frente a él; por la ventana el Rebe lo vio diciendo una Braja y bebiendo su vaso, luego bebió la segunda copa. Esto se repitió dos veces más, entonces el Rebe regresó rápidamente a la carreta y le indicó al ayudante que regresara a Belz.
Mientras tanto, en el Shul, los ansiosos jasidim esperan cuando de repente las puertas se abren y el Rebe entra. El Rebe se volvió hacia su lugar al lado del Aron Kodesh y comenzaron a recitar las Slijot.
Cuando Slijot terminó, el Rebe se volvió hacia su ayudante y le dijo: "Ve y llama al anciano sentado en la punta del Shul, que entre para una conversación personal".
El Yehudi entró a lo del Rebe y el Rebe le dijo con una sonrisa: "Siéntate, Itzjok, quiero que me digas que fue lo que hiciste en tu casa antes de venir esta noche ¿Qué eran los dos vasos de vodka en la mesa y qué hiciste con ellos?"
¿Cómo sabe el Rebe? Preguntó Itzjak sorprendido,
"Sentí que algo importante estaba a punto de suceder", respondió el Rebe, "así que fui al bosque y miré por tu ventana, pero quiero entender lo que hiciste.
"Soy un hombre pobre, Rebe, no tengo hijos y mi esposa murió hace unos años", explicó Itzjak el anciano.
Vivo solo con unos pocos animales de granja; hace unos meses, cuando mi vaca se enfermó le pedí a Hashem que cure a mi vaca. -Después de todo -Le dije-, Tú eres omnipotente, ¿qué es para ti curar una vaca?
"Pero la situación empeoró, así que Le dije: 'Escucha, Di-s, si no curas a la vaca, ¡ya no voy al Shul!'
"Cuando la vaca murió, me enojé y ... dejé de ir al Shul.
"Entonces mi cabra se enfermó, dije, '¿Qué? ¿No era suficiente? Si esa cabra muere, no me pongo más tefilin! La cabra murió y me dejé de poner los Tefilín.
"En la siguiente etapa, mis gallos cayeron enfermos, y le dije a Di-s que si morían no haría Kidush y no cuidaría Shabat. Bueno, a la semana siguiente me quedé sin gallinas y Di-s se quedó sin mi Shabat...
"Me duró una semana hasta que de repente me di cuenta que el tiempo de Selijot estaba por llegar. Pensé, '¿Qué, Itzjok, no vas a decir Slijot con el Rebe? ¿Estás loco?" Pero por otro lado estoy enojado con Hashem y había jurado que no iba al Shul.
"Pero entonces recordé que una vez tuve una discusión con Shmuel el carnicero, durante un mes ni nos devolvíamos el saludo y entonces, una noche vino a mi casa con una botella de vodka y dijo: 'Vamos a olvidar el pasado y seamos amigos; hicimos tres veces Lejaim, nos dimos la mano y hasta bailamos un poco juntos Y Bauj Hashem, volvimos a ser amigos.
"Decidí hacer lo mismo con Di-s. Lo invité a sentarse frente a mí, serví dos vasos y dije: 'Mira, Dios olvida mis defectos y yo voy a olvidar los Tuyos. Está bien? ¿Trato?" Lejaim!
"Bebí mi vaso y me di cuenta de que Dios no bebe, aparentemente quería que yo bebiera por él. Y después de hacerlo dos veces más me levanté y bailamos juntos! Entonces me sentí mejor y vine a Slijot. "
El Rebe miró profundamente a los ojos inocentes y sinceros de Itzjk y dijo en un tono serio, "Escúchame, Itzjok. Antes de comenzar las Slijot vi que en los mundos superiores había un terrible decreto sobre nuestra sagrada comunidad, todos rezábamos y sin embargo el terrible decreto aún estaba pendiente, pero, vos, Irzjok que hablaste con Hakadosh Baruj Hu como a un buen amigo, lograste anular el decreto.
Estimados amigos, Yom Kipur, el día del perdón está en la puerta y no hay duda de que todos queremos pedirle a Hakadosh Baruj Hu un año mucho mejor que el año anterior, pero al parecer Dios también quiere pedirnos un año mucho mejor; hagamos el mejor negocio, decidamos que vamos a hacer todo lo posible para que el próximo año sea mejor en lo espiritual y Hakadosh Baruj Hu decidirá que el año que viene será mucho mejor en lo material.
Que tengamos todos un año mucho mejor física y espiritualmente.